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Cristiano Ronaldo celebra uno de sus goles al Celta.
Cristiano devora a Greaves
PRIMERA DIVISIÓN

Cristiano devora a Greaves

El portugués se convierte, con sus dos tantos ante el Celta, en el máximo artillero histórico de las cinco principales ligas

Óscar Bellot

Miércoles, 17 de mayo 2017, 22:49

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Cristiano Ronaldo ya puede presumir de un nuevo récord en una carrera plagada de ellos. Desde este miércoles el luso es el máximo artillero histórico de las cinco principales ligas, superando al británico Jimmy Greaves. Con sus dos tantos ante el Celta en Balaídos, el voraz portugués eleva su cuenta a 368, por los 366 que acumuló el londinense en su andadura profesional.

Catorce campañas le han bastado a la gran figura del Real Madrid para sobrepasar a aquel poderoso ariete que sembró el terror vistiendo las camisetas del Chelsea, el Milan, el West Ham y, sobre todo, el Tottenham Hotspur. Un total de 16 campañas que convirtieron al británico en un mito cuyo romance con el gol alcanzó un grado de intensidad que nadie pudo igualar hasta ahora. El legendario registro cayó en una cita de postín. Con el Real Madrid jugándose media Liga, Cristiano Ronaldo volvió a echarse el equipo a la espalda para poner al conjunto del Paseo de la Castellana líder, con tres puntos de ventaja sobre el Barça, y a un solo paso de devolver el título de Liga a las vitrinas del Santiago Bernabéu cinco años después.

Cristiano Ronaldo le saca varios cuerpos de ventaja a Jimmy Greaves en cuanto a promedio anotador. El futbolista de Madeira ha perforado la malla rival 368 veces en 460 partidos, a razón de 0,8 por encuentro. El británico registró 366 en 530, lo que da una media de 0,69 por choque. Únicamente el Torpedo Müller puede rivalizar con el astro de Funchal en lo relativo a eficacia, tras firmar 365 dianas en 427 partidos, 0,85 por jornada.

De sus 368 goles, Cristiano Ronaldo cuenta 284 portando la zamarra del Real Madrid. Los 84 restantes los anotó defendiendo los colores de ese Manchester United que abandonó en el verano de 2009 para aterrizar en el coliseo blanco a cambio de 96 millones de euros. Desde entonces se ha convertido en una de las mayores leyendas de la historia de la escuadra de Chamartín. Máximo goleador del club que actualmente preside Florentino Pérez, dejando hace tiempo atrás a mitos de la talla de Raúl o Alfredo Di Stéfano, suma cuatro Balones de Oro, y su actuación en la recta final del curso en el que más ha dosificado sus esfuerzos le está convirtiendo en el principal favorito para el quinto, lo que le permitiría igualar a su eterno adversario por el cetro del fútbol mundial, Leo Messi.

Presenta como aval cinco tantos en la eliminatoria de cuartos de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich (dos en el Allianz Arena y otros tres en el Santiago Bernabéu), y tres más en las semifinales frente al Atlético (todos ellos en la ida). Determinante está siendo también en Liga, abriendo la cuenta ante el Valencia en un partido que empató Parejo y que acabó resolviendo Marcelo, y solventando el crucial envite de Balaídos con dos dianas que sitúan al Real Madrid al borde del título. Y pudieron ser más, de no haber marrado incomprensiblemente una ocasión en el minuto 74 cuando lo tenía todo a favor para sumar un nuevo hat-trick. Puede que esta no sea su campaña más deslumbrante en números, pero está siendo más determinante que nunca en los momentos de la verdad.

"Tenemos que ir hasta el final"

Así vino a reivindicarlo el portugués al término del encuentro de Balaídos y una vez cumplimentada la faena. "Se gana siempre en el final", dijo en referencia a esa política de rotaciones aplicada por Zidane con toda la plantilla y que no ha tenido tampoco excepción con él. "Me he guardado un poco más este año para estar bien en la fase final", insistió. "Estoy bien, ayudando al equipo con goles y estoy muy contento", agregó.

Puso el acento en que ahora "falta un partido" para conquistar esa Liga que tanto ansía el madridismo. "Sabemos que tenemos que ir hasta el final. El equipo ha estado muy bien, jugamos bien. Falta un partido. Sabemos que el Málaga, en casa, es fuerte", apuntó, avisando de que irán a La Rosaleda el domingo "a ganar" porque ese "es el objetivo de este equipo". Tan centrado está en ese reto que ni siquiera se lamentó de esa última ocasión perdonada. "Lo más difícil, que era abrir el marcador, lo he hecho", dijo. "Puede pasar, soy humano, y puedo fallar también", remachó.

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