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Hinchas del Barça, uno de ellos con la camiseta del Real Madrid, celebran el último gol de Messi en el clásico.
Inquietud por la reventa de abonos en el Bernabéu
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Inquietud por la reventa de abonos en el Bernabéu

El club blanco sospecha del fraude por la numerosa presencia de culés que festejaron la exhibición de Messi fuera de la zona asignada a los hinchas visitantes

Ignacio Tylko

Lunes, 24 de abril 2017, 18:32

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Más allá de los conocidos cánticos contra el Barça y Cataluña por parte de algunos ultras merengues y contra Madrid y España por parte de ciertos radicales azulgranas, el clásico se cerró con un comportamiento magnífico en general de ambas aficiones. Un ejemplo de civismo para todo el mundo que contrasta con la oleada de violencia en países del entorno como Italia o Francia. Y ello a pesar de que cuando Leo Messi marcó el 2-3 definitivo en la última jugada del partido, sorprendió ver que las tribunas del Santiago Bernabéu se poblasen de hinchas culés celebrando el triunfo de su equipo en territorio enemigo y fuera de la zona asignada para la hinchada visitante, en el gallinero del fondo norte.

Más aún; se hizo viral una foto en la que Messi corre festejando su tanto, Marcelo mira cabizbajo y al fondo, en la grada baja del lateral este, aparece un aficionado levantando los brazos, vestido con una camiseta del Real Madrid. Un infiltrado que provocaría sólo hilaridad de no ser por la inseguridad generada, un asunto que inquieta tanto al Ministerio del Interior como a LaLiga y a los dos grandes clubes.

En el fondo de estas anécdotas anida un problema en la reventa de abonos que el club blanco detectó hace tiempo y y tiene difícil remedio. Unos 2.000 abonos del Real Madrid están en posesión de empresas y, aunque luego cada uno de estos pases está asignado a una identidad, al final muchos terminan en manos de quienes más paguen. Para el clásico se llegaron a pagar 4.000 euros por entradas mediante transacciones que quedan fuera de los dominios de la policía, salvo que se realicen en la calle y el tramposo sea pillado in fraganti. En el pasado Real Madrid-Athletic, la policía requisó 800 abonos, de los que sólo se reclamaron unos 200.

En el choque de la primera vuelta ya ocurrió algo parecido en el Camp Nou cuando Sergio Ramos logró empatar en el 90. La abundante presencia de hinchas blancos obligó al al vicepresidente del área social del Barça, Jordi Cardoner, a responder a las múltiples quejas de seguidores blaugranas: «Estamos frenando la reventa no oficial. Pusimos 7.000 entradas a la venta en el sistema de asiento libre antes del clásico. Luego, no podemos garantizar que aficionados de otros equipos compren esas entradas. Lo que sí que queremos es que esos seguidores tengan un buen comportamiento y no increpen a nuestros socios», dijo.

Cesión de localidad

Como ocurre en casi todos los clubes, la entidad presidida por Florentino Pérez dispone de un sistema de cesión de asiento que permite a los abonados liberar su localidad si no acuden al partido. Para hacerlo, sólo es necesario introducir en la web oficial del club su número de socio y un código PIN. Puede ceder su sitio hasta 15 minutos antes del comienzo del partido y, del mismo modo, recuperar su asiento hasta una hora antes del inicio del choque, siempre que la entrada no se haya vendido.

El abonado obtiene el 35% del precio oficial de venta o el 15% si su localidad no se adquiere. El beneficio acumulado no se le paga en metálico sino que se le descuenta en la renovación del abono de la siguiente campaña. Este servicio es alabado porque beneficia a los abonados y a miles de aficionados que así pueden comprar entradas y disfrutar de un partido en el Bernabéu. Por ello, desde la entidad merenge se insiste en que pueden expedientar, sancionar y expulsar a los abonados que actúen de forma fraudulenta, pero no adoptar la medida antisicial de prohibir la modalidad de cesión de abono.

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