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Bale, en un partido con el Madrid.
Esperando a Bale
análisis

Esperando a Bale

El Madrid necesita recuperar la mejor versión del galés, desaparecido desde su regreso, para afrontar la infernal recta final de temporada

Óscar Bellot

Sábado, 1 de abril 2017, 02:04

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Alavés, Leganés, Atlético de Madrid, Sporting, Barcelona, Deportivo de La Coruña y Valencia, sin contar con el doble choque ante el Bayern de Múnich. El Real Madrid vuelve a la competición tras el parón por las selecciones dispuesto a afrontar el frenético calendario que le aguarda en abril. La visita del cuadro babazorro al Santiago Bernabéu el domingo abrirá la fase decisiva en la temporada, esa que determina si un equipo de la entidad del blanco alcanza la gloria o se precipita hacia el infierno. Para alcanzar el cielo no hay margen de error. Todos deben estar al cien por cien, máxime aquellos llamados a tirar del carro en los instantes decisivos. Es sobre la BBC donde apuntan todos los focos, y especialmente hacia uno de sus integrantes, Gareth Bale, del que pocas noticias se tienen desde su regreso a los terrenos de juego.

El galés está firmando una de sus campañas más irregulares desde que aterrizase en la capital española en el que por entonces fue el traspaso más costoso de la historia. Lleva disputados 22 partidos, 16 de Liga y seis de Champions, en los que ha anotado 9 goles, 0,4 por choque. Un descenso notable respecto al promedio que acumuló al término de la temporada anterior, cuando marcó 19 tantos en 31 partidos, lo que da una media de 0,61. Sólo en la 2014-2015 fueron menos asiduas las citas de sus remates con la malla rival, a razón de 0,35 por encuentro. En la 2013-2014, su primer año vistiendo la elástica de la escuadra merengue, finalizó con medio gol por partido. Especialmente sangrante es su bajada de rendimiento ofensivo en la competición nacional, donde ha pasado de los 19 goles en 23 partidos con que concluyó la temporada anterior a los 7 en 16 que lleva en la actual. El cuerpo técnico confía, eso sí, en que la entrada en el tramo decisivo devuelva al mejor Bale, y se agarra para ello al desempeño del de Cardiff hace precisamente un año.

Abril de 2016 fue un mes notable para el '11', que se erigió en una de las claves de la espectacular remontada que le sirvió al Real Madrid para pelearle la Liga al Barça hasta el último momento. Firmó el galés tantos capitales en aquellas semanas. Participó de la goleada a domicilio al Getafe en la jornada 33, sellando el tercero; rescató a los blancos cuando el conjunto de Zidane se vio perdiendo 2-0 en Vallecas, marcando primero el que sirvió para acortar distancias y finalmente el tanto de la victoria; y remachó su cuenta una semana más tarde doblegando en el minuto 79 la resistencia de la Real Sociedad. No volvió a perforar el marco rival en aquella Liga, pero a sus botas se debió el billete del Madrid para la final de la Liga de Campeones, firmando la jugada que significó la eliminación del Manchester City en el choque de vuelta de semifinales disputado en el Bernabéu. Renqueante por un percance sufrido en Milán, aún sacó fuerzas para batir a Oblak en la tanda de penaltis que le dio a su equipo la 'undécima'.

Regreso con poco brillo

Cuando el pasado mes de noviembre cayó lesionado ante el Sporting de Portugal, se temió en Valdebebas que no se pudiese contar de nuevo su concurso hasta este mes de abril. Bale acortó los plazos de recuperación y regresó el 20 de febrero, 88 días después de entrar en el dique seco. No pudo hacerlo de mejor forma, marcando ante el Espanyol cuando llevaba 13 minutos sobre el césped. Desde entonces no ha vuelto a hacerlo, dando muestras de estar lejos de su nivel. El episodio más negro lo vivió frente a la U.D. Las Palmas, cuando fue expulsado por perder los papeles en una acción con Jonathan Viera. Hubo de cumplir dos encuentros de sanción, regresando frente al Athletic, justo antes del parón por las selecciones. Fue el único flojo de la BBC en San Mamés. No estuvo afortunado tampoco ante el Nápoles en San Paolo.

Pese a ello, Zidane mantiene su confianza en el de Cardiff. «Gareth es Gareth, sólo tenemos a uno como él», dijo el técnico cuando regresó de su lesión. Recuperar la mejor versión del 'Expresso' se antoja fundamental para que no descarrile el tren blanco en las últimas vías que conducen hacia el doblete Liga-Champions.

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