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Luis Suárez.
Luis Suárez despide 2014 con el gol de la esperanza
fútbol

Luis Suárez despide 2014 con el gol de la esperanza

En su octavo partido de Liga, por fin se estrenó en un Barça que valora su actitud, pero donde le cuesta adaptarse al sistema y al estilo

p. ríos

Domingo, 21 de diciembre 2014, 15:34

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Luis Suárez acabó un año de locura con una sonrisa. 577 minutos después de su debut, en su octavo partido del campeonato de la regularidad logró por fin su primer gol en la Liga. Ya había marcado dos tantos en la Champions contra Ajax y PSG. También había colaborado con cuatros asistencias de gol a sus compañeros, algunas decisivas como las dos del 1-2 en Almería, y de su actitud combativa y sacrificada para el colectivo no había ninguna queja. Pero la mala suerte le perseguía en el torneo que quiso jugar desde niño, con ocasiones malogradas en cada jornada a veces por precipitación y otras por intervenciones de los guardametas. Ante el Córdoba, en el último encuentro de un año 2014 que nunca olvidará para lo bueno y para lo malo, se quitó el gafe de encima tras controlar un pase de Pedro y rematar al fondo de la red con la fortuna que le faltó otras veces.

«No estaba obsesionado con el gol, pero está claro que es importante y sabía que con el apoyo de la afición acabaría llegando, marcar te deja más tranquilo», reconoció el delantero uruguayo, un killer del área que necesitaba volver a cantar una diana y dedicársela a su mujer, Sofía, y sus dos hijos, Delfina y Benjamín, quienes el sábado se quedaron en casa. Gracias al 5-0 sobre el Córdoba, el Barça acaba el año a un punto del Madrid, aunque con un partido más: «No sé si el equipo estaba tocado, pero el empate en Getafe nos dolió y ahora queremos revertir la situación en la Liga porque estamos capacitados para pelear por el título».

Acaba como empieza

Luis Suárez acaba 2014 como lo comenzó, marcando. El 1 de enero anotó un gol en el 2-0 del Liverpool sobre el Hull en la Premier League, competición de la que acabó siendo el máximo goleador con 31 dianas que le sirvieron para compartir la Bota de Oro con Cristiano Ronaldo. Eso y su fichaje por el Barça ha sido lo mejor que le ha pasado en su carrera deportiva, pero en estos doce meses también ha vivido su peor momento: aquel mordisco a Chiellini en el Mundial que le costó cuatro meses de sanción con su nuevo club y 9 partidos oficiales con Uruguay que le impedirán defender a su país en la Copa América 2015. El 25 de octubre volvió a sentirse futbolista al regresar como titular en el clásico del Santiago Bernabéu, donde incluso dio una asistencia a Neymar que significó el 0-1. Sin embargo, el Madrid ganó 3-1, una derrota que se repitió en la jornada siguiente ante el Celta (0-1) y que hizo daño a la moral del charrúa, que se sintió culpable del bajón de su equipo.

Tiene la confianza absoluta de Luis Enrique, pero todavía le cuesta adaptarse a un ataque de tres delanteros. En el Liverpool y en Uruguay prácticamente se buscaba la vida en solitario arriba con esquemas tácticos más propicios para sus características (4-4-2 ó 4-2-3-1) y un estilo más cercano al contragolpe. Al Barça todos los rivales se le cierran y el equipo acaba abusando de la posesión. Messi, además, acapara el juego y también tiene que compartir galones con Neymar. Calidad no le falta para compenetrase con el argentino y el brasileño. Se intuye que la relación del tridente es excelente. Pero Luis Enrique no acaba de encontrar la forma de que muestren todo su talento al mismo tiempo. Al técnico asturiano le gustaría más un estilo de ida y vuelta, un intercambio de golpes que permitiría a Luis Suárez tener más huecos y ocasiones y del que normalmente sale ganador el equipo que más calidad tiene en la definición, pero en el Barça eso se vería como una traición. Además, los rivales no caen en la trampa y siguen encerrados en su parcela. Y Luis Suárez lo intenta, ahora animado por su primer gol en la Liga.

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