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Di María (i), delante de Ancelotti.
El problema Di María
Fútbol | Primera División

El problema Di María

El argentino desea marcharse del Real Madrid pero se mantiene en la plantilla porque el club no acepta ninguna oferta

Javier Bragado

Sábado, 23 de agosto 2014, 20:28

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Este será uno de los veranos más largos que Ángel di María podrá recordar. El argentino acabó la temporada en los cuartos de final del Mundial de Brasil por una lesión, pero acompañó a sus compañeros hasta la final del 13 de julio. Después, rechazó la oferta de renovación del Real Madrid y escuchó las ofertas de otros grandes equipos. Sin embargo, en más de 40 días de negociaciones la situación del extremo sólo se ha emborronado más. Ni Manchester United ni París Saint-Germain han ofrecido una cantidad que el club español estuviera dispuesto a aceptar por su traspaso (60 millones de euros) y los posibles destinos se han estrechado ante las negativas en las oficinas. Mientras, en el césped el argentino ha proseguido con sus obligatorias tareas de entrenamiento y hasta Carlo Ancelotti ha intentado contar con él, pero las órdenes del mercado han obligado al entrenador italiano a resguardar a su zurdo lejos de la competición. En la Supercopa de Europa se sentó en el banquillo, en la ida de la Supercopa de España jugó 15 minutos y en la vuelta no fue ni convocado.

De hecho, debido a la lucha de intereses, la figura de Di María se ha alejado de los estadios. Ancelotti es un hombre de club y como tal aceptará las decisiones tomadas en los despachos por Florentino Pérez. Por eso él mismo salió a defender los argumentos que dejaron fuera al argentino en la vuelta de la Supercopa de España. «Di María pidió irse en verano y rechazó la renovación. Busca una solución para él», descubrió el entrenador italiano en la semana de inicio de la temporada. El anuncio disgustó al 'Fideo', quien hasta ahora ha callado en público y cuenta con el reconocimiento de la afición madridista, que le aplaudió cuando salió a 15 minutos del final del primer partido de la Supercopa.

Desde el Real Madrid no están dispuestos a asumir el papel de tiranos y por ese motivo han revelado las intenciones del jugador, quien rechazó la prolongación de su contrato porque exigía un sueldo más alto acorde con el rendimiento del futbolista que fue nombrado mejor jugador de la final de la Liga de Campeones que el equipo blanco ganó en Lisboa. Después, el rosarino participó en el subcampeonato mundial de Argentina al lado de Lionel Messi y su caché ascendió por un torneo en el que jugó cinco partidos y anotó un gol antes de lesionarse en cuartos de final. Entonces el Fideo pidió un sueldo de ocho millones de euros y el Real Madrid se negó de manera rotunda.

No es la primera vez que Di María y el club blanco tensan sus relaciones por cuestiones económicas. Cuando el argentino decidió cambiar de representante y dejar a Jorge Mendes transcendieron problemas en un vestuario que entonces comandaba José Mourinho, amigo cercano del agente portugués. Cuando Di María recapacitó para continuar de la mano de Mendes el nerviosismo se rebajó. En el pasado verano también se buscó una salida para el rosarino, pero finalmente fue Özil quien abandonó el club.

En el presente verano, a la complicada situación se han sumado varios actores para echar más leña al fuego. «Creo que debe ser el mejor futbolista de los últimos meses del campeonato español, superando inclusive a (Lionel) Messi. Lo de Di María es un maltrato», aseguró César Luis Menotti, entrenador campeón del mundo en 1978. «Es el más desequilibrante en mitad de cancha para arriba. Tuvimos tres o cuatro opciones para abrir el marcador pero no pasó. El partido cambió con Di María. Es el mejor jugador del Real Madrid, cuando él ingresó en el segundo tiempo ellos comenzaron a dominar», explicó Diego Simeone sobre el partido de ida de la Supercopa.

Ante las críticas, Ancelotti asumió su responsabilidad. El italiano afirmó que el descarte del viernes fue por «decisión técnica», porque «no necesitaba» al futbolista mientras que desde dentro del club se señaló que fue una orden para evitar que se lesionara y se complicara un acuerdo que debe cerrarse antes de que se acabe el mes de agosto. Una vez que le comunicaron que estaba fuera de la convocatoria el argentino decidió marcharse a su domicilio madrileño y entrenó un día después en la ciudad deportiva del Real Madrid junto a otro jugador en la posición de salida: Samir Khedira.

Di María espera, pero el problema está lejos de resolverse. Ancelotti eligió a Di María en la pasada campaña para que jugara 34 partidos de Liga, 11 de 'Champions' y 7 de Copa del Rey. En la actual ya le ha mandado lejos de la hierba para situar en su lugar a los fichados Kroos y James. El desenlace más satisfactorio para ambas partes sería el pago de los 60 millones de euros al club madridista. Si no es así, la relación enquistada entre Di María y el club escribiría un nuevo capítulo de desencuentros. Ancelotti le ha tendido una mano conciliadora a su manera: «Esta situación la tiene que solucionar el propio futbolista. Si él no busca una solución para su futuro, seguirá trabajando con nosotros y no habría problema».

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