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Un Barça en confusa reconstrucción presenta a Rakitic
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Un Barça en confusa reconstrucción presenta a Rakitic

Zubizarreta no aclaró si Xavi se va, alabó las disculpas de Luis Suárez, declaró «intransferible» a Pedro, no fue tan tajante con Alexis y demostró que tiene un problema para encontrar central.

P. RÍOS

Martes, 1 de julio 2014, 12:49

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La presentación de Ivan Rakitic por el FC Barcelona sirvió para que Andoni Zubizarreta, director deportivo del club, aportara algo de luz a las más o menos inminentes operaciones que se esperan en una plantilla en construcción tras una temporada en la que sólo se conquistó una Supercopa de España tan lejana que ya no sabe a nada. El excentrocampista croata del Sevilla, que firma hasta 2019 y lucirá el '4' que deja libre Cesc Fàbregas, ya en el Chelsea, es el segundo fichaje para la temporada 2014-15 que ha pisado el césped del Camp Nou tras el portero alemán Ter Stegen. El lunes le tocará el turno a otro guardameta, el chileno Claudio Bravo, quien antes se despedirá de la Real Sociedad.

Además de Luis Enrique, nuevo entrenador, son ya seis los refuerzos confirmados sumando el ascenso de un tercer portero desde el filial, Jordi Masip, y los regresos de los cedidos Rafinha (Celta) y Deulofeu (Everton), centrocampista y extremo. Pero si algo le quedó algo claro a Rakitic en su puesta de largo es que a Zubizarreta, sentado a su lado, le queda mucho trabajo por resolver en referencia a los que tienen que venir (centrales, Luis Suárez.) y a los que se podrían marchar: Xavi, Alexis, Pedro.

El croata cautivó por su discurso comprometido («Vengo a aprender de los mejores, pero a ayudarles también a mejorar») y dejó un titular divertido, propio de un sevillano de adopción: «Le dije 'sí' al Barça tan fuerte como a mi mujer el día que me casé». Pero su fichaje, ya anunciado hace semanas, no era la noticia del día por mucho que el vicepresidente deportivo se negara a facilitar las cifras oficiales «por motivos de confidencialidad». Por no querer decir que costó algo más de 20 millones de euros, ya no se le preguntó más y Zubizarreta acaparó el protagonismo.

El caso más sorprendente es el de Xavi Hernández, quien durante el Mundial dio permiso directamente a un grupo de periodistas de su confianza para anunciar que dejaba el Barça tras meditarlo mucho y pese a tener dos años de contrato. Entonces tenía muy claro que su destino era Catar, donde jugaría y se formaría como entrenador en una academia. Pero ahora ya no está tan claro que se vaya, aunque tampoco se puede afirmar que vaya a quedarse. Cosas de los discursos de Zubizarreta: «Hemos tomado la decisión de pensar y analizar la situación. Xavi es jugador nuestro y hablaremos tras las vacaciones. En mi lista lleva el '6' y cualquier noticia sobre su futuro será buena. Si sigue, estaremos encantados. Si decide irse, le escucharemos. ¿Imprescindible? Esa condición no existe para nadie».

El director deportivo sí fue más tajante para hablar de la continuidad de Pedro que de la de Alexis, dos delanteros con ofertas que pueden entrar en alguna operación como la de Luis Suárez: «Pedro es intransferible. Tenemos que recuperar la intensidad, el hambre y el fútbol. Y por eso contamos con Pedro. Y Alexis ha sido uno de los mejores delanteros del Mundial y si se queda será extraordinario, pero vamos a ver dónde acaba el asunto». Respecto al posible fichaje de Luis Suárez, Zubizarreta aclaró: «Hablo de él por ser protagonista de una circunstancia pública (el mordisco) y no desde el punto de vista del Barça. Le honra como persona haber pedido disculpas. Pero es jugador del Liverpool».

Y cuando Zubizarreta volvió a crear muchas dudas fue al hablar de los centrales en la agenda, un tema que ya provoca sonrisas en el entorno por su dificultad en ficharlos pese a ser una carencia que ya dura tres años. Sin Puyol, retirado, y con Mascherano pasando al centro del campo de una vez por deseo de Luis Enrique, suenan Marquinhos (PSG) y Mathieu (Valencia), pero sus clubes no venden. Zubi no dio nombres, pero describió las características del central que se necesita con tanto lujo de detalles que se entendió que no lo encuentre en el mercado: no existe la perfección.

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