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Unai Emery.
Un título, la Champions y el 'sí quiero' de Emery
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Un título, la Champions y el 'sí quiero' de Emery

El Sevilla se juega este miércoles en la final de la Europa League un doble premio que bien podría ser triple

luis f. gago

Lunes, 25 de mayo 2015, 13:51

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Unai Emery lo tiene claro de cara a la opinión pública desde hace un mes: «Tengo contrato con el Sevilla. Nada más que hablar». Lo dice delante de los micrófonos a los periodistas que le atosigan, en las radios repletas de tertulias deportivas por la noche e, incluso, a la planta noble del Sánchez Pizjuán. «No me marcho. Aquí estoy bien». Ahora bien, siempre hay una cara B en toda historia. «La Liga de Campeones es lo único innegociable», asegura, en voz baja, susurrando para que los fantasmas del periodismo no lo escuchen, a sus más allegados.

Por encima de títulos, canciones dedicadas por las redes sociales y el cariño que le demostró todo el estadio en el último partido de la temporada en casa frente al Almería, el guipuzcoano necesita un proyecto a largo plazo en lo más alto.

A tan solo dos días de disputarse un nuevo título europeo para el Sevilla, la prioridad, más allá de conseguir la cuarta, es atar al hombre-milagro que ha hecho posible volver a soñar con tal posibilidad. El nombre de Unai Emery se escribe con letras de oro en las páginas amarillentas de una entidad centenaria como la sevillista. Por eso ahora otros equipos también lo quieren.

En el baile de nombres en el banquillo que se esperan este verano, el del vasco es de los más apetecibles. Es el entrenador que ha logrado la mayor puntuación en Liga en su historia, cosechando de momento un título y devolviendo a la elite europea de los mejores a un club que anduvo perdido durante algunos años en el ecuador en el tránsito de la primera a la segunda década del siglo XXI.

Para lograr que tal genio de los banquillos pueda estar más tiempo dirigiendo la nave hispalense es necesario estar en la fase de grupos de la Champions la temporada que viene. No vale solo con provocar nuevas reformas de ampliación en el museo.

Porque si el Sevilla gana este miércoles ante el Dnipro ucraniano una nueva Europa League irá directamente a la fase de grupos de la Liga de Campeones. Sin necesidad de pasar por previa alguna. No será cabeza de serie, pero, como bien dice Monchi a su gente: «No se puede tener todo en esta vida».

Para Emery, lo importante no es el dinero, ni jugar otros campeonatos. Quiere un proyecto sólido, donde no le quiten media plantilla cada verano y en el que él sea quién elija a otros jugadores, no que otros se jueguen a sus chicos como cartas de fútbol de los niños a la puerta del colegio.

Aplicación tardía

Designios fortuitos del mundo del balompié, el organismo europeo, con Platini al frente, aprobó la medida de que el campeón en la UEFA jugase la próxima máxima competición como segundo premio hace dos temporadas. Pero no se ha empezado a aplicar hasta la presente campaña. Esto significa que realmente al Sevilla le hubiera correspondido en la 2014-15 haber estado con los mejores del viejo continente.

Empero, como siempre suele suceder en estos temas, la burocracia hizo que todo se retrasara hasta ahora. El fútbol, que siempre concede dos oportunidades, parece que ha otorgado a los andaluces la posibilidad de hacer el pleno que le fue arrebatado con la tercera.

El Sevilla puede obtener un triple premio jugando al mágico número de la victoria segura: título, Champions y que el entrenador al que le ha costado tanto tiempo encontrar diga que sí quiere alargar la relación. Emery tiene la petición de mano, pero la dote aún no es suficiente. El miércoles se decidirá más que un título.

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