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JESÚS BALLESTEROS
Miércoles, 13 de septiembre 2017, 00:26
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Respira y vive el Barcelona del ritmo que marca Messi, que ante la Juventus hizo bailar también al rival para refrendar el buen momento de forma que atraviesa y devolver a los suyos, de paso, todos los honores continentales. Fue una victoria rotunda de los azulgrana ante el cuadro italiano, al que devuelve parte de la afrenta de la pasada campaña.
BARCELONA
3
-
0
JUVENTUS
Barcelona Ter Stegen, Semedo, Piqué, Umtiti, Jordi Alba, Busquets, Rakitic (Paulinho, min. 77), Iniesta (André Gomes, min. 83), Messi, Luis Suárez y Dembélé (Sergi Roberto, min. 70).
Juventus Buffon, De Sciglio (Sturaro, min. 41), Barzagli, Benatia, Alex Sandro, Matuidi, Pjanic, Douglas Costa, Bentancur (Bernardeschi, min. 67), Dybala e Higuaín (Caligara, min. 87).
Goles 1-0: min. 45, Messi. 2-0: min. 57, Rakitic. 3-0: min. 69, Messi.
Árbitro Damir Skomina (Eslovaquia). Amonestó a Bentancur, Semedo, Messi, Barzagli, Pjanic y Caligara.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la Liga de Campeones, disputado en el Camp Nou. 78.656 espectadores.
Arrancó el equipo de Ernesto Valverde la Champions con triunfo, superando el difícil inicio ante su último verdugo y mostrando al resto de rivales que su buen comienzo de temporada en Liga no es cosa de la competición doméstica. No pudo imaginar mejor estreno en Europa el técnico del Barcelona.
Necesitaba el conjunto catalán mostrar sus credenciales en el viejo continente. Obligado como anda cada campaña tras campaña a conquistar todo título en el que compite, su debacle en cuartos de la pasada temporada a manos de la Juventus fue una herida excesivamente enorme que aún debe sanar.
El primer paso había que darlo y, si era ante el último verdugo, pues mejor. Llegaba el equipo italiano cargado de bajas importantes y sabedor de que repetir suerte era toda una proeza. Encomendados a Dybala y a las salidas rápidas, el cuadro de Allegri tuvo sus ocasiones para poner el Camp Nou patas arriba. Pero no acertó a batir a Ter Stegen, que sigue manteniendo su portería a cero (no ha recibido un gol en Liga tampoco).
Y el Barça, que tampoco se prodigó en exceso en ocasiones claras, volvió a a sacar partido del momento dulce que vive su estrella. Hay que tirar de diccionario para ampliar los adjetivos que enmarquen todo lo que supone el futbolista argentino para el presente y futuro del equipo barcelonés.
Por fin Messi era capaz de batir a Buffon. Ha necesitado toda una vida y 45 minutos del primero de los choques de esta Champions, pero definitivamente logró celebrar un gol ante el soberbio portero italiano. El argentino se asoció a la perfección con Luis Suárez y ajustó tanto el cuero que nada pudo hacer el eterno guardameta juventino.
Messi, y su álter ego Dybala, jugaban uno contra el otro, asumían todo el poder ofensivo de sus respectivos equipos. El joven atacante de la Juventus pudo igualar el choque nada más iniciarse la segunda mitad, pero erró incomprensiblemente cerca de la meta de Ter Stegen tras un balón muerto rechazado por Piqué. No fue su noche y lo pagó caro su equipo.
A esta clara ocasión respondía su compatriota minutos después para estrellar el balón al palo. Todo el barcelonismo volvía a entender que Messi quería más. Y que, una vez superado el trauma con Buffon, el crack barcelonista no iba a descansar hasta volver a batirlo.
Sin tiempo para que la escuadra italiana reaccionara, volvió a tocar a rebato Messi y el Barcelona lograba el segundo de la noche. Rakitic se aprovechó de un despeje de la zaga local tras jugada de Messi para colocar el 2-0 y allanar el camino de la primera victoria continental.
No quedaría ahí el recital del rosarino, que volvería a dejar clavado a Buffon para poner el tercero de los goles. La enésima vez que Messi agarraba el cuero al borde del área para dejar atrás cuanto rival saliera por delante y terminar colocando el cuero al fondo de la red.
El líder de la Liga italiana claudicaba ante una nueva exhibición de Messi, que parece ajeno a todo el ruido que rodea al Barcelona. Pedía en la previa Valverde que el barcelonismo se centrara en lo que ocurra sobre el verde y, visto lo visto hasta la fecha, bien harán todos en aferrarse al astro mientras que el resto de los titulares comienza a aportar su grano de arena. Valverde, en su estreno europeo como azulgrana, dejaba claro cuál será su once de gala en esta su primera campaña como azulgrana. Dembélé debutaba como titular y se convertía en el tercer vértice del nuevo tridente. Con más intención que acierto, el atacante francés no puede decir que hiciera un buen encuentro. Bien es cierto que tiene todo el futuro por delante.
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