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Messi, en una acción del partido.

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Messi, en una acción del partido. Pedro Nunes (Reuters)
Liga de Campeones | Fase de grupos

Con el mono de trabajo también gana el Barça

Venció al Sporting con otro gol en propia puerta, encadena ocho victorias seguidas y se mantiene líder de su grupo

JESÚS BALLESTEROS

BARCELONA

Miércoles, 27 de septiembre 2017, 06:04

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El Barça afronta la segunda jornada de la Liga de Campeones con la autoestima por las nubes tras sus seis victorias consecutivas en la Liga y el claro triunfo (3-0) ante la Juventus en el estreno europeo, pero con la prudencia de saber que visita a un Sporting de Portugal que practica un buen fútbol y que en la fase de grupos de la pasada edición se lo hizo pasar muy mal al posterior campeón, el Real Madrid. Antes de los dos partidos ante Olympiacos, el rival más débil del grupo sobre el papel, pero duro en Grecia, un buen resultado encarrilaría el pase a octavos, pero una derrota en Lisboa obligaría a ponerse las pilas a los de Ernesto Valverde en los próximos encuentros.

Tras las rotaciones realizadas en los dos últimos partidos de Liga, se supone que el técnico volverá a alinear a su equipo de confianza, aunque con un par de dudas. Vuelven Gerard Piqué y Sergi Busquets al once tras descansar de inicio en Girona. La incógnita es si Nelson Semedo será titular en su regreso a Portugal, aunque Valverde sólo le alinea en los partidos del Camp Nou, mientras que el lateral derecho en los desplazamientos es Sergi Roberto. Y es difícil adivinar quién acompañará a Leo Messi y Luis Suárez en ataque, si es que les acompaña alguien. Deulofeu podría volver al equipo, pero también tiene muchas opciones Denis Suárez porque así podría echar una mano al centro del campo para crear superioridad. Y la tercera opción, que seguro que el entrenador azulgrana empleará en algún momento, es colocar a Paulinho de enlace entre el centro del campo y la delantera para aprovechar su potencia en las llegadas por sorpresa. Los que no jugarán seguro son los tres descartes habituales: Paco Alcácer, en una situación ya muy complicada, Arda Turan y Vermaelen. En una lista de 20 entró el tercer portero Ortolá, recién recuperado de una lesión en una mano.

Messi, por cierto, aspira a logra su gol 100 en competiciones europeas. Suma 99 entre los 96 de la Liga de Campeones y los tres que marcó en la Supercopa de Europa. Tiene por encima a Cristiano con 110 (108 en la competición mayor y dos en la menor), aunque el promedio del argentino es mejor al haberlos logrado en menos partidos. Tras su gran inicio contra la Juventus (doblete espectacular y gran acción en el tanto de Rakitic), es la gran atracción en el Estadio José Alvalade, la casa de su gran rival en los premios individuales porque fue allí donde se formó Cristiano Ronaldo. No se espera que Jorge Jesús, técnico que ama un fútbol ofensivo, le tenga preparado un marcaje al hombre por todo el campo como el que ordenó Pablo Machín a Maffeo en el Girona-Barça, pero nunca se sabe porque puede convertirse en una moda pese al pobre resultado que le dio al club recién ascendido a Primera. Minimizó al '10', pero el Girona completó su peor partido de la temporada, confundido por la disposición antinatural de jugadores en el césped.

En el Sporting, el Barça se reencontrará con Jeremy Mathieu, quien dejó el Barça en verano tras tres temporadas. El francés lo está jugando todo como central zurdo, con el ex madridista Coentrao de lateral zurdo. Mathieu, por cierto, ha comentado estos días en diferentes entrevistas que se fue dolido con Josep María Bartomeu y Robert Fernández por el trato recibido en los últimos meses, revelando también que Luis Enrique ya no hablaba con él. Motivado estará. Gelson Martins, extremo rapidísimo, y Bruno Fernandes, centrocampista de mucha calidad y con un gran disparo, serán las grandes amenazas.

El equipo portugués, que superó la ronda previa, pinchó este fin de semana por primera vez en la Liga, pero sigue invicto con cinco victorias y un empate. En la Liga de Campeones arrancó fortísimo, con un 2-3 ante Olympiacos cimentado en una primera parte extraordinaria que acabó 0-3, con dos postes además.

Sufrido, trabajado, merecido. Así fue el triunfo del Barcelona en la noche lisboeta. El José Alvalade y el Sporting de Portugal exigieron la versión más pragmática del conjunto de Ernesto Valverde, que sigue, eso sí, comandando su grupo de Champions tras dos triunfos en otros tantos partidos.

No fue noche de goleadas ni de actuaciones estelares. Necesitó el mono de trabajo, su mayor capacidad de sacrificio y hasta un gol en propia puerta para sacar el duelo adelante. En la cuna de Cristiano Ronaldo o Figo, no apareció Messi, que vive un pequeño asueto anotador, pero sí el Barça en su conjunto, firme, sobrio, intratable en labores defensivas.

Sporting de Portugal

Rui Patricio, Piccini, Coates, Mathieu, Coentrao (Jonathan Silva, min. 73), William, Battaglia, Nelson, Bruno Fernándes, Acuña (Bruno César, min. 73) y Doumbia (Dost, min. 44).

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Barcelona

Ter Stegen, Semedo, Piqué, Umtiti, Jordi Alba, Busquets, Rakitic, Sergi Roberto (André Gomes, min. 87), Iniesta (Paulinho, min. 79), Messi y Luis Suárez (Aleix Vidal, min. 89).

  • Árbitro: Ovidio Hategan (rumano). Amonestó a Gelson, Coentrao, Doumbia, Acuña, Piccini, Coates, Semedo, Aleix Vidal.

  • Goles: 0-1. min. 48. Coates (p.p).

  • Incidencias: Estadio José Alvalade. 48.575 espectadores.

Sigue imbatido el Barça en la competición continental y ya son ocho las victorias consecutivas que acumula Valverde como técnico azulgrana entre Liga y Champions. Racha que le permite ver al resto de los rivales desde lo más alto en ambas competiciones.

Teniendo en cuenta el planteamiento del Sporting, iba a ser cuestión de paciencia. Pues más que exigente fue el choque en tierras lusas. El Sporting se ha impuesto ser alternativa a una de las dos plazas del grupo y parece que no va a vender barata la clasificación para los octavos de final. Así, mantuvo un nivel altísimo exigiendo el máximo del conjunto azulgrana.

Los de Valverde buscaron con juego e intensidad la meta de Rui Patricio. Ocasiones tuvo para desequilibrar el electrónico antes, pero el gol se resistía. Especialmente motivados se multiplicaban en tareas defensivas los ex de la Liga, Mathieu y Coentrao. Las líneas casi pegadas del equipo luso era un nuevo reto que superar por los malabaristas de la medular azulgrana.

El equipo de Jorge Jesús no le está peleando el liderato al Oporto en Portugal por pura suerte. Mantiene una presión en la salida del balón que hace daño incluso a un rival con exquisito trato del cuero como el Barcelona. Pero el equipo de Ernesto Valverde también sabe remangarse cuando toca. Ha recuperado esa intensidad cuando quiere robar el esférico al contrario que termina asfixiando a cualquiera.

En sus ansias por evitar que el rival se sintiese cómodo en el juego elaborado, el Sporting se olvidó casi por completo de crear ocasiones. Se estrellaba Doumbia una y otra vez con la zaga culé que apenas dio margen al error. A sus homólogos del Barça les costaba también ver con claridad la meta del Sporting.

Y en esas estaba el partido, trabado, con alguna que otra interrupción, cuando llegó el gol que cambiaría el choque. Por cuarta vez en lo que va de campaña, el Barcelona celebraba un gol que no era marcado por ninguno de sus jugadores. En una saque de falta lateral, Coates acababa batiendo a su compañero Rui Patricio para desesperación de los locales.

Ya sin Doumbia en el césped por lesión, al Sporting se le reducían las opciones de salir a la contra para sorprender al rival. Dost, máximo artillero de los lusos la pasada temporada, apenas entró en contacto con el balón. Repetía el sufrimiento de su antecesor, algo que agradeció sobremanera el Barça. Sirva como ejemplo, que el cuadro lisboeta fue incapaz de tirar entre los tres palos hasta el minuto 71 del encuentro.

Fue casi la única y más clara ocasión para los locales, pero el tiro de Bruno Fernández encontró a un Ter Stegen notable que está acostumbrando a los suyos a mantener al Barça a cero con atajadas de relevancia.

Visto el panorama, Jorge Jesús tocó zafarrancho y buscó con un doble cambio el empate. Mordía el equipo luso, buscaba con más ahínco la portería culé, elaborando todo las ocasiones que había escamoteado al choque hasta estos minutos finales.

Enfrente, un Barcelona al que le seguía costando sacar el balón con fluidez. Alargaban la posesión buscando que al Sporting se le pasara el calentón. Los de arriba no lograban conectar y esto siempre es un hándicap para los de Valverde.

Movió tarde el banquillo el técnico culé, pero la entrada de Paulinho permitió tomar algo de aire, incluso el brasileño pudo marcar el de la tranquilidad en una jugada clarísima que desmontó Rui Patricio. El cancerbero lo sacó todo excepto el balón envenenado de su compañero. Lo suficiente para que el Barça cortara la racha brillante de 11 partidos oficiales sin perder.

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