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Remate acrobático de Griezmann que supuso un golazo.

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Remate acrobático de Griezmann que supuso un golazo. Reuters
Jornada 5

El Atlético mantiene la fe a la espera de un milagro en Roma

Los golazos de Griezmann y Gameiro mantienen la cábala para un equipo que necesitará ganar al Chelsea y que el cuadro italiano pinche con el Qarabag

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Miércoles, 22 de noviembre 2017

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Es posible que cuando el Atlético salte al césped del Wanda Metropolitano para medirse a la Roma de lo que más se hable sea del Qarabag, contra el que no ha podido vencer en las dos últimas jornadas (0-0 y 1-1). Y es que al cuadro rojiblanco sólo le vale la victoria si quiere mantener una mínima esperanza de pasar a octavos del torneo continental. «Estamos prácticamente eliminados, pero tenemos que ganarles. Por nosotros, para seguir creciendo y esperar. La Roma es muy buen equipo, pero creemos que pudimos vencer en el Olímpico porque jugamos un gran partido y merecimos ganar», reconoce Filipe Luis. Desde aquel partido el Atlético navega timorato en la competición europea: tercero con tres puntos, a siete del primero, el Chelsea, y a cinco de su rival, segundo del grupo C tras la victoria de este miércoles del conjunto británico ante el Qarabag. Si el equipo español no gana, tendrá que consolarse con la Europa League... siempre que el equipo azerbaiyano no le adelante en estas dos jornadas. «Tenemos claro que la única posibilidad es ganar los dos partidos», asegura Saúl Ñíguez. La estadística revela que el conjunto rojiblanco sólo ha ganados dos de sus diez últimos partidos, algo que pesa más que su única derrota (1-2 ante el Chelsea) en sus últimos 21 partidos oficiales.

El principal problema del equipo es el gol: siete goles en esos últimos diez partidos, sólo dos en Champions y uno fue de penalti, anotado por el ahora gris Antoine Griezmann en un Wanda Metropolitano donde el equipo lleva cinco partidos consecutivos sin ganar. La afición pagó su frustración con el francés, pitado el sábado por unas nuevas declaraciones sobre su futuro mientras vive su peor racha goleadora como atlético (ocho partidos consecutivos sin anotar y sólo tres goles en 14 partidos). «Le veo en el rostro que quiere trabajar y revertir la situación. Espero que el día de la Roma, cambie», desea Juanfran.

Simeone, consciente de que mejor con un '9' potente a su lado, apostará de inicio por Torres, que será una de las novedades de la alineación junto a Carrasco, Giménez y Filipe Luis. «Trabajo, trabajo, trabajo y después talento... Pero primero trabajo», aventuró Simeone tras el empate en el derbi, aunque ahora su equipo lo que necesita es una victoria. O se quedará fuera de los octavos por primera vez desde que es técnico atlético.

La Roma, en racha

En el cuadro italiano no se fian del mal momento rojiblanco. «El Atlético es un equipo duro, difícil de encarar y que tiene experiencia en la Liga de Campeones», avisa Federico Fazio, ex del Sevilla como Perotti y Monchi, ahora en los despachos de un equipo que es cuarto tras superar a la Lazio en el derbi romano. Al cuadro de Eusebio Di Francesco le bastará con un empate para asegurarse la clasificación y si ganara se aseguraría además el primero para acceder a octavos como cabeza de serie. Ahora mismo su principal virtud para llevar seis triunfos consecutivos son sus rápidos contraataques (31 goles en 16 partidos), el momento de forma de Edin Dzeko y el del meta Alisson, titular con Tite en la selección brasileña, que ha logrado ser el menos goleado de la liga italiana (8 goles encajados en 12 duelos)

En la ida Alisson debutó en la Liga de Campeones -llegó en 2016 del Internacional de Porto Alegre por ocho millones de euros- con una excepcional actuación, dejando cuatro paradas espectaculares. «El entrenador de porteros me habló de él inmediatamente, pero cuando le vi en el terreno de juego, me quedé estupefacto por su presencia y por la tranquilidad que transmite al equipo», dijo Di Francesco en verano sobre el jugador que más le había sorprendido en pretemporada. El técnico, que tiene las bajas de Alessandro Florenzi, el checo Patrick Schick y el holandés Rick Karsdorp, espera mejorar el balance histórico de la Roma contra clubes de la Liga española: diez victorias, cinco empates y catorce derrotas.

El Atlético no deja de creer. Y sigue soñando con estar en octavos de final. Lo tiene casi en chino, ya que necesita una carambola que pasa por su machada en Londres ante el Chelsea y que el Qarabag, el mismo que le hizo sentirse pequeño durante 180 minutos, le haga el favor de su vida y evite la derrota en el Olímpico ante la Roma. Lo más probable es que no se produzca pero al menos comparecerá en la jornada final creyendo en sus opciones. Y eso, a día de hoy, lo agradece una afición que se fue contenta por la actitud del equipo, que jugó con determinación y recuperó al menos parte del alma demostrada en este último lustro con Simeone y que parecía haber perdido en las últimas semanas. «Atleti hasta la muerte», le cantó antes de irse del Metropolitano.

Es innegable que se ha perdido pasión con la mudanza, pero esta vez la hinchada estuvo volcada desde el comienzo. Quizá intuyendo una presumible eliminación se dedicó a corear a Simeone, a Torres y también a Griezmann, que luego respondió con una chilena soberbia que abrió el camino de una misión (casi) imposible. El Atleti necesitaba vencer, repetir triunfo en Stamford Bridge y que la Roma no superase en su estadio al Qarabag. La primera variable sí que la tenía en su mano. Y no falló.

Atlético

Oblak, Thomas, Giménez, Lucas, Filipe, Saúl, Augusto (Correa, min. 57), Koke (Gabi, min. 63), Carrasco (Gameiro, min. 67), Griezmann y Torres.

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Roma

Alisson, Peres, Manolas, Fazio, Kolarov, Nainggolan, Gonalons (El Shaarawy, min. 77), Pellegrini (Strootman, min. 62), Perotti, Dzeko y Gerson (Defrel, min. 70)

  • Goles 1-0: min. 70, Griezmann. 2-0: min. 85, Gameiro.

  • Árbitro Bjorn Kuipers (Holanda). Amonestó a Manolas, Filipe, El Shaarawy. Expulsó por doble amarilla a Peres 63’ y 83’.

  • incidencias Partido de la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions League. Algo más de 50.000 espectadores en el estadio Wanda Metropolitano, de ellos unos 3.500 de la Roma, que ocuparon una de las tribunas superiores del estadio.

Se lanzó desde el inicio a por la victoria, aunque eso convirtiese el duelo en un ida y vuelta que parecía favorecer a la Roma, con la confianza que inspira estar casi clasificado. Por segundo partido la actitud fue bastante buena, mejor que la precisión en la salida y tener una mayor armonía sin balón, ya que había mucha desconexión entre líneas. Así la Roma, con poco, tuvo varias salidas aprovechando los grandes espacios que encontraba al dudar algunos futbolistas si presionar o recular.

Ambas cosas, aunque a veces sin mucha lógica, hizo Carrasco, que se lanzó al suelo para evitar el 0-1 de Pellegrini, en un contragolpe aprovechando que la banda diestra la tuvo que ocupar Thomas por la lesión a última hora de Juanfran. El africano soltó el primer aviso desde lejos, casi en la misma zona que marcó al Qarabag, y generó un córner en el que casi Torres remacha a la red. Le faltó reaccionar a tiempo, lo mismo que a Koke y Griezmann en otra bola desde el costado izquierdo enviada por Carrasco.

Ganas sí, pero poco remate. Sí acertó Augusto a mandarla entre palos de Alisson, la pesadilla de Saúl en Roma, pero le habían pitado una mano cuando la controló en la media luna. Una de esas acciones complicadas, en directo dio la sensación de ser punible y la televisión convirtió a Kuipers en un colegiado demasiado estricto. El holandés fue pitado al dejar el campo en el entreacto, cuando pitó sin dar tiempo extra; esa decisión por la que es recordada su presencia en la final de Lisboa.

Simeone decidió agitar el partido con Correa, Gabi y Gameiro, dejando en el campo a sus delanteros pero no a Carrasco, tan voluntarioso como individualista. La Roma seguía cómoda y pudo adelantarse en un centro chut de Nainggolan que escupió el poste de Oblak, poco exigido en la primera hora. Torres generó un ‘uuuy’ con un remate desviado que precedió a la chilena de Griezmann. Un gol cicatrizante, para el francés y también para el equipo. Se creó un ambiente de positividad que contagió a Gameiro, que marcó casi sin ángulo tras driblar al portero romano. Así, de un plumazo los dos puntas galos se llenan de confianza para la recta final de año.

La cábala deja con vida al Atlético, que de paso aseguró al menos una plaza para Europa League en la que comenzó a construir una ilusionante escalera hacia el cielo. Tras la visita a Stamford Bridge, donde certificó un billete para una final de Champions en 2014 y deber volver a salir triunfar, sabrá si el Qarabag, ese club que nunca olvidará, le hace un favor o debe volver a recorrer un camino empezando por los escalones de la Europa League.

Lo que está fuera de dudas es que el Atlético debe reinventarse en 2018 y no sólo por los ansiados fichajes que llegaran en enero.

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