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Griezmann conduce un balón frente al Leverkusen.
El Atlético pasa del cerrojo al vértigo
LIGA DE CAMPEONES

El Atlético pasa del cerrojo al vértigo

Simeone, aunque trabaja para recuperar la seguridad defensiva de otras campañas, va aceptando que su equipo opte por el intercambio de golpes

Rodrigo Errasti Mendiguren

Miércoles, 22 de febrero 2017, 19:12

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El Atlético venció 2-4 en Leverkusen, garantía de que pasará de ronda. Las 22 eliminatorias anteriores que empezó con victoria a domicilio las superó. El debate en la vuelta del equipo, que llegó a las 04:45, era más profundo, sobre la ambición del equipo. Quizá Simeone nunca había dado tantas explicaciones por un cambio hecho en una victoria, pero sustituir a Kevin Gameiro por Thomas Partey a los 70 minutos provocó sorpresa no sólo en los aficionados sino también entre sus futbolistas. «Gameiro estaba haciendo uno de los mejores partidos desde que llegó al club, Griezmann estaba en su línea pero mi intención era poner gente fresca. Los chicos tienen que estar enojados, cuanto más enojados están más contento me pongo yo», afirmó ante los medios.

En el césped se notó que sus futbolistas no entendieron el vértigo del técnico. «¿Qué haces? No, no, no. Es el mejor», expresó entre dientes Antoine Griezmann sus pensamientos antes de que Saúl, que habia marcado el 0-1, comentase con él la modificación. Gameiro se fue enfadado, negando con la cabeza y después fue animado por sus compañeros de banquillo. «Sí, estaba enfadado porque cuando estás bien quieres jugar todo el partido. Lo importante es que participamos del triunfo», reconoció después conciliador el 21 tras su semana fantástica: con sus cuatro goles en 72 horas llega ya a los 13 tantos esta campaña.

Las finales perdidas

Hay muchos en la caseta colchonera que no olvidan que varios de esos cambios amarrateguis de Simeone les costaron muy caro en los días decisivos: sacar a José Sosa por Raúl García en Lisboa, el planteamiento en cuartos de final en el Bernabéu en 2015 o no meter a Correa en Milán como tenía previsto porque justo en ese momento Carrasco anotó el empate. La plantilla piensa que el Cholo, artífice claro del éxito rojiblanco, le faltó atrevimiento para terminar con los rivales cuando estaban en posición de intentarlo. Recuerdan que ante el Barça en el Camp Nou fueron valientes y sólo la falta de acierto impidió la remontada. Por eso, cuando en Leverkusen recurrió a Thomas (algo que hizo en los minutos finales de Milán) muchos pensaron que era un error meterse atrás, algo que el argentino negó. «Ellos no se vinieron arriba por el cambio de Gameiro, sino porque llegó un gol inesperado (un rechace desafortunado de Moyá que pegó en Savic), hubiera salido Gameiro, Maradona o Messi», zanjó Simeone, dando por hecho que no se equivocó.

«El míster sabe más que nosotros pero es verdad que yo le estaba viendo bien arriba con sus diagonales, nos estaba ayudando mucho», dijo Grizzi, consciente de que las cámaras habían recogido su reacción, que después no negó que «al final (Cholo) tuvo razón porque hizo los tres cambios e hicimos otro gol». Y es que Simeone posteriormente optó por dar un giro a sus delanteros para «aprovechar los espacios con gente que pueda correr». Algo que optimizó Torres con el 2-4, momento en el que se abrazó con Mono Burgos mostrando su satisfacción.

Los egos y los momentos

Simeone, cuyas dudas personales tras la final de Milán provocaron una pérdida de confianza en la plantilla al inicio de la campaña, no tuvo problema en recordar que «Griezmann, Gameiro, Correa y Torres están en un buen momento. Es muy importante saber gestionar la mejor manera los egos, los momentos de cada uno y sobre todo interpretar que es un equipo y siempre queremos buscar las mejores posibilidades para ganar que es lo que cuenta».

La alegría fue completa para la plantilla, que asume como natural el cambio hecho por el equipo una vez que ha perdido consistencia defensiva. En lo que va de Liga ya ha encajado más goles que los que recibió Jan Oblak toda la pasada campaña. El Atlético ya no es un cerrojo, pero tiene potencial ofensivo para jugar otra a cosa. «Es espectacular que cualquier delantero que salga marque gol», recordó Koke cuando se le recordó que su equipo parece más cómodo en el intercambio de golpes que en el pasado.

De hecho, hacia más de 21 años que no marcaba tantos goles lejos de su estadio en la Champions. «Para la gente que lo vio por televisión ha sido apasionante y nos llevamos un resultado bueno. Jugando en casa, con el griterío, parecería que el equipo sufriría, pero también se pensaba que en cualquier contragolpe podía aparecer el gol de Atlético y así sucedió», indicó.

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