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De Gea, durante el partido ante Turquía.
No hay quien marque un gol a España

No hay quien marque un gol a España

La Roja' lleva 903 minutos sin encajar un tanto en partidos oficiales y 689 minutos en partidos de Eurocopa

Rodrigo Errasti Mendiguren

Viernes, 17 de junio 2016, 23:38

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España disfrutó ante Turquía y de un plumazo eliminó todo tipo de dudas existentes sobre la falta de gol, asunto recuperado tras la exigua victoria ante República Checa conseguida gracias a un postrero cabezazo de Gerard Piqué, el 'kaiser' con alma de '9'. Asentada en la seguridad defensiva que proporcionan Sergio Ramos y Piqué, la selección acumula ya diez partidos seguidos de competición sin encajar gol, y liderada por Andrés Iniesta disfrutó de una tarde agradable en su segundo partido del torneo. «Niza es Nice», decía César Azpilicueta, el decimoséptimo en debutar ya en Francia, el día antes del partido. Y para 'La Roja' la ciudad de la Costa Azul fue maravillosa.

Pese a no estar completamente convencido del funcionamiento del equipo en su debut, Vicente del Bosque repitió once por primera vez en una fase final de una competición. De hecho, mantuvo alineación después de 52 equipos diferentes en sus 52 últimos encuentros con la selección.Comenzó torciendo el gesto porque antes del primer minuto Ramos, muy acelerado en el arranque, falló un control sencillo del balón en medio campo y le supuso una amarilla. «El halago puede confundirnos», reiteró en la previa en varias ocasiones. No fue la única ocasión en la que eso se produjo, ya que hubo algún otro error en las entregas sin oposición alguna. Se fue España calentando y se topó con el palo en un centro de Alba, un puñal por la banda de Gonul, que buscaba a Morata y Balta desvió contra su propia portería. Segundos después fue Piqué, que en su debut con la absoluta ya marcó a Turquía en 2009, la picó pero se le fue alta al darle con la cara más que con la frente.

El gol estaba al caer porque Turquía, aunque quería presionar alto en la salida de balón española, no podía con una España que tenía la pelota, y la recuperaba por medio de Sergio Busquets, pletórico todo el partido con 88 pases correctos, para generar peligro por dentro pero sobre todo por fuera. Ni un pisotón podía frenar al mago Iniesta, que conectaba con un Nolito que mantiene ese momento eléctrico con el que está desde que arrancó la concentración el pasado 23 de mayo. El extremo del Celta, que suma 5 goles en dos semanas con La Roja, rozó la gloria dos veces. En la primera su remate con la diestra se marcó por poco al no terminar de completarse la rosca y en la segunda no supo embocar una asistencia desde la banda de Juanfran. Cabeceaba lamentándose pero poco después se desquitó. Abrió a la banda a Alba, que se frenó en su carrera y se la devolvió al no ver claro el espacio. El '22', el hombre que está siempre cantando en la concentración, envió un balón medido al área que peinó perfecto Morata, al que parece su 'rapado' por superstición le concede el gol.

El sueño de Nolito

El 1-0 pareció una liberación para España, que tres minutos más tarde vio cómo Nolito, aquel niño que creció sin juguetes cuidado por sus abuelos y con tíos que se convirtieron en hermanos, cumplió su sueño de la infancia. Combinó con Morata, este se la dejó a Cesc que buscó un balón a la espalda de Mehmet Topal. El central, al querer despejar, hizo posible que el gaditano, en fuera de juego, cumpliera su sueño. Su toque hacia Volkan Babacan se quedó corto y llegó 'Noli' con «la cañita» como él mismo dice para cruzar uno de los palos pese a resbalarse en el remate. Un gol feo, pero con el que este futbolista humilde completó su sueño. Se abrió de brazos y tras ser felicitado por todos se fue a abrazar con Casillas. España completaba en el entreacto un buen ejercicio rematador: diez intentos, tres de ellos entre palos y dos goles conseguidos.

Al descanso se iba hablando de táctica con Busquets y con gesto emocionado se retiró abrazado del costado con Morata, al que felicitó por su gol. Pocas personas eran más felices a las 21:54. Al regresar lo hizo charlando con Iniesta, que le dio su primera pelota en la segunda mitad tras un sombrero. Uno de esos momentos en los que Nolito reconoce que siente orgullo de compartir equipo con el manchego, que ante los turcos dio otro recital pese a las patadas con las que quisieron frenarle los chicos de Fatih Terim. Con el exterior del pie buscó a Alba, que estaba en fuera de juego, que la mandó al área para que Morata la remachase a la red. Primer jugador en lograr dos goles en el torneo.

Arda, pitado por los suyos

Mientras la afición coreaba su nombre colgó una bola a la espalda de Topal y Morata tuvo en su cabeza el 'hat-trick' pero la mandó desviada. Turquía, tres goles por debajo en el marcador, no le perdió la cara al encuentro pero Yilmaz, tras un buen regate a Piqué, envió al limbo la opción de volverse a meter en la pelea por un punto. Fue algo efímero. Atrás se hizo fuerte la defensa, incluso con Azpilicueta atrás. Volvieron los oles, los regates de Nolito que incluso se atrevió con una 'ruleta marsellesa' que solía dejar Zidane en su época de jugador. De esas que hace tiempo no se ve hacer a Arda Turan, desaparecido y al que su propia afición abroncaba cada vez que tocaba la pelota. Se produjo una situación surrealista: la afición española ovacionaba al '7' azulgrana, otrora '10' atlético, y los suyos silbaban.

Bruno, Busquets y Koke juntos

Todo eso se produjo cuando Koke, uno de sus mejores amigos de su pasado colchonero, compareció en el campo por Cesc Fábregas, más entonado que el pasado lunes. Terminó España con doble pivote (Bruno y Busquets) y Koke e Iniesta de interiores. Del Bosque pensó que la cita, finiquitada desde el 3-0, estaba para probar el plan que, posiblemente, meditar armar cuando tenga que medirse a algunas de las selecciones más potentes: Francia, Alemania o Italia. Es decir, a alguna de las otras con más posibilidades de llevarse el título. No es solo cosa de las casas de apuestas.

Y es que, aunque intente disimularlo, el juego de la vigente campeona le convierte en favorita. Sigue defendiendo bien gracias a sus defensa y un De Gea que supera a Gordon Banks como portero que llega a 450 minutos oficiales sin encajar. La selección, que se quitó el estigma del gol perdido, ha ganado sus diez últimos partidos de competición sin recibir ni un solo gol. Si a ese bloque defensivo que arman De Gea, Ramos, Piqué y Busquets se le añade gol, el plan parece perfecto. Aunque a Del Bosque no le gusten mucho los halagos.

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