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Theo felicita a Lucas Vázquez tras el tanto del gallego.

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Theo felicita a Lucas Vázquez tras el tanto del gallego. JuanJo Martín (Efe)
Dieciseisavos | Ida

Los penaltis alivian al Madrid

Marco Asensio y Lucas Vázquez salvan desde los once metros a un equipo que tuvo que trabajar más de lo previsto para ganar al Fuenlabrada

Óscar Bellot

Madrid

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Jueves, 26 de octubre 2017

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Fuenlabrada, ciudad situada al sur de la Comunidad de Madrid, vive un momento único con el deporte. Esta humilde localidad, de 194.000 habitantes y emplazada a 16 kilómetros de la capital, puede presumir de tener a sus dos clubes más emblemáticos compitiendo en la élite nacional de los deportes más exitosos en el panorama europeo, el fútbol y el baloncesto. El C.F. Fuenlabrada y el Montakit Fuenlabrada no comparten escudo, ni equipación, ni instalaciones, pero sí que los une una misma situación, la de vivir actualmente el mejor arranque de sus respectivas historias y, además, competir en este momento contra el todopoderoso Real Madrid. Los que practican baloncesto, en una liga regular, la Liga Endesa; los que practican fútbol, en cambio, en una ronda eliminatoria a ida y vuelta, los dieciseisavos de la Copa del Rey.

El Montakit Fuenlabrada, con cinco triunfos y ninguna derrota, es colíder de la ACB junto al conjunto merengue, superando así su mejor inicio en la competición (cuatro victorias y una derrota). El C.F. Fuenlabrada es el segundo clasificado del grupo I de la Segunda División B, registra hasta la fecha el mejor arranque de temporada en su historia, y este jueves se mide en el duelo copero al cuadro dirigido por Zinedine Zidane, que desea conseguir el único título que le falta como entrenador. «Nos hace ilusión jugar esta Copa, como todas las competiciones, y queremos como siempre dar el máximo y mañana hacer un buen partido de fútbol. No pensamos que la Copa no nos interesa, sino todo lo contrario. Cuando te pones la camiseta de este club es para ganar todos los partidos», admitió el francés.

Un Fernando Torres ampliado

El C.F. Fuenlabrada, equipo local del estadio Fernando Torres, que con una grada supletoria tendrá 7.500 espectadores para la cita del jueves, vive en un momento de auténtica euforia. Desde su fundación en 1975, este equipo que ha escalado desde las divisiones más modestas, y que regresó por tercera vez a la categoría de bronce en 2012, nunca se había enfrentado en competición oficial al Real Madrid, vigente campeón de Liga y de Europa. Tampoco habían contado, según los datos, con una plantilla de tanta calidad. Este curso han ganado todos los choques a domicilio en liga y solamente han caído derrotados en casa ante el líder de la categoría, el Deportivo Fabril, filial del Deportivo de La Coruña. «Que vengan sus estrellas, que los suplentes corren más», bromea Antonio Calderón sobre las presumibles ausencias madridistas.

Algunos nombres célebres del fútbol español han pasado por el campo del Fuenlabrada. Cosmin Contra o Fernando Morientes han sido transeúntes del banquillo fuenlabreño. Por el contrario, Sergio Pachón, mítico futbolista tanto en la entidad como en la ciudad, o David Barral, que llegó cedido por el Real Madrid, han vestido la elástica azul del club. Esta campaña el equipo cuenta con un proyecto ilusionante y quiere apostar por cotas altas. Los pupilos de Antonio Calderón se caracterizan por tener una defensa contundente y un esquema bien organizado. 'El Cata' Díaz o Jordi Codina aportan experiencia reciente en la Primera División. Mientras que Luis Milla, hijo del histórico jugador y actual seleccionador indonesio, Fraile o Dioni, delanteros en racha, entre otros talentos, son algunos de los futbolistas que avalan más garantías. «No perdemos desde la primera jornada y queremos que siga la racha. Lo he soñado y meterle un gol al Real Madrid sería la leche», dice Milla, que en su etapa en el Guijuelo no se pudo medir por lesión al Atlético también en Copa.

Una racha con premio

Los partidos del 'Fuenla' en el Pabellón Fernando Martín son una fiesta y no sólo este año que lleva pleno de triunfos. Ya no es extraño escuchar desde su megafonía la ya mítica canción para el cuadro naranja, 'Mi Gran Noche', de Raphael. El cuadro dirigido por el 'Che' García, que cumple este curso 20 años consecutivos en ACB, está demostrando que siempre, siempre, se reconstruye. Los últimos años son historia para este club fundado en 1983, que cuenta con holgada experiencia en Europa, Copa del Rey y playoffs por el título. El Montakit, que en otras épocas era Jabones Pardo o Alta Gestión, llegó el pasado curso hasta el 'Top 16' de la Eurocup, la segunda competición más importante en Europa, pero cayó eliminado por el Herbalife Gran Canaria en la segunda ronda. Sin embargo, Marko Popovic, actual estrella del equipo, se proclamó máximo anotador de la competición y Roland Smits, canterano, fue galardonado como jugador revelación del torneo.

Álex Llorca, escolta del Montakrit Fuenlabrada.
Álex Llorca, escolta del Montakrit Fuenlabrada. Julio Muñoz Efe)

Este histórico equipo, ha contado en sus filas con numerosos jugadores de renombre internacional, tales como Perasovic, José Manuel Calderón, Walter Herrmann, Gustavo Ayón o Bismack Biyombo. La larga lista no quita méritos a la plantilla actual que suma grandes lanzadores como Paco Cruz, O'Leary, Vargas o Rupnik, además de potencia bajo el aro como Eyenga, Olaseni o Sekulic. Esta campaña han derrotado a tres equipos del último playoffs (Baskonia, Unicaja y MoraBanc Andorra), una locura para esta entidad que calculaba el pasado año un presupuesto de tres millones de euros. Los precedentes dicen que todos los que arrancaron con cinco victorias se clasificaron para la Copa del Rey y también para los playoffs finales.

Así, dos equipos de Fuenlabrada, que no comparten instituciones, pero sí la idea de brindar alegría a una misma ciudad. Los fuenlabreños, inmersos en una semana para la historia de su localidad, pueden tener para rato una sonrisa hilada al deporte.

Dos penaltis, uno cuestionable y otro indiscutible por mucho que en demasiadas ocasiones no se penen ese tipo de acciones, sirvieron al Real Madrid para llevarse un choque que se había ido envenenando y firmar una victoria en el estadio Fernando Torres de Fuenlabrada más trabajada de lo esperado dada la sideral diferencia de calidad y experiencia entre los contendientes en estos dieciseisavos de la Copa del Rey que ya han deparado alguna que otra muestra de que la jerarquía no gana partidos sino que estos han de resolverse con mejor juego y, a veces, como le sucedió al cuadro de Chamartín, un poco de suerte. A esta última tuvo que agarrarse el vigente campeón de Liga y Champions, que mantuvo el abrumador dominio de la pelota que se presuponía pero que tardó mucho en convertir la posesión en ocasiones, penalizado por la falta de claridad de su mediocampo, con la salvedad y a cuentagotas de Ceballos. Un pecado que estuvo a punto de costarle un disgusto de no mediar la candidez de la zaga local.

Fuenlabrada

Codina, Iribas, Cata Díaz, Armando, Fran García, Milla, Atienza, Dani Fernández (Portilla, min. 46), Quero (Yaw Annor, min 52), Hugo Fraile y Dioni.

0

-

2

Real Madrid

Casilla, Achraf (Franchu, min. 80), Vallejo, Nacho, Tejero, Marcos Llorente, Ceballos, Lucas Vázquez, Theo, Marco Asensio y Borja Mayoral.

  • goles 0-1: min. 62, Marco Asensio. 0-2: min. 79, Lucas Vázquez

  • árbitro Ignacio Iglesias Villanueva (colegio gallego). Expulsó por doble amarilla a Candela, por parte del Fuenlabrada, y mostró roja directa a Vallejo por parte del Real Madrid. También mostró cartulina a Fran García y Cata Díaz, del Fuenlabrada

  • incidencias Partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Fernando Torres de Fuenlabrada ante 7.500 espectadores

Derribó primero Fran García a Achraf cuando el hispano-marroquí incursionaba por el costado derecho en busca del área. Una falta sobre la que no había margen para la duda, sí de si debió señalarse fuera o dentro del área. No perdonó Marco Asensio en la ejecución de la pena máxima. Tampoco Lucas Vázquez cuando agarró el cuero y lo colocó en el punto que había señalado el colegiado tras pitar un placaje sobre Theo. Dos tantos desde los once metros que castigaron con extrema dureza al Fuenlabrada, un equipo animoso que llegó a poner en algún que otro aprieto a Casilla en el inicio del partido pero que con el correr de los minutos fue paulatinamente retrocediendo ante el empuje de un rival llevado más por la obligación que por las ganas.

Presentó Zidane un once plagado de meritorios, algunos de ellos, caso de Marco Asensio, catapultados al rol de estrella ascendente merced a sus deslumbrantes actuaciones. Futbolistas precisados de minutos, como Vallejo, que efectuó su debut en partido oficial con el club de Concha Espina 819 días después de materializarse su fichaje y que acabó viendo una roja que empañó un estreno en el que había mostrado buenas maneras. E incluso alistó al multiusos del filial, Álvaro Tejero, su ojito derecho en la cantera. Ocupaba el madrileño el carril izquierdo, con Nacho en el eje de la zaga junto a Vallejo y Achraf en la derecha. Theo, el único extranjero del Real Madrid más español que se recuerda en años, se ubicaba en la medular, una posición en la que el técnico ya le probó contra el Levante y en la que, como entonces, volvió a sentirse como un cuerpo extraño.

La posición adelantada del marsellés, sumada a la presencia en la otra banda de Lucas Vázquez, dotaba a los visitantes de dos puñales por los carriles. No se arredraba pese a ello el Fuenlabrada, que suplía la inferior calidad de sus futbolistas con la ilusión de un club al que le cayó el ‘Gordo’ del sorteo y que ve la Copa como un formidable escaparate en el que lucir sus virtudes mientras no pierde de vista su auténtico objetivo, el ansiado ascenso a Segunda. Para los locales el encuentro era un regalo; para los visitantes un trámite en el que la victoria pesará pocos gramos en la balanza de la temporada pero la derrota habría inclinado con fuerza el fiel del lado negativo por mucho que el sistema a doble partido dificulte en grado sumo la repetición de episodios de infausto recuerdo en la ‘casa blanca’ como ese ‘Alcorconazo’ del que justo ahora se cumplen ocho años.

Puso aquel aldabonazo sobre aviso a los grandes, que desde entonces tratan de protegerse del bochorno por vías diversas. Lo hace Zidane incidiendo en que la Copa es importante, más este curso en el que el Real Madrid pelea por el ‘sextete’, y a la vez encomendándose a esa unidad B que tantas alegrías le reportó la temporada pasada. Jóvenes comprometidos con la causa, ávidos de ganarse, luciéndose en bolos, los minutos para los grandes escenarios.

Sirvieron las ganas de los jóvenes valores blancos para contrarrestar la pujanza y la falta de complejos con que afrontaron el choque los jugadores del Fuenlabrada, pero adoleció el Madrid de escasa fluidez.

Hubo que esperar a los estertores del primer tiempo para ver el primer disparo peligroso de los visitante, una formidable volea desde el balcón del área de Marcos Llorente que se estrelló en el larguero. Balance demasiado pobre para el poderoso, que confiaba en que el paso de los minutos abriese espacios en la defensa local, ordenada pero demasiado cándida, como acabó demostrándose en el segundo tiempo para alivio del Real Madrid.

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