Torremolinos, sede de la fase final de la Copa Coca-Cola

Durante unos días, la atención futbolística en la provincia se desplazará de la capital a Torremolinos. El motivo no es otro que la celebración de la fase final de la Copa Coca-Cola, que llega al municipio desde mañana hasta el domingo.

La final ha sido presentada esta mañana en la sala de prensa Juan Cortés del estadio La Rosaleda, con presencia del consejero consultivo del Málaga Abdallah ben Barek; el exjugador malaguista Basti, en representación de la Fundación del club; el concejal de Educación de Torremolinos, César Carrasco; el jefe de comunicación de Coca-Cola en la región sureste, Alejandro García, y el vicepresidente de la delegación provincial de la Federación Andaluza de Fútbol, Pedro Valencia. Todos ellos han coincidido en la importancia que tiene un torneo como este, en el que, además de fomentar entre los jóvenes hábitos de vida sana, se promueven la deportividad y el juego limpio. Esto último queda simbolizado con la tarjeta blanca, que se une a las ya conocidas roja y amarilla, pero que a diferencia de estas no castiga, sino que premia el buen comportamiento dentro del campo de juego.

Como en años anteriores, en la fase final de este certamen participarán doce equipos de cadetes (seis clubes y seis selecciones), que competirán por hacerse con el título que actualmente ostenta el Real Zaragoza. Junto a estas formaciones también visitarán la localidad los cuatro equipos que participan en la categoría femenina.

Competición

Tanto clubes como selecciones se dividirán en dos bloques, que se enfrentarán entre ellos en partidos de 40 minutos y con un mínimo de encuentros cada participante. De esta primera ronda, saldrán dos finalistas, que competirán en la final de clubes y selecciones, respectivamente. Finalmente, los ganadores de estas dos finales lucharán en un último encuentro para levantar el trofeo.

No es la primera vez que el fútbol malagueño y la multinacional se unen. Como ha recordado Basti, el pasado año ambas entidades se unieron en el proyecto Botella solidaria, donde se sacó a subasta una botella con la firma de los jugadores, con el objetivo de recaudar fondos para Bancosol. Esta nueva colaboración no responde a ningún propósito solidario, pero sí que ayudará a la economía de la zona, pues, como ha apuntado Carrasco, «el turismo tiene muchas patas», y a la tradicional oferta de sol y playa, se une ahora el fútbol.

• Temas
• fútbol