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Moli, a la entrada de SUR.
Manuel Luiggi: «Málaga es el paraíso, el mejor rincón del mundo»

Manuel Luiggi: «Málaga es el paraíso, el mejor rincón del mundo»

Este malagueño con apellido italiano es un sabio de los banquillos, no en vano lleva 22 años al frente del que ahora es el UMA Antequera de fútbol-sala, al que entrenará en la élite la próxima campaña. Conocido por el apelativo de ‘Moli’, es uno de los protagonistas del deporte malagueño en los últimos tiempos y promueve los valores del juego limpio y de la deportividad allá por donde va.

Juan Antonio Morgado

Lunes, 27 de julio 2015, 00:26

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Manuel Luiggi, 'Moli'

  • ¿Quién es? Manuel Luiggi Carrasco Moli nació en Málaga el 24 de octubre de 1951. Como indica su primer apellido, tiene sangre italiana en las venas porque su abuelo era italiano, pero se considera «malagueño de pura cepa».

  • ¿En qué trabaja? Este auxiliar administrativo es el entrenador del UMA Antequera de fútbol-sala, equipo al que ha ascendido a Primera, la máxima categoría, en la temporada 2014-2015. «Lo que era para mí un hobby, lo he convertido en una profesión», dice. Lleva 22 años en la plantilla de técnicos de la Universidad.

¿Le da vértigo verse entre los mejores la temporada que viene?

No, porque no tenemos presión, ya que la filosofía de la Universidad de Málaga es otra, no estamos obligados a ganar.

¿Ha llamado alguna vez a los jugadores el día antes de un partido para controlarlos?

Nunca. Lo he vivido como jugador, pero a mis jugadores no los controlo hasta ese punto porque les transmito que sean responsables. El que tiene un día malo sin ser habitual ya me está diciendo algo.

¿Con qué eslogan publicitaría Málaga?

Málaga es el paraíso, el mejor rincón del mundo. Enamora a la gente, con su calle Larios, que yo no dejo que pasen dos días sin verla.

¿Juega al dominó en el chiringuito?

No, yo necesito más actividad, no puedo estar sentado tanto tiempo.

¿Qué es lo primero que hace cuando llega a la playa?

Tocar el agua, aunque si está muy fría no me meto, sino que me pongo bajo la sombrilla a leer o escuchar música y ver el panorama, que merece la pena.

¿Qué le parecen las playas nudistas?

No he estado en ninguna, pero me parece bien que existan; estamos en un país libre.

¿Marbella o Rincón de la Victoria?

Torremolinos (risas).

¿Por qué lo prefiere?

A los 15 años estaba trabajando allí de botones en un hotel, Los Nidos, que ya no existe, y después trabajé en una ferretería. Y posteriormente en las oficinas de otro hotel. Entonces, me fichó el Torremolinos cuando tenía 17 años para jugar en Tercera. He estado allí media vida.

Cuéntenos algo de sus ascendientes italianos.

Mi abuelo vino a Málaga para una actuación con una banda de música y conoció a mi abuela en Álora y se quedó aquí. Mi padre era cantaor flamenco, Ángel de Álora.

¿Le gusta el flamenco?

Sí, me llena mucho. Antes tenía más tiempo de ver alguna actuación. Cuando puedo voy a la Peña Juan Breva. Me encantan las soleares.

¿Conoce Italia?

No he ido nunca. Es mi asignatura pendiente.

¿Les quita las espinas a los boquerones o se los come enteros?

Si son pequeños, enteros. Recuerdo cuando mi madre hacía esos manojitos que están riquísimos.

¿Da mucha propina?

El pico que sobra lo dejo, pero la verdad es que no soy de muchos bares; solo tomo un cafelito tranquilo mientras veo los mensajes en el móvil.

¿Les compra cosas a los vendedores callejeros?

No soy de comprarles, porque no me paro a ver lo que tienen.

¿Qué género de películas le fascina?

Me gustan las películas románticas, como Pretty Woman, que la he visto varias veces. Soy muy nostálgico, soy un soñador...

¿Va a los cines de verano?

No.

A los jugadores, ¿los llama, de tú o de usted?

De tú, y ellos igual. Me gusta que me llamen por mi nombre.

¿Cómo le dicen, míster o Moli?

Moli; míster es una palabra extranjera. No quiero seriedad porque eso dificulta que nos digamos cosas a la cara. El entrenador debe tener mano izquierda, y conocer lo que tiene entre manos. Con tantos años como llevo en esto le puedo decir que miro a un jugador a la cara y sé si tiene algún problema.

¿Practica algún deporte?

Cuando puedo, juego al tenis, pero ahora tengo una lesión de menisco y lo he dejado, pero la bicicleta (ojo, las del Ayuntamiento) la cojo todos los días.

¿Le tiene miedo al avión?

Ni lo pienso, porque cojo tantos al cabo del año que no lo pienso.

¿Qué le parece la proliferación de partidos políticos?

Que se acabe el bipartidismo está bien. Pero todos necesitan tiempo, porque gobernar no es fácil. Por ejemplo, Rajoy tendría que salir más a la calle.

¿Qué manía tiene en el banquillo?

No sentarme. No puedo, tengo como un muelle... Antes de empezar el partido me quedo 40 minutos solo para recapacitar y ahí es cuando se me enciende la luz.

¿Está a favor o en contra de la jet set?

Ya hay menos. Marbella ha perdido mucho.

¿Hacen buena pareja Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa?

Por lo visto, se conocían de hace tiempo y ahora el destino ha hecho que se reencuentren. Se sabía que ella no se iba a enamorar de una persona normal, aunque también tenemos derecho (sonríe).

¿Cuál ha sido su mejor decisión durante la crisis?

No meterme en trampas y mantener mi sitio como trabajador del club de la UMA.

¿Es socio del Málaga o del Unicaja?

No, porque mi profesión no me lo permite. Pero estoy abonado a Canal Plus para poder ver al Málaga. El club no trata al aficionado como este al club.

¿Cuál es el secreto de su éxito?

Rodearme siempre de los mejores. Pero más que valorar el éxito, valoraría el trabajo, el comportamiento del día a día, machacarte y planificar. Para mí es más importante un jugador con valores que otro sin ellos. El grupo es la clave; por eso llevamos cinco años ganando el trofeo al juego limpio a nivel nacional. Se puede ganar y ser campeón con la deportividad como bandera.

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