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Joseph Blatter, durante su rueda de prensa.
Blatter ajusta cuentas con sus detractores
CORRUPCiÓN

Blatter ajusta cuentas con sus detractores

Denuncia una campaña «de odio» de la UEFA y recuerda que EE UU es «el principal patrocinador de Jordania», país de su único rival en las elecciones

COLPISA/AFP

Sábado, 30 de mayo 2015, 18:07

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Con los ecos de su reelección al frente de la FIFA todavía recientes, Joseph Blatter no tardó este sábado en responder a sus detractores, que en los últimos días le criticaron duramente por el escándalo de corrupción que sacude a la organización desde el miércoles. Tres días de tormenta en los que el capitán del barco, según las metáforas marinas tan del gusto del suizo, ha resistido para llegar a buen puerto para sus intereses y para disgusto de la UEFA y de Estados Unidos, entre otros, a los que Blatter lanzó dardos este sábado en una entrevista en la Radio Televisión Suiza (RTS).

«Me han afectado los ataques»

  • EN PÚBLICO, CONCILIADOR

  • «Me han afectado los ataques», declaró Joseph Blatter este sábado, un día después de su reelección para un quinto mandato al frente de la instancia suprema del fútbol mundial. Tras mostrarse muy duro en una entrevista en la televisión suiza, en la rueda de prensa organizada tras la reunión del Comité Ejecutivo de la FIFA, Blatter, de 79 años, mostró un tono más amable y conciliador, estimó que sigue siendo «el hombre de la situación» y pidió «unidad y solidaridad» para «ir hacia adelante».

  • «Me ha afectado todo lo que ha pasado y me han afectado los ataques (personales)», admitió Blatter. «Prometo que en las próximas semanas trabajaremos para llevar el barco (de la FIFA) a aguas menos turbulentas, a una situación más tranquila y agradable», apuntó. Las metáforas marinas, que Blatter ya utilizó repetidamente en 2011 ante otro escándalo de corrupción en la FIFA, fueron el hilo conductor de su discurso. «La tormenta sigue ahí, puede que menos fuerte, y ya no es un huracán, pero los efectos todavía están ahí», aseguró.

Blatter denunció una campaña «de odio» de la UEFA, cuyo presidente, el francés Michel Platini, un antiguo aliado con el que está enfrentado abiertamente, pidió el jueves su renuncia. «Es un odio que no sólo proviene de una persona en la UEFA, sino de la organización UEFA, que no puede entender que en 1998 me convertí en presidente», afirmó Blatter a la televisión RTS. «Perdono a todo el mundo, pero no olvido», dijo sobre la postura de Platini, antes de reconocer que FIFA y UEFA están condenadas a entenderse y que no pueden vivir una sin la otra.

En los últimos días, la UEFA, que respaldó mayoritariamente al príncipe jordano Ali Bin al Hussein en la elección del viernes, se había confirmado como la gran oposición a Blatter dentro de lo que el presidente de la FIFA acostumbra a denominar la «familia del fútbol».

Después de que el miércoles, a dos días de la elección presidencial, estallara el escándalo de las siete detenciones de dirigentes del fútbol en Zúrich y la imputación de 14 personas, la UEFA pidió un aplazamiento del Congreso de la FIFA y de las elecciones, sin éxito. Platini pidió la dimisión de Blatter y después del triunfo del suizo se centró en subrayar la necesidad de «cambios» en la FIFA, dejando claro que no pondrá las cosas fáciles a Blatter en este quinto mandato y que estará atento a cualquier momento de debilidad.

Otro de los frentes abiertos que abordó Blatter en sus palabras a RTS fue el de Estados Unidos, el país en el que se investiga la presunta corrupción y que solicitó a Suiza la operación del miércoles en Zúrich. «Hay señales que no engañan. Los estadounidenses eran candidatos a organizar el Mundial de 2022 y perdieron ... Si los estadounidenses quieren indagar delitos financieros o violaciones a la ley que conciernen a ciudadanos de Norteamérica o de Sudamérica que los detengan allí, y no en Zúrich, mientras hay un congreso», expresó Blatter.

Durante el Congreso del máximo organismo futbolístico, el presidente de la FIFA ya había insinuado que veía sospechoso que la operación llegara justo en vísperas de una elección, por lo que vio ánimo de «interferir» en el normal desarrollo de la misma. «No olvidemos que ellos (Estados Unidos) son el principal patrocinador del reino hachemita, y por lo tanto de mi rival (el derrotado el príncipe Ali). Este asunto no me gusta», aseguró.

¿Dimisión? No, gracias

Lo que Blatter dijo tener claro es que no va a dimitir, y menos ahora que ha conseguido una vez más el respaldo del Congreso de la FIFA, tras ganar por 133 votos a 77 al príncipe Ali en la primera vuelta. Ninguno de los dos llegó a los dos tercios requeridos para ganar en la primera votación y se iba a proceder a una segunda vuelta, pero el jordano renunció a concurrir a ella, consciente de que allí a Blatter le bastaba con ganar por mayoría simple y que por tanto el resultado estaba claro.

«¿Por qué voy a dimitir? Eso sería aceptar, decir que tengo culpa en lo que ha pasado, yo, que estoy luchando desde 2011 (año de la precedente reelección) con nuestras diferentes comisiones (de la FIFA) contra toda corrupción», se defendió.

En el primer día del nuevo mandato de Blatter, la FIFA y el suizo no descansaron y abordaron una reunión importante, una convocatoria extraordinaria del Comité Ejecutivo, su órgano de gobierno, que decidió que cada confederación siguiera teniendo el número de plazas actual para los Mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022.

Europa conserva 13 billetes, África cinco, Sudamérica y Asia 4,5 (el medio se refiere a la posibilidad de clasificar otro equipo mediante una repesca), la Concacaf 3,5 y Oceanía 0,5, además de la plaza que le corresponde al país anfitrión, a los rusos en 2018 y a los cataríes en 2022.

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