El Palo no consigue doblegar al Melilla (1-2)

El Palo sigue acusando el mismo problema de siempre: falta de gol. Y comienza a ser una circunstancia preocupante para el club malagueño. Que los jugadores están comprometidos es un hecho, y que la actitud con la que salen a disputar el partido es la idónea, también. Pero al cuero le cuesta entrar en las mallas rivales. Los hombres de Rafa Muñoz volvieron a caer por 1-2 ayer, y ya van tres derrotas consecutivas en el año, frente al Melilla, un rival directo que sigue su progresión en la tabla. La lectura del partido por parte de los integrantes de la plantilla fue la de siempre: el balón no entra. Una frase que se instaura como típica en San Ignacio.

El Palo salió muy enchufado en los primeros minutos. Pese a la falta de gente en la grada, ya que apenas dio resultado la oferta de dos euros por entrar al estadio, los jugadores locales saltaron al césped muy motivados, con ganas de agradar a los hinchas presentes, y sobre todo, recuperar la confianza. En el primer minuto, Juanillo se vistió de Zidane y con una ruleta consiguió los 'olés' de la grada. Los locales lo buscaron mucho, y gran parte del juego ofensivo de El Palo llegaba por la banda izquierda. No obstante, poco a poco el Melilla fue encontrando a sus hombres de referencia, y decidió adelantar sus líneas.

La primera parte se fue diluyendo entre jugadas embarulladas y buenas actuaciones de sendos porteros, que tuvieron que estar muy preparados, ya que no hubo un ritmo constante de llegadas de peligro. Solo dos disparos de Iván Márquez y Marín inquietaron a los visitantes, que desde el minuto 25 se encontraron muy cómodos en el campo. Por parte del Melilla, fue Pedro Conde el que puso a prueba a Pol Ballesté, que demostró maneras de gran portero. La grada ya comenta el futuro del catalán, que tiene a muchos admiradores dentro de la hinchada.

Tras la reanudación, el choque se puso cuesta arriba para los blancos. En un saque de esquina botado por el Melilla, Juanillo cabeceó en propia puerta. El 0-1 parecía apagar un poco a los locales, que tuvieron que sacar fuerzas de flaqueza para reaccionar y volver a llevar las manijas del encuentro. Fue el propio Juanillo, tras un buen disparo de Cala, el que puso la igualada en el marcador y dio alas a un equipo que comenzó a creer en la remontada.

No obstante, poco duró la ilusión. En el minuto 67 Nacho Aznar volvió a adelantar a los suyos, lo que dejó noqueado al equipo malagueño, que sacó pechó, adelantó líneas y se fue a buscar el partido con toda la carne en el asador. Nacho Aranda tuvo una gran oportunidad, y poco después también Quique de la Mota, que entró en la segunda mitad para dar equilibrio al centro del campo. No fue suficiente, el esférico no llegó a entrar, y crea una incertidumbre poco favorable para cualquier equipo.