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CANTERANOS CON ESTRELLA

Un luchador con la vista en Tokyo 2020

Ángel Medina Cisneros

EUGENIO CABEZASJUAN GALLARDO GÁMEZ

Jueves, 13 de octubre 2016, 00:32

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Ángel Medina (El Morche, Torrox, 1997) acaba de iniciar su segundo curso académico en la residencia Blume para deportistas de elite, becado por el Consejo Superior de Deportes (CSD). Este karateca de 19 años es una de las grandes promesas nacionales en una disciplina que tiene ya la vista puesta en la próxima cita olímpica, Tokyo 2020, cuando debutará como deporte olímpico. Con ello sueña Medina, que estudia segundo de Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de la capital de España, una carrera muy difícil que compagina que los duros entrenamientos y las competiciones.

MUY PERSONAL

  • uFecha de nacimiento 9 de octubre de 1997.

  • uLugar El Morche.

  • uCurso 2.º de Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Madrid.

  • uClub AKA Axarquía.

  • uCategoría Sub-21 y ha competido ya como sénior.

  • uModalidad Kumite o combate.

  • uPalmarés Campeón de España sub-21 en menos de 60 kilos, subcampeón del Europeo, plata en el Campeonato Mediterráneo y bronce en la Copa Iberoamericana.

Su palmarés da auténtico vértigo, pues sólo en este año se ha proclamado campeón de España sub-21 en la modalidad kumite o combate de menos de 60 kilos, subcampeón de Europa sub-21, y ha conseguido una medalla de plata en el Campeonato Mediterráneo, disputado en Toledo, en categoría sénior, y una de bronce, la más reciente, este pasado fin de semana, en la Copa Iberoamericana en la ciudad portuguesa de Braga. En la final de consolación el karateca malagueño se impuso al chileno Matías Quijada.

Con apenas cinco años, Medina empezó a practicar el kárate en el colegio de El Morche, a las órdenes de Javier Fenech, de la Asociación de Kárate Axarquía (AKA), que dirige Juan Gallardo. «Poco a poco me fui enganchando más y más. Es un estilo de vida que me ha aportado muchas cosas, no me arrepiento de nada. Lo más importante es la perseverancia, el aprendizaje, la amistad y el respeto a los rivales», dice.

Para el joven sería «un sueño hecho realidad» acudir a las Olimpiadas de la ciudad japonesa, «aunque todavía queda mucho camino por recorrer», apostilla. «Las temporadas más importantes van a ser las de 2018 y 2019», avanza. Tiene previsto seguir entrenándose duro cada día, en dobles sesiones, que compagina con los estudios.

Junto a él en la residencia madrileña el 'frente boquerón' de los karatecas lo completan la sub-21 María Torres, quien también compite en la modalidad de kumite o combate, y los séniors Margarita Morata y Damián Quintero, que lo hacen en katas o técnicas. «Para mí fue un gran orgullo que el Ayuntamiento me otorgase el título de Hijo Predilecto este pasado verano», confiesa el joven, al que le gustaría trabajar como ingeniero en biomecánica para ayudar a los deportistas paralímpicos.

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