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El Clínicas, desarmado y sin opciones

El Clínicas, desarmado y sin opciones

El conjunto local recibe una severa paliza ante el Valladolid en un partido que quedó sentenciado en el primer cuarto

Enrique Miranda

Sábado, 24 de enero 2015, 01:54

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El Clínicas Rincón no levanta cabeza. Se ha instalado en la zona baja de la LEB Oro y no reacciona. Era previsible que el conjunto malagueño sufriera mucho esta campaña en la segunda categoría del baloncesto nacional, sin algunos de sus líderes del pasado año. Era un riesgo que había que asumir. Confiar en la experiencia de Guillén y Alfonso Sánchez y esperar que los canteranos dieran un paso más.

Pero el panorama se está terminando de oscurecer en las últimas semanas. Con Sánchez obligado a pasar por el quirófano, Soluade con una muñeca lesionada y Guillén también ausente varios partidos, el equipo parece que se ha venido abajo. Ayer, ante el Valladolid, un histórico del baloncesto español, la paliza fue escandalosa (45-85). El conjunto local se desconectó del partido demasiado pronto, en el primer cuarto. No era solo cuestión de calidad el Valladolid tiene una buena plantilla, con jugadores muy experimentados, es que los jugadores de Tomé se mostraron impotentes en el momento que el conjunto visitante logró las primeras diferencias. Al final del primer cuarto, el conjunto malagueño perdía por 15 (11-26), tras un gran primer cuarto de Román Montáñez. El problema es que no hubo reacción y la diferencia fue en aumento durante todo el encuentro (25-49, al descanso).

Guillén, falto de ritmo aún tras su lesión, se encontraba demasiado solo en ataque. Fue el único que superó los diez puntos por parte del Clínicas, cifra que alcanzó el descarado Carlos Corts. No aparecieron Sabonis, Karahodzic o Romaric, hombres que tienen que ser importantes en este Clínicas. Pero es que ayer no fue el día de nadie.

Ni en ataque(malos porcentajes de tiros y muchas pérdidas), ni en defensa, donde no se mostró la energía y el coraje de otras ocasiones, a pesar de que Tomé no paraba de gritar desde la banda: «¡Pelead, pelead!».

El Valladolid alcanzó los 30 puntos de diferencia al inicio del tercer cuarto y el conjunto malagueño ya se dejó llevar. Una derrota muy abultada (45-85) que puede hacer daño en el estado anímico del equipo.

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