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La selección española celebra la conquista del bronce en el Sinan Erdem de Estambul.

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La selección española celebra la conquista del bronce en el Sinan Erdem de Estambul. Reuters
Eurobasket 2017

España sufre para no bajarse del podio

Los Gasol y el ‘Chacho’ aseguran el bronce para la selección, que exhibe oficio y carácter en la despedida de Navarro

Amador Gómez

Madrid

Domingo, 17 de septiembre 2017, 01:47

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Pese a la diferencia final de ocho puntos, España sufrió hasta el último minuto y medio para ganar el bronce ante Rusia y adjudicarse su sexta medalla consecutiva en el Eurobasket, la novena en las diez últimas ediciones del campeonato continental. El metal era un objetivo obligado para la defensora del título, para la campeona de tres de los cuatro anteriores Europeos, que después de ser borrada de la pista por Eslovenia en semifinales se conjuró para conquistar el bronce en el último partido de Juan Carlos Navarro con la selección española y tuvo que padecer para homenajer con otro éxito a su gran capitán y continuar instalada en un podio europeo del que no se baja desde 2007.

ESPAÑA

Rubio (4), Navarro (2), San Emeterio (8), Pau Gasol (26) y Marc Gasol (25) -quinteto inicial-. Rodríguez (16), Willy Hernangómez (-), Sastre (1), Oriola (5) y Juancho Hernangómez (6).

93

-

85

RUSIA

Khvostov (8), Fridzon (6), Shved (18), Ivlev (2) y Vorontsevich (10) -quinteto inicial-. Antonov (2), Zubkov (8), Mogzov (14), D. Kulagin (10) y Kurbanov (4).

  • PARCIALES: 21-13, 24-15, 21-27 y 27-30.

  • ÁRBITROS: Lezcano (Argentina), Mazzoni (Italia) y Jasevivius (Lituania). Descalificaron a Ricky Rubio, por dos faltas antideportivas. Eliminado: Kurbanov.

  • INCIDENCIAS: Partido por el tercer y cuarto puesto del Eurobasket 2017, disputado en el Sinan Erdem Arena de Estambul. 3.573 espectadores. En el palco, el secretario de Estado para el Deporte, José Ramón Lete, entre otras autoridades.

La de bronce no era la medalla que fue a buscar a Rumanía y Turquía el renovado equipo de Sergio Scariolo, pero una vez frustrado el pase a la final tras ser desarbolada en el tercer y decisivo cruce por la selección de Luka Doncic, esta medalla tiene que dejar un buen sabor a España. El deseo era dedicar un metal, no sólo a Navarro en su despedida, sino también al desafortunado Sergio Llull, a quien tanto se echó en falta en semifinales, a otros dos lesionados (Álex Abrines y Víctor Claver) y a quienes debieron renunciar a este Eurobasket: Felipe Reyes, Rudy Fernández y Nikola Mirotic.

En la misma Estambul donde Navarro y su íntimo Pau ganaron su primera medalla con la absoluta, también de bronce, en el Europeo de 2001, donde comenzó a alumbrar la mejor generación española de la historia, la selección sólo ha tenido realmente un mal partido en el fue fue sobrepasada en todos los aspectos del juego. Así quedó relegada a la lucha por una medalla de consolación que decidieron este domingo los hermanos Gasol y Sergio Rodríguez. Fue un duelo irregular que se complicó demasiado tras el descanso, en el que España debió exhibir de nuevo carácter para derribar a una Rusia repleta de fe que nunca quiso darse por vencida, pese a llegar a ir 18 abajo (51-33) en un mal tercer cuarto del equipo de Scariolo. A sólo 1:36 del final, con muchas dudas y 83-79 a favor de España, Rusia pudo acercarse a sólo un punto, pero afortunadamente Fridzon falló un triple sin oposición y la selección respiró y salió disparada hacia el bronce.

España tuvo más ambición que Rusia y, aparte del talento, la experiencia de un equipo que tiró de galones, oficio y sacrificio en el momento de la verdad resultó clave. Con sus veteranos en pista. Con quienes debían estar, llamados a sentenciar de forma definitiva: Sergio Rodríguez, San Emeterio, el propio Navarro, que con 89-82 volvió a salir a un minuto del final para suplir a Joan Sastre y disfrutar de la medalla, y con la mejor pareja interior del Eurobasket formada por Pau y Marc, que se repartieron 51 puntos y 14 rebotes (una decena del mayor de los Gasol). Pero más allá de los números, fue la sensación de poderío que dieron los hermanos, pese al susto en el tobillo izquierdo que sufrió Marc en el primer cuarto. España también volvió a moverse al ritmo del ‘Chacho’ (16 puntos y nueve asistencias) y, pese al pésimo tiro exterior de la selección (3 de 13 en triples) y desde la línea de personal (26 de 37 tiros libres), salió triunfante cuando la medalla estaba de verdad en el aire por su espíritu y solidaridad defensiva.

Ante un rival que sin Shved jugó muchísimo mejor como equipo y pudo arruinar a España desde el triple (14 de 31), fueron precisamente, aparte de Marc en el primer parcial (10 puntos en ese período) y Pau en el segundo (12), la defensa y la paciencia las que permitieron a la selección despegarse de una Rusia que antes del descanso (45-28) estuvo muy precipitada, demasiado dependiente de su estrella. Sin embargo, fue precisamente cuando España, con Marc desatado, logró su máxima diferencia de 18, cuando comenzó el declive y los rusos comenzaron a progresar. España había dejado en el primer tiempo a Rusia en sólo 28 puntos, pero en el segundo estuvo muy contemplativa atrás y superada por la velocidad y acierto de los exsoviéticos, y la selección de Scariolo debió sufrir. Se desconectó España y Rusia llegó a acercarse a dos (78-76) y acariciar quedarse a uno, y entonces la selección se puso seria de verdad, porque en juego estaba un metal de menos valor que el ansiado pero también muy valioso.

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