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REFLEXIONES AL SUR

UNA FINAL EUROPEA

JAVIER IMBRODA

Lunes, 27 de marzo 2017, 01:07

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Los caprichos del calendario emplazaron al Unicaja y al Valencia enfrentarse en liga antes de afrontar la gran final. Salvo que serán los mismos protagonistas, no supuso ningún ensayo. Se avecina una serie mucho más intensa, más física, y probablemente de marcador corto. El Valencia ha dominado al Unicaja hasta ahora en los partidos disputados. Puede suponer un plus de mayor presión para ellos, son favoritos y además tienen ventaja de campo, pero también saben que jugar arropados con una afición entregada, representa una mayor fortaleza en momentos de máxima tensión.

El Unicaja tiene una gran oportunidad, nada fácil, pero la tiene. No me sé las estadísticas, pero quien venza en el primer partido, me atrevería a decir que tiene más de medio título. Puede ser aventurado expresarlo, pueden disputarse dos partidos más, pero ganar un hipotético tercer partido en Valencia se me antoja altamente complicado.

En cualquier caso, el Unicaja ya ha demostrado en cuartos y en semifinales que está abonado a la épica, pero también es cierto que Valencia está actualmente a un gran nivel, y que se conocen perfectamente.

Acercándonos al partido, al margen de lo que cada entrenador tenga reservado tácticamente para utilizarlo en momentos puntuales, más espero en Plaza que en Pedro Martínez. Plaza sabe que han sido superiores y necesita pensar qué puede añadir a su arsenal táctico para intentar sacar rédito en situaciones concretas. Después como siempre, serán los jugadores quienes decidan. Ya saben que a esos niveles son los jugadores quienes marcan diferencias. El pívot Dubljevic será uno de ellos; ¿quién lo para sin Musli? Será uno de los factores decisivos; ¿irán los jugadores exteriores a doblar (2x1) o sólo con fintas será suficiente? Una decisión a tomar. ¿Doblarle en su lado derecho, donde es prácticamente imparable, y no en su lado izquierdo?, otra decisión. ¿Doblarle desde el primer cuarto o no? Piensen y decidan.

Nedovic, referente del Unicaja, será quien desequilibre. No hay defensa que pueda pararlo, son jugadores que dependen de su inspiración, no de la defensa. Salvo alguna molestia física que le pueda impedir estar al máximo, el Valencia sufrirá su talento. A partir de estos referentes, la nómina de grandes jugadores es amplia, y aparecerán en cualquier momento de la serie final.

Dos factores más que incidirán en la final: uno el factor cancha/afición, fundamental para sentir la presión, ya sea para llevarte en volandas o para superarlo si la sufres, y el otro serán los pequeños detalles, ya saben, un rebote ofensivo después de tiro libre, balones sueltos, ¿quiénes los cogerán?, el porcentaje de tiros libres. En definitiva, partes del juego que serán fundamentales a la hora de inclinar la balanza hacia un lado u otro.

Sí es cierto que el Unicaja vuelve a estar en una final europea, prestigio y reconocimiento. Hora de disfrutarla y competirla. A por ella.

PINCELADAS

Entrenadores españoles. Un vistazo a los banquillos protagonistas de las grandes competiciones, que están liderados por entrenadores españoles. Gran nivel técnico. Bartzokas, entrenador del Barça, otro gran entrenador, está sufriendo las exigencias de la liga ACB. Los entrenadores extranjeros sufren mucho su integración en nuestros banquillos porque desconocen en profundidad la dureza de nuestra competición. Si le añades competición continental, aún más.

La pelea. Ya conocerán la que se lió en un partido de fútbol de categorías inferiores donde los padres se liaron a mamporros delante de sus propios hijos. Imágenes vistas en todo el mundo. Todo un edificante ejemplo. Habría que recomendarles a los padres, básicamente a aquellos que no tienen educación, que no vayan a ver a sus hijos jugar. Que los dejen tranquilos, que dejen que disfruten con sus victorias y aprendan de sus derrotas. Dejen vivir.

La imagen. Algo más amable. Al finalizar el partido Valencia-Unicaja, la cancha se invadió de un montón de niños que se movían felices con sus balones tirando a canasta donde hacía unos minutos sus ídolos lo habían hecho. Una imagen preciosa y cercana.

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