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PELIGROSAMENTE ATRACTIVO

ROSA BELMONTE

Miércoles, 8 de noviembre 2017, 00:15

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Larry David, último anfitrión de 'Saturday Night Live', hizo chistes sobre acoso sexual en un campo de exterminio. Qué esperan de un tipo capaz de concebir una escena en la que un superviviente del Holocausto y un ganador de 'Supervivientes' discuten acerca de cuál es mejor superviviente. Larry David recordó que muchos de los acusados por acoso o cosas peores, como Weinstein, eran judíos como él. «Siempre he estado obsesionado con las mujeres. Y me he preguntado en muchas ocasiones si, de haber crecido en Polonia cuando Hitler llegó al poder y me hubieran mandado a un campo de concentración, habría seguido tirándole los tejos a las mujeres del campo... Creo que sí... El problema es que no hay forma de empezar una conversación... '¿Cómo te va? ¿Te tratan bien? Sabes, si salimos de aquí, me gustaría llevarte a tomar unas latkas. ¿Te gustan? ¿Qué pasa? ¿Qué he dicho? ¿Estás incómoda por mí o por el sitio? Es porque soy calvo, ¿no?'».

No se trata tanto de que Larry David sea judío y pueda hacer chistes sobre judíos, se trata de que el humor no está para que la gente se sienta cómoda. El arco argumental de la actual temporada de 'Curb your enthusiasm' va de la fatua contra Larry por reírse de los ayatolás en lo de Jimmy Kimmel (escribió un musical sobre Rushdie). Y, de pronto, salió Salman Rushdie en un episodio como hada madrina de la fatua y le contó las ventajas del asunto: evitar obligaciones sociales («Lo siento, no puedo ir a tu lectura de poesía. Ya sabes, la fatua y todo eso») y, sobre todo, el sexo de fatua, el mejor sexo de todos los sexos porque muchas mujeres encuentran peligrosamente atractivo a un hombre con fatua.

Rushdie (1947) se casó en 2004 con Padma Lakshmi (1970), la presentadora de 'Top Chef' en EE UU, estando él muy infatuado. En sus memorias ('Love, loss and what we ate', que suena a Pla), ella lo pone a caer de un burro. Lo retrata como un obseso sexual, incluso cuando estaba enferma. Eso, además de ser un egocéntrico al que tenía que consolar cada año que no le daban el Nobel. ¿Cómo va a ser peligrosamente atractivo el feísimo ese?

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