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Iker Jiménez, presentador de ‘Cuarto Milenio’. RC
Iker Jiménez, presentador de Cuarto Milenio: «A Félix Rodríguez de la Fuente lo mataron»

Iker Jiménez: «A Rodríguez de la Fuente lo mataron»

El presentador, que retoma el domingo 'Cuarto Milenio', cree que ya es hora de desclasificar los archivos secretos. «El accidente del monte Oiz nunca se aclaró»

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

Viernes, 23 de marzo 2018, 10:17

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El piloto de la nave del misterio, Iker Jiménez (Vitoria, 1973), vive su trabajo como una vocación infantil. Siempre rodeado de libros, reconstrucciones de casos, figuras… Es el alma de 'Cuarto Milenio' (este domingo, a partir de las 21.30 horas) junto a su pareja, Carmen Porter. Ambos continúan la travesía por la 13ª temporada del formato con un monográfico sobre magnicidios. «Cuando indagas, te das cuenta de que son impresionantes».

- Robert Kennedy, Gandhi, Che Guevara, Luther King… Los cuatro fueron asesinados.

- Además, en extrañas circunstancias, cuando estaban en su momento cumbre. En el caso de Gandhi, la investigación se ha vuelto a reabrir porque creen que había un segundo tirador. Algo sorprendente después de tantos años.

- ¿Qué hay de misterioso?

- El asesinato de JFK ha eclipsado al resto de magnicidios porque se ha hablado mucho de él, pero la de su hermano Robert le supera. Ten en cuenta de que hay informes psiquiátricos que hablan de que su asesino estaba programado, hipnotizado, que había participado en programas de la CIA, ejecutaba órdenes de forma inconsciente. Cuando indagas te das cuenta de que es algo impresionante.

- Sus ideas molestaban a cierto sector.

- Cada uno de los personajes que abordamos tiene una ideología completamente diferente, antagónicas incluso entre ellos. Se convirtieron en molestos, tenían un gran poder y arrastraban a las masas. Había políticos que les miraban con envidia, como Fidel Castro al Che. Los egos son unas luchas que acaban a veces de la forma más terrible. El Estado Profundo actúa a su manera y para los pies a hombres modestos.

- El miércoles se debatió en el Congreso sobre la desclasificación de documentos.

- Está claro que se nos sigue mintiendo al clasificar datos. Yo envidio de los estadounidenses que cuando desclasifican documentos no tienen pudor en mostrar a una CIA tenebrosa, pero lo hacen público. Aquí en España me pregunto si algún día sabremos más detalles del asesinato de Carrero Blanco o de tantas cosas. No se desclasifica nada, solo pequeñas cosas modestas y con mucho maquillaje.

- ¿Si tuviera la oportunidad de entrar en esos archivos, qué buscaría?

- Qué buena pregunta. No tendría tiempo (risas). A nivel personal investigaría el terrible accidente del monte Oiz en 1985 (140 personas fallecieron al estrellarse en este pico vizcaíno un avión que volaba 300 metros por debajo de la altitud recomendada) que nunca se aclaró, muertes de presidentes españoles o la de Félix Rodríguez de la Fuente, siempre he sostenido que acabaron con él. Muchos de estos temas nunca llegaremos a conocerlos.

El peligro de los psicópatas

- Le ha afectado mucho el caso del pequeño Gabriel.

- Mucho, y pediría disculpas porque he estado un poco amargado estos días. Me indignan algunos mensajes que se nos intenta meter. Yo tengo una idea políticamente incorrecta, no tendría ninguna piedad ni daría ningún derecho a algún tipo de personas con maldad. El buenismo con quien ha matado a un niño me parece una bazofia. La sociedad desconoce el peligro de los psicópatas.

- El miércoles vimos otro parricidio en Getafe...

- ¿Siempre ha sido la humanidad así? Seguramente. ¿Cómo un padre puede ahogar en una bañera a sus hijos? Estos no son seres humanos. Como mínimo les aplicaba la prisión permanente revisable, por desgracia son irrecuperables, no podemos ponerlos en las calles a convivir con los niños. Al público le suele sorprender que alguien diga lo que piensa.

- ¿Se ve jubilándose dentro de unos años?

- Lo mío no es ir a la mina (risas). Si la salud me acompaña seguiré trabajando, porque es un privilegio dedicarte a lo que me gusta. Ayer me astillé el codo jugando con mi hija pero sigo grabando programas, con dolor. Con lo que cobra la gente hoy en día, ¿cómo me voy a quejar?

- No va con usted lo de retirarse a un monasterio.

- No, yo sigo viviendo de mi vocación infantil, si no, no sería igual, y de eso creo que se da cuenta el público.

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