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TV

LAS DOS AMÉRICAS

MIKEL LABASTIDA

Viernes, 11 de noviembre 2016, 00:40

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En los últimos años la serie de la televisión americana que mayor número de ensayos, críticas y reflexiones ha provocado ha sido 'Mad Men'. Se ha analizado a su personaje principal, Don Draper, desde todos los puntos de vista. Se han buscado sus motivaciones, se han explorado sus temores, se ha elucubrado sobre sus fantasías. Expertos y seriéfilos entendidos han comentado y estudiado el papel de la mujer en esta serie, la influencia de la publicidad en nuestras vidas, las diferencias entre la sociedad estadounidense de los 70 y la actual. Todo en 'Mad Men' era digno de examen: sus diálogos, sus imágenes, su estética, su música, sus silencios... No era un fenómeno que sólo ocurriese en su país de origen. El resto del mundo también enloqueció con esta ficción. O eso parecía a juzgar por los elogios y tesis que se realizaban desde cualquier rincón del planeta cada vez que se emitía un nuevo capítulo.

El entusiasmo que otras producciones despiertan es mucho menor. Las diferentes versiones de 'NCIS' o 'Blue Bloods' son observadas como series menores, títulos que están diseñados para entretener, pero que no consiguen el calado de otras propuestas televisivas. En el reparto de premios los expertos y profesionales de la industria audiovisual galardonaban a 'Mad Men' y rara vez se acordaban de las otras.

Sin embargo, 'Mad Men' apenas era seguida por dos millones de espectadores, tres en las temporadas con más éxito. 'NCIS / Navy: Investigación criminal' arrastró el curso pasado a 21 millones de seguidores, mientras que su versión situada en Nueva Orleans atrajo a más de 18. 'Blue Bloods' fue vista cada semana por más de 15 millones de personas.

Porque no siempre los títulos con mayor prestigio o con temáticas más exquisitas son los que convencen al público o los que estiman apropiados para su entretenimiento. Porque las distinciones y las alabanzas están bien, pero al final lo que cuenta es el número de personas que pulsan el mando. Porque existen dos Américas bien diferentes, ni una es mejor ni otra peor. Quien crea que todo América es 'Mad Men' se habrá llevado esta semana una sorpresa enorme.

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