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Lo mismo monta un coche con forma de chile jalapeño que una bañera en un Hummer.:: R. C.
«Interpreto sueños»

«Interpreto sueños»

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

Lunes, 1 de agosto 2016, 00:28

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En Jalisco, México, hay un taller del que salen barcos con ruedas, aviones que circulan por carreteras y limusinas con piscina incluida. Los vecinos ya no se sorprenden, todos conocen la fama de Martín Vaca (Guadalajara, México), un mecánico que se atreve con cualquier encargo «siempre que el vehículo tenga al menos cuatro ruedas y un motor». Sus creaciones llegan a España de la mano de Discovery Max con el estreno de 'Mexicánicos' (esta noche, 00.25 horas), un programa en el que tendrá que hacer frente a los encargos más originales.

Martín Vaca es temperamental, impaciente y un maestro en lo suyo. «Mi especialidad es enfrentarme a lo más raro y diferente que pueda existir. Hicimos un barco con ruedas, el 'Vacanic', hemos hecho carros de maderas, de lámina. Hasta un avión con ruedas», explica al otro lado del teléfono.

Este mecánico que soñaba con ser piloto se inició en la industria de la mano de su padre, propietario de cinco talleres de laminado y pintura en Guadalajara. «Siempre me decía orgulloso que eran los mejores de la ciudad. Pero él era mi primer enemigo, no le gustaba que cortara los carros para transformarlos. Hasta que construí el primero y mi padre se dio cuenta del potencial, así que me dijo que continuáramos. Le acabé convenciendo yo a él de que teníamos que innovar», recuerda.

Y tal ha sido el éxito de esta filosofía que el taller cuenta ya con 60 empleados trabajando simultáneamente en más de 30 vehículos. En los últimos 20 años, Vaca Limousines ha completado más de 2.500 conversiones para clientes de Centroamérica y Estados Unidos. Sus coches llaman tanto la atención que hasta los vigilantes aduaneros paralizan el tránsito de vehículos para hacerse fotos con ellos. «La gente se sorprende. Con el avión, sobre todo, hay personas que se asustan: piensan que es de verdad y que acaba de aterrizar de emergencia en la carretera», confiesa entre risas.

- Para ser un 'Mexicánico', ¿hay que ser un soñador?

- Yo necesito soñar, ilusionarme, poner el corazón en la modificación que estamos haciendo. También me apoyo mucho con lo que el cliente sueña, porque yo tengo que interpretarlo. Por eso me pagan, por interpretar sueños.

- ¿Algo imposible para usted?

- A lo que más ganas le tengo es a hacer un carro que vuele, ¡y lo vamos a intentar!

Con muchos mariachis

Futbolistas, cantantes, artistas y boxeadores (un deporte muy seguido en México) ya han pasado por su taller para hacerle encargos tan estrafalarios como un coche con forma de chile jalapeño. Hasta le llegan pedidos de ultratumba para que diseñe vehículos funerarios.

La familia Vaca ya tiene asegurado el futuro del negocio con Isabel, su hija, que se encarga sobre todo de modernizar la imagen y los métodos de comunicación interna del taller. «Ella le echa muchas ganas», dice orgulloso. Además, tiene una legión de trabajadores, que también protagonizan 'Mexicánicos', en los que deposita una confianza plena. Como Óscar, el jefe de laminado y mecánica; Navarro, supervisor de detallado y control de calidad; y Memo, el administrador. «Son grandes profesionales y unos tipos de una excepcional calidad humana», reconoce Vaca.

- Si México fuera un automóvil, ¿cuál sería?

- ¡Sería un barco con muchos mariachis arriba!

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