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Joaquín Prats. :: MEDIASET
«Jamás he dicho que no a un curro»

«Jamás he dicho que no a un curro»

NURIA ROZAS

Sábado, 30 de julio 2016, 00:38

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Joaquín Prats le coge el testigo a Ana Rosa Quintana en 'El Programa del verano' (Telecinco). Nos atiende junto a su hijo pequeño que ya apunta maneras. ¡Otro Prats más para la saga!

- De niño llevaba mal la popularidad de su padre... Y va y se mete a presentador.

- ¡Tú fíjate! De chiquitín, por la cercanía, no me llamaba nada la atención. La popularidad de mi padre lo alejaba de mí y lo tenía que compartir. Él trabajaba mucho y los pocos momentos que tenía siempre venía alguien a saludarle. ¡Y ahora me pasa a mí!

- ¿Cómo se lo explicaría a su hijo?

- Como me lo explicó mi padre: 'Me debo al espectador y no me puedo permitir el lujo de ser antipático ningún día. Ni siquiera en los momentos complicados'. Este oficio tiene ese hándicap, que es maravilloso. ¡El día que no se me acerquen estaré bien jodido!

- ¿Es más fácil lidiar con la popularidad al haber nacido con ella?

- ¡Mucho más! Entiendes este mundo o lo que ahora llaman un famoso, aunque es un término que está tan desprestigiado, que me gusta más la palabra popularidad. ¡Porque en el saco metes al que lo es por su profesión y al petardo que va a un reality, con todos mis respetos!

- ¿Qué le diría su padre si le viera convertido en el rey de las mañanas entre tanta mujer?

- Me diría: 'Qué suerte tienes hijo mío y qué bien rodeado estás!' Siempre me he entendido muy bien con las mujeres. En lo profesional. ¡En lo otro ni entro! (Carcajadas) ¡No quiero líos! Sabéis transmitir mejor lo que queréis.

- ¿Qué tal ve a la competencia?

- A Silvia Jato le deseo lo mejor. ¡Su hijo va al mismo cole que el mío y me la encuentro todos los días. ¡Está más guapa que nunca! No sé cómo lo está haciendo porque está a la misma hora que yo.

- Ana Rosa confiesa que a ella le gusta ganar. ¿Es su caso?

- El que diga que lo importante es participar miente. Todos queremos ganar. ¡Y, créeme, que no te acostumbras a ello!

- ¡Peor es acostumbrarse a perder!

- Es que como a nosotros no nos pasa... Habría que preguntarle a la otra parte. Nosotros ganamos siempre desde hace unas cuantas temporadas. ¡Pero con humildad!

- Su jefa es el ojito derecho de Paolo Vasile. ¿A usted también le envía mensajes todos los días?

- ¡No! En esta profesión no hay que acostumbrarse a la palmadita. Yo no la necesito, ¡necesito renovar! Que lo acabo de hacer... La relación que Vasile tiene con Ana Rosa no la tiene con nadie más.

- Jorge Javier también es su niño mimado.

- ¡Yo juraría que ni con Jorge! Aunque habría que preguntárselo a él.

- Es fan de los realities. ¿Y de los programas de encontrar el amor?

- (Se lo piensa) Me parece francamente complicado encontrar el amor ahí. Pero si de noventa y nueve casos sale uno, vale la pena.

- ¿Por qué piensa así?

- El amor tiene que fluir sin ayuda externa. O está en el aire, como cantaba John Paul Young en 'Love is the air', o no hay tu tía.

- ¿Se atrevería a presentar 'First Dates' como Carlos Sobera?

- ¡Jamás he dicho que no a un curro! Todas las oportunidades que me han dado en la tele y en la radio he dicho que sí. Y me ha ido muy bien. Quizá por eso nunca me falte el trabajo.

Llevar cafés

- ¿Ha tenido otros trabajos para sacarse unas pelillas?

- ¿Pero qué piensas que por ser hijo de Joaquín Prats no he trabajado? Mi padre llevaba cuatro años fallecido cuando yo empecé de becario con Iñaki Gabilondo en la Ser. A día de hoy me siguen diciendo que estoy ahí por ser 'hijo de'. ¡Qué piensen lo que quiera! No han leído mi trayectoria.

- (Risas) Lo debe tener grabado a fuego porque los tiros no iban por ahí.

- ¡Ah! A mí me encanta mi trabajo y si me dejan desempeñarlo es porque tengo actitudes. ¡Si no uno no sustituye a Ana Rosa!

- ¿Cómo fueron sus inicios?

- Con Iñaki Gabilondo de becario en la Ser. Y aprendí a hacer absolutamente de todo: lo que tenía que ver con la profesión periodística y lo que no. Desde pedir un taxi para el invitado, hasta llevarle un café, elegir las músicas o acompañarle al baño.

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