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El presentador valenciano Arturo Valls.
«En La Habana me paran por la calle»

«En La Habana me paran por la calle»

Arturo Valls ha repartido casi 7 millones de euros en las más de mil entregas de 'Ahora Caigo' (Antena 3). Sus programas triunfan en Uruguay, México y Cuba

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

Martes, 28 de junio 2016, 00:57

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Antes le pedían las gafas de 'Caiga quién caiga', luego un cafelito de los de la serie 'Camera Café', incluso le repetían hasta la saciedad la coletilla 'Yo no soy tonto' de una conocida marca de tiendas que anunciaba en televisión. A Arturo Valls (Valencia, 1975) ahora le piden chistes por la calle, los mismos con los que ameniza 'Ahora Caigo' (Antena 3, lunes a viernes, 18.45 horas). «¡Ni que fuera Arévalo!», responde él. Durante los más de 1.000 programas que lleva al frente del concurso, ha repartido un pastizal...

Lleva entregados casi siete millones de euros en premios.

¿En serio? ¡No conocía esa cifra! Lo mío es un chorreo diario (risas), lo que pasa es que los que hacen ruido y llaman la atención son premios como el que entregó '¡Boom!' hace poco (2,3 millones).

¿Se imagina haber entregado el premio de '¡Boom!'?

Habría estado bien. Es muy emocionante cuando ves esas caras de alegría de los participantes, hay un momento en el que el presentador deja de serlo y saca el ser humano que lleva dentro.

Dan ganas de coger el cheque y largarse.

Un poco (carcajada).

¿Y usted caería por la trampilla si fuera concursante?

El topicazo este de que concursar desde casa es más fácil es cierto. En alguna ocasión que me he puesto de concursante, por algún especial, y notas como pesa el cronómetro, la sensación de que vas a hacer el ridículo. Todo eso merma tus cualidades por una cuestión de nervios y de tensión que te juegan malas pasadas. Yo soy bastante nervioso en ese sentido, no tengo esa sangre fría y tiendo a la excitación.

Por eso tranquiliza a los concursantes con chistes.

Esa es la idea, conseguir que se relajen y se suelten. De una manera egoísta te diré que eso es bueno para el programa. Aun así hay veces que pierden comodines y entran en un bloqueo pensando en que se les va a abrir el suelo a sus pies. Les asusta mucho la caída.

'Ahora Caigo' está triunfando en Uruguay y México con usted de presentador.

Es curiosísimo porque en Uruguay está entre los tres programas más vistos del 'prime time', lo está petando. Tengo ganas de irme de vacaciones por ahí, a Punta del Este, a ver cómo reacciona la gente. Lo que no sé es la cara que pondrán los uruguayos con los chistes locales que hago.

Tampoco podrá ir a Cancún a refugiarse de la fama.

Tampoco. En La Habana me pasó una cosa curiosa, ¡me paraban por la calle! Tienen un mercado negro increíble con series y programas españoles. Me hizo ilusión.

Tirar a alguien por la trampilla es humor universal.

Totalmente, además amplía mucho el 'target' porque a los niños les encanta. La caída, el ruido, el efecto de desaparecer de repente de la pantalla.

¿Cómo lleva que le pidan chistes por la calle?

Eso es increíble porque te das cuenta de la memoria tan corta que tiene el espectador, eres siempre lo último que has hecho. Antes me pedían unas gafas de 'Caiga quién caiga', cuando estaba en 'Camera Café' me pedían un cafecito. Lo de los chistes me resulta. No sé cómo decirlo, ¡ni que fuera Arévalo! En cualquier caso podría ser peor. Cuando desconecto no me salen los chistes.

En 'Ahora Caigo' tiene como un cheque en blanco para los chistes.

Claro, es un formato que permite que el conductor tenga barra libre para la chorrada. Y yo encantado. Muchas veces me planteo ser un presentador al uso, un Ramón García, pero al minuto y medio ya estoy bailando con las señoras o cantando una canción.

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