Borrar

«Me emocioné con la tamborrada» «No me sale nada mal el salmorejo»

María León interpreta a Carmen, la enfermera sevillana que se enamora de Iñaki, un cocinero vasco, en 'Allí abajo'. «Maritxu es madre y vasca, por lo que siempre mandará ella»

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO M. A. A

Domingo, 14 de febrero 2016, 00:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Capaz de adaptar los guiones para que su personaje parezca más andaluza si cabe, a María León (Sevilla, 1984) le ha tocado subir al norte al comienzo de la segunda temporada de 'Allí Abajo' (Antena 3, viernes, 22.30 horas). En Euskadi se tendrá que entender con Maritxu, la madre de Iñaki, el cocinero vasco al que da vida Jon Plazaola, lo que pondrá su relación patas arriba. «Aunque al final se termina asociando con su suegra».

¿Hay química con Jon Plazaola?

Hemos hecho muy buenas migas y es una suerte porque para trabajar todos los días, tantas horas, hace falta que todo el equipo formemos una buena cuadrilla. Jon y yo no paramos de aprender del resto de actores.

¿Cómo se ha adaptado Carmen a 'Allí arriba'?

Todavía se está adaptando. Con Iñaki no tiene muchos conflictos de momento, pero a la hora de llegar al caserío y conocer a la familia política hay mucha tensión. Aunque al final se termina asociando con Maritxu (Anne Gabarain), su suegra.

¡Hasta improvisaron una tamborrada!

Fue una experiencia maravillosa. A mí me asustaba un poco porque la rodamos un sábado a las siete de la mañana, con todos los tambores... ¡Nos podían haber tirado lejía con todo el derecho del mundo! Pero no lo hicieron. Llegué a emocionarme y todo.

¿Qué le pareció San Sebastián?

Es de las ciudades más bonitas que conozco y no me importaría ir a rodar allí más veces.

El año pasado decía que no se movía de Sevilla.

Hombre, estoy contenta de trabajar en mi ciudad. Es una ciudad de cine, pero ya la conozco.

Aparece su padre en la ficción.

Y me hace muy feliz porque estoy enamorada de Pepo Oliva (el actor que lo interpreta). Se ha incorporado con propuestas y con ideas nuevas, pese a todo el tiempo que llevamos. Tenemos una muy buena relación padre e hija.

En el País Vasco se lleva más el matriarcado.

Y Maritxu es una mujer con muchísimo carácter que no se anda con chiquitas, pero mi personaje también tiene carácter. Es madre y vasca, por lo que siempre mandará ella.

¿Está por delante de Iñaki en su corazón?

Como buena hija andaluza, Carmen ama a su padre. Que luego le dé igual lo que le diga es otra cosa (risas). Ella va a defender su amor, como defiende a su padre.

¿Queda bien reflejado el carácter andaluz?

Yo lo intento. Cuando me llegan los guiones a casa hago un trabajo de dramaturgia y cambio muchas expresiones que igual no están bien amoldadas a la realidad. Aunque en ficción hay que mentir un poco y exagerar las cosas.

¿Lleva bien la fama en Sevilla?

Estoy agradecida porque es señal de que mi trabajo se ve y es muy difícil conseguir eso. Aunque no siempre se puede contestar a todos como te gustaría.

¿Cómo lleva el éxito la familia León?

Estoy muy orgullosa de mi hermano, por todo lo que trabaja, y de mi madre, por lo valiente que es. De puertas para adentro seguimos siendo los mismos, pero con un valor añadido, disfrutamos del éxito de los tres. Hacemos buen equipo.

A Jon Plazaola (Urretxu, 1982), la fama le ha llegado sin tener que pisar Madrid. Todo gracias a su personaje de Iñaki, el cocinero vasco de 'Allí abajo' que se enamora de Carmen (María León). En Sevilla, donde ruedan la mayor parte de la serie, es ya «un actor residente», aunque todavía evita tomar partido por uno de los dos equipos de fútbol de la ciudad. «Quedan pocos rincones que se me resistan».

¿Hay química con María León?

Sí, ella es compañera, amiga y maestra. Es una gozada trabajar con María porque siempre se aprende algo nuevo. Me está ayudando mucho a crecer como persona y como actor.

¿Qué tal la mezcla del vasco con la andaluza?

¡Muy bien! Ha sido muy curioso porque nos ha venido muchísima gente que le había pasado lo mismo que a Iñaki y a Carmen. Eso a mí me emociona porque la gente se siente identificada con esta serie.

¿Seguirán tirando de estereotipos?

Los universos se han establecido ya, y el choque cultural se va a convertir poco a poco en un simple envoltorio para la serie. A la gente lo que más le va a interesar es lo que pasa con cada personaje. Eso es lo que va a primar en la segunda temporada.

¿Ha molestado algún tópico?

¡No! Aunque recuerdo que tras la emisión del estreno se nos acercó en Sevilla un batallón de señoras y nos decían que exagerábamos. Y ellas mismas eran un calco de las vecinas de la serie (risas). La realidad supera a la ficción y no queremos hacer daño a nadie. Exageramos porque tenemos que hacer comedia, pero no ofendemos.

¡Ya hará de guía en Sevilla!

¡Hombre, por supuesto! Ya quedan pocos rincones de Sevilla que se me resistan. Cada vez que baja mi cuadrilla, porque ya soy actor residente, estoy con ellos y hago de cicerone.

¿Y se ha atrevido a cocinar gazpacho?

El gazpacho me encanta y el salmorejo más todavía. Ya me atrevo a hacerlo en el norte y no sale mal el experimento. Aunque mi especialidad es la tortilla de patatas.

Mójese, ¿Betis o Sevilla?

Me quedo con el Cádiz.

Este año tirarán más del norte.

Sí, todo el primer capítulo está rodado en San Sebastián. Además, como la cuadrilla el año pasado tuvo un éxito indudable también tendrá una presencia importante.

¿Su vida ha cambiado con la serie?

Sí y ha sido a mejor. Es verdad que hemos perdido ese anonimato y la gente nos aborda por la calle, pero siempre lo hacen con mucha amabilidad y con respeto.

¿No le hartan los selfis?

Me siento cómodo, me gusta y nos debemos a esa gente, porque el público es nuestro cliente.

Este año va a lidiar con un suegro difícil.

Y eso le va a dar mucho juego a Iñaki. Le vamos a ver menos alterado que en la primera temporada, pero como es un imán para los conflictos se va a encontrar con el padre de Carmen, que es un hueso durísimo de roer.

¿Se verá amenazada la relación?

La relación está establecida, pero va a ser todo lo contrario a una relación tranquila, una montaña rusa.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios