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Cranston besa por sorpresa a Julia Louis-Dreyfus.
Cranston, el galán... y Sofía Vergara, la villana

Cranston, el galán... y Sofía Vergara, la villana

María EStévez

Jueves, 28 de agosto 2014, 00:36

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«Vince Gilligan tuvo la audacia de contratar a alguien como yo que no encajaba en el papel». Fue el particular agradecimiento de Bryan Cranston, mejor actor de drama por 'Breaking Bad', la serie que acaparó los flashes y los reconocimientos en la 66 edición de los Premios Emmy, que se celebró el lunes en el teatro Nokia de Los Ángeles (California). Se esforzó Cranston por resultar más simpático que su alter ego en la ficción, el complejo Walter White. Y tan afectuoso se quiso mostrar, que se excedió robándole un beso a la actriz Julia Louis-Dreyfus cuando subía a recoger el galardón como mejor actriz de comedia por su papel en 'Veep'. Cranston le cortó el paso y la besó en la boca, como venganza por una broma que ella le había gastado minutos antes, cuando hizo como si no se acordaba de que trabajaron juntos en 'Seinfield': «Te pareces mucho a un actor de 'Seinfeld' que interpretó al dentista que salió con mi personaje de Elaine». Claro que el beso le refrescó la memoria: «Sí, él estuvo en 'Seinfeld'», admitió.

No fue el único momentazo de la noche, porque el cómico Jimmy Kimmel quiso poner en un brete a Matthew McConaughey: «No sé que haces aquí, perteneces al mundo del cine, ni siquiera tienes televisión, sé que la has cambiado por una concha llena de hierba». El otro no se arrugó: «No, no, ese es Woody», en alusión a Woody Harrelson, su compañero en 'True Detective', con quien salió a entregar el premio al mejor actor de miniserie. Fue para Benedict Cumberbatch ('Sherlock'), que no estaba en el teatro, así que McConaughey se quedó con la figurita en las manos, sin saber muy bien qué hacer. Entonces Woody dijo «¡como si él fuera a llevárselo!», lo que provocó la carcajada general. Menos gustó al público la 'actuación' de Sofía Vergara, muy criticada en Twitter. La actriz de 'Modern family' se subió en una plataforma que giraba, para mayor exhibición del traje y las curvas. Y muchos lo entendieron como «sexista», pese a que la actriz pretendía «lo contrario». «He tratado de decir que alguien puede ser sexy y divertida porque es capaz de reírse de sí misma. Quien haya empezado esta polémica, y sé quién fue, no tiene sentido del humor y debería tomarse las cosas más a la ligera». Se refería a una periodista de 'Time' que dijo que algo así «menoscaba las aptitudes de Vergara como actriz y comediante haciéndola aparecer como si tan solo fuera un cuerpo».

La intervención más emotiva fue el recuerdo de Billy Cristal a Robin Williams: «Era el mejor amigo. Es muy difícil hablar de él en pasado, porque estaba muy presente en nuestras vidas».

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