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Grace Kelly, junto a Rainiero de Mónaco Agencias
De la princesa monegasca al rey vikingo. Grace Kelly y Canuto II de Dinamarca

De la princesa monegasca al rey vikingo. Grace Kelly y Canuto II de Dinamarca

ALBAS Y OCASOS ·

Tal día como hoy nacía Grace Kelly, que tras convertirse en musa de Hitchcock cambiaría la fama hollywoodense por un palacio, y moría Canuto II de Dinamarca, que anduvo conquistando y reconquistando territorios

maría teresa lezcano

Domingo, 12 de noviembre 2017, 00:24

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Tal día como hoy nacía Grace Kelly, que tras convertirse en musa de Hitchcock cambiaría la fama hollywoodense por un palacio y un casino monegascos, y moría Canuto II de Dinamarca, que anduvo conquistando y reconquistando territorios hasta que sus tres reinos fueron póstumamente repartidos entre sendos herederos.

Grace Kelly. Del 12-11-1929 al 14-9-1982

Doce de noviembre de 1929. Nace en Filadelfia Grace Patricia Kelly, que veintiséis años más tarde se convertiría en princesa de Mónaco al casarse con Rainiero III. Entre ambos sucesos, Grace fue la musa de Hitchcock, a cuyas órdenes protagonizó Crimen Perfecto, La Ventana Indiscreta y Atrapa a un Ladrón; esta última rodada en la francesa Costa Azul donde Rainiero le echaría el primero de los muchos ojos que le iría lanzando hasta convencerla de renunciar a la fama holllywoodense y a los conjeturales premios Oscar que podrían sucederle al ya embolsado por el film “The contry girl”, a cambio de un palacio y un casino en el segundo estado más pequeño del mundo – el primero es el Vaticano –. Ya oficialmente ennoviada con Rainiero III y su ciudad-estado monegasca, Miss Kelly embarcó, el cuatro de abril de 1956, en el transatlántico SS Constitution, con su familia al completo, sus damas de honor y su caniche, además de los ochenta baúles que le habían sobrado a la Piquer y el de los recuerdos de Karina que aún no había sido llenado ni compuesto. En la soleada Riviera la recibieron, ocho días más tarde, más de veinte mil personas que la aprincesaron populosamente tres días antes del aprincesamiento oficial, y después fueron felices y comieron perdices, aunque no demasiadas de estas últimas por aquello de mantener la línea, ni un tiempo excesivo de lo primero ya que el trece de septiembre de 1982, mientras conducía su Rover P6 por la misma sinuosa carretera que aparece en la película Atrapa a un Ladrón, el coche saltó al vacío desde una de las cornisas que rodea el principado. Esta vez no hubo ni cinematográfico picnic ni Cary Grant que lo sirviera, aunque sí estaba Estefanía Grimaldi, de diecisiete años, acerca de la cual circularon innumerables rumores que apostaban por la posible conducción del vehículo por parte de la adolescente. Wathever.

Canuto II. Del 5-8-995 al 12-11-1035

Ochocientos noventa y cuatro años antes del nacimiento filadelfiano de Grace Kelly moría, en el británico condado de Dorset, Knut the Great, quien en castellana traslación ha pasado a la historia como Canuto el Grande, no por sus hábitos fumadores, al menos que sepamos, sino por ser un vikingo de notable tamaño que escandinavamente recaló en la costa y la corona inglesas. Fue el padre de Canuto, el rey noruegodanés Sven Tveskaeg, quien invadió Inglaterra empezando por sus costas de Wessex, recibiendo Canuto la british crown al quedar huérfano, si bien ya consagrado como rey inglés se dijo, voy a darme una vuelta por mis territorios escandinavos, excursión que aprovechó el destronado Etereldo II, también conocido como “el indeciso”, para refutar su apodo y reconquistar Inglaterra. La decisión del indeciso, como es natural, no le hizo maldita la gracia al vikingo viajero, que canutamente reinvadió Inglaterra, enviando al indeciso Etereldo al decidido y definitivo afiambramiento, y cediendo al hijo y sucesor de Etereldo, Edmundo II, de guerrero seudónimo Brazo de hierro”, la mitad de Inglaterra por aquello de la férrea extremidad que Canuto no logró domeñar como lo hizo con los miembros indecisos del progenitor, aunque Edmundo al parecer sólo tenía de hierro el brazo y no tardó en finar por su cuenta, ocasión que bien pudo haber aprovechado Canuto para fumarse un ídem, pero que prefirió destinar a ceñirse también la parte inglesa de la corona que el ectoplasmado Edmundo acababa de dejar libre. Escarmentado por las anteriores experiencias rebeldes del indeciso y su retoño brazo de hierro, Canuto quiso asegurarse la real posición adquirida y con tal fin desposó a la reina madre, es decir la viuda del indeciso y madre del brazo de hierro, aunque mientras británicamente se afianzaba en el porte de la diadema inglesa, sus súbditos escandinavos lo destronaron por poderes y Canuto tuvo que desanclar apresuradamente la barcaza vikinga, además de una flota de cincuenta navíos ingleses, para plantarse en Oslo y recoronarse como hijo de Odín. Después, agotado por tanta reconquista, volvió a Inglaterra a morirse de aburrimiento, aunque tres reyezuelos escoceses se le colaron por las fronteras de Northumbría y tuvo que posponer el aburrimiento aunque no la muerte, que dejó sus tres reinos repartidos entre sendos hijo... Un no parar, este Canuto.

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