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Cristóbal Ruiz, con el Goya al mejor guión adaptado.
Cristóbal Ruiz: «El humor es un traje aislante: puedes criticar lo que quieras»

Cristóbal Ruiz: «El humor es un traje aislante: puedes criticar lo que quieras»

El escritor dedicó el sábado a sus paisanos de Mijas su primer Goya por el guión adaptado de 'Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo'.

Francisco Griñán

Martes, 10 de febrero 2015, 18:18

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Cambió de escenario, pero llevaba la tierra en la piel. Por eso, cuando Cristóbal Ruiz dejó su Mijas Costa natal por Madrid se instaló en la playa de Lavapiés. «Es una calle con pinta de paseo marítimo... solo me faltan los espetos», confiesa este guionista, que el pasado sábado noche sorprendió cuando subió al escenario a recoger su Goya por el guión adaptado de Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo y dedicó el galardón a sus paisanos de La Cala de Mijas. Esta primera estauilla le ha llegado al guionista semanas antes de publicar su segunda novela, El arcángel (La Canción del Hijoputa), en la que vuelve a recurrir a su medio natural, la comedia. «El humor es un traje aislante con el que puedes hablar y criticar lo que quieras, desde el gobierno a la santa madre iglesia», afirma.

Humor, pero del disparatado, es precisamente lo que convenció a los académicos para otorgarle al malagueño su primer Goya, un premio que compartió con su compañero y colaborador Claro García y con el director del filme, Javier Fesser. Un trío que ha estado trabajando en la adaptación del guión desde que en 2010 quedaron un día en un bar. «Nos tomamos unas cervezas, congeniamos y nos pusimos a ello», explica Cristóbal Ruiz que se declara un «fanático» de las viñetas de Mortadelo y Filemón. El método de trabajo era sencillo: «Cada uno iba aportando la locura más tremenda hasta que dimos con las 90 páginas finales del argumento».

En cuanto a la adaptación, Ruiz confiesa que han «currado mucho» con los investigadores de la TIA, ya que es difícil aportar nuevos personajes o historias al «universo de Ibáñez porque lo ha escrito y pintado todo, desde una puerta secreta en el sol o rescatar sombras pérdidas». Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Canchondo introduce, no obstante, algún nuevo personaje como los siameses Mari Trini, aunque el guionista asegura que se han limitado a tomar «prestado los juguetes de Ibáñez para intentar jugar a su manera».

Cristóbal Ruiz se siente deudor del «genio» del escritor y dibujante catalán, al que sitúa al nivel de Jardiel Poncela, Wenceslao Fernández Flórez o Valle Inclán. «El problema es que Francisco Ibáñez hace tebeos, pero sus creaciones son auténtica poesía», sostiene el guionista malagueño, que comenzó en televisión escribiendo gags para los programas de Pepe Navarro o colaborando con Cruz y Raya en las comedias para la gran pantalla ¡Ja me maaten...! (2000, rodada en la Costa del Sol) y Ekipo Ja (2007).

Galdos y Tolkien, en uno

Aunque del mundo de los guionistas hay mucho por reivindicar «falta respeto y se está perdiendo el guión de autor», Cristóbal Ruiz asegura que, como se ha demostrado este año en los Goya, los argumentos «son básicos ya que sin esta primera rueda no puede funcionar el coche». Sobre la gala del pasado sábado, el escritor alabó la vis cómica de Dani Rovira, «al que muchos descubrieron el otro día, pero es genio desde que empezó hace años». Y auguró que el monologuista malagueño es una «supernova al que a partir de ahora le van a ofrecer los mejores papeles cómicos».

Bajo esa clave del humor, Cristóbal Ruiz publica en las próximas semanas su segunda novela, El arcángel (La Canción del Hijoputa), una obra que Espasa no quiso publicar en su momento «la terminé en 2002» y que ahora «se ha atrevido el editor Paco Torres con EDA», asegura. «Es la historia de dos hermanos hijos de puta que, cuando se muere su madre, uno de ellos tiene que decirle al otro que ahora son huérfanos», señala el guionista y escritor, que asegura que no es una novela polémica o controvertida, sino «distinta, mágica y con dos protagonistas, esos hijos de puta, que son maravillosos y a los que les guardo mucho cariño». «Veo la novela como una mezcla del costumbrismo de Galdós cruzado con El señor de los anillos», señala el autor. Sin duda, una mezcla atrevida.

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