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PALABRAS DESDE EL EXILIO

Hablar y vivir ·

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Domingo, 5 de noviembre 2017, 00:07

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En 1940, editado por el malagueño Manuel Altolaguirre , aparece, 'Isla de Puerto Rico. Nostalgia y esperanza de un mundo mejor'. Sigo la edición de las 'Obras Completas'. La palabra exilio es un latinismo con dos acepciones que interesan a mi propósito: 'Separación de una persona de la tierra en que vive' y 'Expatriación, generalmente por motivos políticos'.

En 1376, en un documento por el que se entrega una heredad, aparece la palabra en un texto anónimo latino. En 1396, en las Ordenanzas de la ciudad de Barbastro, ya se encuentra la palabra en castellano y con su significado actual pues se condena al condenado a «azotarlo por toda la ciudad. Primeramente el cual exilio dure por a siempre». El sentido de violento desarraigo es el primero y más claro.

Cuando hablamos del exilio lo hacemos desde la carencia, desde el dolor y la tragedia. Un punto válido de partida es la consideración canónica del término clave del texto; en este caso del sustantivo isla: 'porción de tierra rodeada de agua por todas partes'. Unido al sustantivo, el topónimo, Puerto Rico. El sentido recto de la estructura es preciso; por otro lado hay que considerar los valores simbólicos de la palabra que son múltiples. En sicoanálisis es el refugio, la seguridad frente a los embates del mar del inconsciente; es en consecuencia síntesis de conciencia y voluntad.

Cuando hablamos del exilio lo hacemos desde la carencia, desde el dolor y la tragedia

Veamos el desarrollo del pensamiento zambraniano respecto al tópico isla en el primer libro que redacta en el exilio, el tercero de su producción política.

El texto es la continuación de un diálogo interrumpido, dato que me parece interesante, al que hay que añadir que es un diálogo con amigos, los amigos de Puerto Rico donde fue bien acogida - sabemos que no fue exactamente así porque los más conservadores de la isla, los profranquistas y las autoridades norteamericanas impidieron que se quedara como profesora estable en la universidad - por un grupo significativo de intelectuales; ahora, desde La Habana, recupera este diálogo que es testimonio de la amistad, «amistad creadora». Diálogo y amistad, sentimiento y método se unen en la obra.

María inicia la obra con una búsqueda de significado para el sustantivo, no al modo lexicográfico, sino al modo simbólico o filosófico.

Descarta la objetividad para moverse en el territorio de la imaginación, en él, la isla es «siempre una promesa». Es el premio de la espera que necesita el cumplimiento de la promesa. Llegar a la isla es alcanzar la compensación esperada después de un largo esfuerzo. Este premio es de justicia y de «gracia», palabra que nos remite a un universo maravilloso.

Las islas, pues, son el regalo que se hace al mundo «en días de paz para su gozo». Mucho más para quien viene de tierra de guerra. La isla es lo que queda de un mundo mejor, de una pureza original, de un espacio de perfección, es la huella del mito original. En este punto María coincide con una tradición más que secular. Lo afirma claramente: «vivir en comunidad con la naturaleza».

La isla es también un espacio para escapar, para evadirse de la terrible realidad - ha acabado la guerra de España y está en sus principios la Mundial. En resumen, la isla es el Paraíso original y señala varios ejemplos, entre ellos España, que considera más isla que península pero es Puerto Rico la que articula como mito.

«La isla es la huella de un mundo mejor». ¿Qué significan ambas palabras? La respuesta es que mundo mejor es la selección obsesiva de nuestras miserias, de nuestras carencias; al igual que la isla el mundo mejor es un horizonte inalcanzable que surge de un conjunto de carencias, de un estado de necesidad. Observemos esta frase tan bella y de tan profundo sentido: «El hombre es la criatura que se define por sus nostalgias más que por sus tesoros».

Zambrano cita a Colón y a las islas y destaca que el mundo mejor, incluso en el plano material tiene que ser con valores de rareza, de excepcionalidad, como eran las especias, un lujo total.

¿Qué siente ella como exiliada ante las islas, qué siente los

europeos ante las islas, ante el mundo mejor? La palabra es «nostalgia». Se trata de un estado de ánimo muy preciso en el uso: pena por verse ausente de la patria o de los deudos o amigos, también tristeza melancólica que nace del recuerdo de una dicha perdida.

¿Qué nostalgia siente, ella, España y Europa? Es una nostalgia de todo y recurre al lenguaje literario: de un perfume, de una luz, de una canción; en suma, de una «manera de vida». ¿Qué le y les ha arrebatado la guerra? La respuesta es perturbadora por polisémica, les han quitado «el estilo», ni más ni menos. El estilo se encuentras hasta en un farol de gas. En el estilo se concretan los principios que orden y construyen. ¿Qué principios se han perdido ante la barbarie, los que han regido Europa? «Democracia y libertad», las dos palabras que permiten al ser humana ser en sí, acertar y equivocarse, son mucho más que un sistema político.

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