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Jamala, durante su actuación en el festival de Eurovisión.
Estupor en la élite política rusa por la victoria de Ucrania en Eurovisión

Estupor en la élite política rusa por la victoria de Ucrania en Eurovisión

Amenazan incluso con un boicot a Eurovisión el año que viene en Ucrania

rafael mañueco

Domingo, 15 de mayo 2016, 21:43

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La victoria de la ucraniana Jamala en la edición de este año del Festival de Eurovisión ha causado estupor entre algunos diputados rusos y miembros del Gobierno. Sobre todo por el hecho de que la letra de la canción ganadora, '1994', evoca la brutal deportación de los tártaros de Crimea ordenada en aquella fecha del siglo pasado por el sanguinario dictador comunista, Iósif Stalin.

El favorito era el ruso Serguéi Lázarev y se ha quedado en el tercer lugar, rebasado en dos puestos por Ucrania, vecino con el que Moscú mantiene las peores relaciones de su historia después de arrebatarle la península de Crimea y de alentar la sublevación armada prorrusa en las regiones de Donetsk y Lugansk.

El senador ruso, Frants Klintsévich, considera que el resultado obtenido por Jamala nada tiene que ver con la música. "La victoria en Eurovisión no ha sido de la cantante ucraniana Jamala con su tema '1944', sino de la política, que ha derrotado al arte", estimó ayer Klintsévich. A su juicio, no se puede descartar que, debido a que el año que viene el certamen tendrá lugar en Ucrania, Rusia lo boicotee.

Lo mismo piensa el diputado de la Duma, Alexéi Pushkov, que ha definido el Festival de Eurovisión como "un campo de batallas políticas". Pushkov dirige el comité de relaciones exteriores en la Cámara Baja y en la Alta lo hace Konstantín Kosachov, que cree incluso que la "injusticia" cometida con Lázarev puede poner aún más el cuestión el precario alto el fuego vigente en el este de Ucrania.

El viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, escribió ayer en Twitter que el año que viene su país debería enviar a Eurovisión al polémico rockero ultranacionalista, Serguéi Shnúrov, del grupo 'Leningrad'. "Podrá ganar o perder, pero seguro que Shnúrov los envía a todos a un sitio que yo sé", afirmó Rogozin. El propio cantante ha reaccionado a la propuesta del viceprimer ministro en Instagram aceptándola. "Iré al horripilante reino europeo a imponer la verdad", asegura Shnúrov. Algunas publicaciones rusas señalan que a Lázarev le han "robado" la victoria.

No obstante, en Rusia también hay quienes han aplaudido el triunfo de Jamala, que es tártara y nacida en Kirguistán, a dónde fue deportada su familia. El diputado de la asamblea local de San Petersburgo del partido liberal Yábloko, Borís Vishnevski, felicitaba ayer en su blog a la representante ucraniana y recordaba las duras condiciones de vida que los tártaros de Crimea, al igual que otros pueblos de la Unión Soviética, tuvieron que soportar en la época de Stalin por las deportaciones. "La mitad de ellos murieron", recuerda Vishnevski, quien denuncia que el canal oficial ruso 'Rossía' ocultará el sábado durante la retransmisión desde Estocolmo el verdadero sentido de la canción, diciendo que la letra trataba sobre "el abandono de sus hogares en Crimea por parte de los tártaros a la búsqueda de una vida mejor".

La connotación del tema de Jamala con la situación actual de los tártaros de Crimea es clara. Tras la anexión de la península por Rusia, no han cesado de denunciar el empeoramiento de su situación y las frecuentes detenciones de activistas. El mes pasado, la Justicia rusa prohibió la actividad del Medzhlis, la asamblea de los tártaros, calificada de "órgano extremista" por negarse a admitir que Crimea es ahora rusa. Ellos insisten en que la península fue ilegalmente anexionada y, por tanto, sigue perteneciendo a Ucrania.

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