Ara Malikian: «Me encantaría que la música clásica fuera comercial»

Al violinista Ara Malikian le precede siempre una mata imposible de pelo rizado y una sonrisa entre socarrona y beatífica. Recorre el hall del hotel Palace ataviado con cazadora militar, vaqueros con rotos en la rodilla y, colgado al hombro, el cofre del violín con el que este artista libanés de ascendencia armenia ha roto moldes en el estricto universo de la música clásica. De hecho, acaba de ser nominado a los premios Latin Grammy por su disco 15, una obra grabada en directo en el Teatro Real junto a artistas como Los Secretos, Rafael Amargo, Lamari de Chambao, Antón de Extremoduro o Kepa Junquera. En concreto, Malikian competirá en la categoría de Mejor Vídeo Musical en versión larga frente a otros artistas como Pablo Alborán o Juanes, en una gala que se celebrará el próximo 19 de noviembre en Las Vegas.

"Me ha sorprendido porque lo que yo hago se considera música instrumental, pero la sorpresa ha sido fantástica y se agradece el interés", admite el violinista, que cuenta entre sus fans con la Reina Sofía o el violonchelista Mstislav Rostropóvich. "Aunque lo que más alegría me da es que lo consideren algo popular, incluso comercial, aunque de tanto miedo esa palabra. Me alegraría que algún día la música clásica fuera comercial, popular, que al final es lo que realmente es", analiza el artista.

Es precisamente su rechazo a la rigidez de las etiquetas en la música clásica lo que le ha generado tantos seguidores como detractores a lo largo de una trayectoria que inició a los cinco años auspiciado por la estricta mano de su padre y que formalizó a la tierna edad de 15 años gracias a una beca para estudiar en Hannover. Tras su aventura alemana, Malikian vivió en Inglaterra y en Francia antes de instalarse hace ya 15 años en el madrileño barrio de Malasaña. "Viajar es un remedio para todo, te proporciona respeto para los demás, para otras culturas y para otros puntos de vista y hay que celebrar la diferencia", señala.

Un aprendizaje que aplicó precisamente para la grabación de 15, un disco especial para el que logró reunir en un mismo escenario a artistas de géneros tan dispares como el clásico, el flamenco e incluso el heavy metal para celebrar su aniversario. "Fue muy emocionante celebrar con ellos mis 15 años en España, donde llegué por casualidad y se ha convertido en una época muy inspiradora, de mucho trabajo y, sobre todo, de mucho aprendizaje".