Borrar
Ismael Serrano, anoche en el Teatro Cervantes.
Y Málaga acudió a ‘La llamada’

Y Málaga acudió a ‘La llamada’

Ismael Serrano llena el Teatro Cervantes con su último álbum

isabel bellido

Jueves, 5 de marzo 2015, 00:44

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La noche de ayer fue la de la canción de autor en Málaga. Si hace unos días el mundo se dividía por cómo unos y otros veían el vestido (ese maldito azul y negro o blanco y dorado), anoche el dilema era si Joaquín Sabina o Ismael Serrano. El poeta canalla no tiene competencia, pero al músico madrileño tampoco le falta público. Prácticamente ocuparon las mil butacas del Cervantes todas aquellas personas que acudieron a La llamada de Ismael Serrano. El título de su último álbum (el duodécimo) es un toque de atención, tanto para él mismo como para los demás. El cantautor fue padre hace poco y ya ha cumplido los cuarenta y, lejos de estancarse, se ha renovado. Ahora a su guitarra le acompañan una mandolina, una percusión y varios teclados para partir del ritmo, sin descuidar las letras, que hasta hace poco han sido la base de sus canciones. Ya lo dijo anoche él mismo: «Por primera vez en mucho tiempo las canciones de Ismael Serrano son bailables. ¿Cómo? A base de bachata y candombe, músicas populares en su querida Latinoamérica. Y el mensaje: «Una llamada para salir de las casas y huir del inmovilismo». La política e Ismael Serrano van siempre de la mano.

«Nadie podrá decidir sobre tu vientre» dice la letra de El día de la ira, perteneciente al nuevo disco, con la que comenzó el concierto. Siguió con Dónde estarás, del primero, reforzada en directo gracias a los teclados, las maracas y la percusión. Tuvo palabras para las abuelas de la Plaza de Mayo (que «en este mes han recuperado a diecisiete nietos desaparecidos») y para los «veintisiete desahucios detenidos este mes» antes de cantar No estarás sola y Pequeña bachata mediterránea. La oscuridad del escenario y unos cuantos acordes fueron suficientes para que el público supiese lo que venía: Vértigo, uno de sus clásicos. De repente, el músico tiró de una cuerda para poner un telón semitransparente sobre el que proyectaron animaciones mientras él cantaba Rebelión en Hamelin, Insurrección (de El Último de la Fila), Recuerdo o Todo empieza y todo acaba en ti. El concierto, así, tornó a espectáculo, en el que también participó Sito Morales. Y, por fin, Papá, cuéntame otra vez. Anoche Ismael Serrano, aludiendo a esta canción, se preguntaba si su generación tiene alguna historia que contar. Se avecina un año lleno de cambios y «quizás estamos a tiempo», tal y como dijo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios