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Cantos gregorianos en la cripta de la Victoria en la última Noche de los Difuntos, organizado por Cultopía.
Música desde el purgatorio

Música desde el purgatorio

El espacio, joya del barroco y uno de los panteones más tétricos del país, se estrena como escenario con un grupo vocal el 22 de noviembre

Regina Sotorrío

Martes, 21 de octubre 2014, 17:29

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Al entrar se hace el silencio. Los condes de Buenavista descansan, pero no es por ellos. Es la visión de lo que les rodea. Cuerpos en descomposición, esqueletos con la guadaña, calaveras con tibias cruzadas, tambores fúnebres, relojes de arena en los que el tiempo se acaba... Es el purgatorio en blanco sobre negro, en esculturas de escayola sobre el muro, representado en el subterráneo del Santuario de la Victoria. Solo algunos turistas y reducidas visitas alteran de vez en cuando la tensa paz del lugar. Hasta ahora. La cripta de la Victoria, una joya del Barroco y de las más tétricas del país, se pone a prueba como sala de conciertos íntimos. Cultopía, empresa malagueña experta en poner en valor el patrimonio desconocido, organiza un recital a capella para celebrar el Día de la Música, el 22 de noviembre. Si funciona y gusta, será el primero de otros muchos.

Setenta personas en cada pase -habrá dos- podrán vivir la experiencia de escuchar música coral desde el 'purgatorio' y a la luz de las velas. «Es sobrecogedor», señala Mar Rubio, responsable de Cultopía (www.cultopia.es). Se trata de un espacio solemne y el repertorio será «respetuoso» con él. «No hay que olvidar que esto es una Iglesia», recuerda. El grupo vocal Alia Música estrena este singular escenario con una misa de difuntos del renacimiento malagueño, de escasos 50 años después de la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos. Se trata de una partitura de principios del XVI rescatada de los archivos de la Catedral y obra de Cristóbal de Morales, que vivió en Málaga tras ser maestro de música en el Vaticano. «Pese a ser un réquiem no es sombrío, más bien al contrario. Transmite paz y tranquilidad», explica Naser Rodríguez, director de Alia Música.

Las ocho voces se situarán en una esquina del panteón, con el público a un palmo de ellos. De las sensaciones que tengan los artistas, de la acústica y de la opinión de los espectadores dependerá que este concierto sea una excepción o que se sume a la agenda cultural de Málaga.

Esta actividad descubrirá a muchos malagueños este rincón, y al mismo tiempo contribuirá a su conservación. Porque de las humedades y del deterioro del tiempo no se libra ni el mejor palacio. Construida en 1699, la cripta es la base de una torre anexa al Santuario de la Victoria. La mandó levantar el Conde de Buenavista al saber que en el interior de la iglesia ya no quedaba sitio para que él y su familia fuesen enterrados. Encargó el trabajo al arquitecto vasco Felipe de Unzurrunzaga, que en una construcción de tres partes resumió el discurso católico sobre la muerte con el dramatismo del barroco.

Como explica Mar Rubio, el tétrico panteón cobra sentido cuando se conoce el edificio en su conjunto. Allí reposan los restos de los condes y sus esculturas son las únicas de toda la sala que no están en descomposición. «Porque ellos no pertenecen al purgatorio. Ellos se han salvado», explica. La clave está en un esqueleto en el centro de la sala que sostiene una balanza donde se pesa lo bueno (con un rosario) y lo malo (con una corona como símbolo de la ambición humana) de una vida. Y en este caso, se inclina hacia el lado correcto. Tal y como mantiene la fe católica, el camino hacia el cielo está en la oración y por eso en el nivel intermedio de la torre hay una sacristía. Es el paso previo a lo más alto, al impresionante camarín de la Virgen de la Victoria, donde la ornamentación oscura de la cripta se transforma en un exceso de color y adorno. Todo está cargado de simbolismo -como el espejo que sostiene un esqueleto y que devuelve su imagen con corona: la muerte iguala a ricos y pobres- y nada se deja al azar, ni los escalones. «Hay 12 escalones por cuatro partes. Doce por los apóstoles y 48, el total, es múltiplo de 8, el número de la Virgen», detalla.

Son algunas de las curiosidades que el equipo de Cultopía desvela durante las visitas guiadas que a lo largo del año organizan a la cripta. A ella volverán el 31 de octubre y 1 de noviembre para celebrar la Noche de los Difuntos, con cantos gregorianos en directo durante el recorrido y más de 500 velas. Ya lo hicieron el año pasado y las entradas volaron. Este año duplican las visitas, y están a punto de colgar el 'no hay billetes'. Es Halloween pero aquí no se permiten disfraces ni gritos de «truco o trato». Aquí se impone el silencio. Los condes de Buenavista descansan.

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