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Regina Sotorrío
Jueves, 24 de julio 2014, 08:06
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Hay que beber de los cantes de La Niña de los Peines, Manolo Caracol o Antonio de Mairena, «recrear» lo que ellos hicieron, pero nunca «repetirlo miméticamente». Para Arcángel, el flamenco debe mirar de forma inevitable al pasado «con un pie en el futuro también inevitable». El cantaor onubense se atreve a enfrentar «de tú a tú» el arte jondo con otras músicas y, al mismo tiempo, arrancarse por un fandango puro. Lo demostrará una vez más el 2 de agosto en un festival que conoce muy bien, el Castillo del Cante de Ojén.
Los festivales flamenco están cambiando: de acabar al amanecer el de Ojén durará unas tres horas...
Afortunadamente, yo creo. Los festivales tenían que mutar y acercarse a la época de ahora. Plantearse un festival con un montón de gente en el escenario y con una duración de seis o siete horas no es beneficioso ni para el público ni para los que van a actuar.
Lea la entrevista completa en Kioskoymas.com
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