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Martes, 23 de enero 2018, 00:19
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Hace tiempo que Manuel Vilas (Babastro, 1962) escribe sobre sus padres. También sobre su propia vida a través de un narrador que se confunde con el autor. Con un estilo tan personal, con una prosa poética tan íntima, que se le puede identificar ya sea en unos versos, en un relato o en una novela. Toda esa trayectoria vital y literaria parece converger en su nuevo libro, ‘Ordesa’, aunque cuando se le recuerda el escritor tira de ironía: «Ja, ja... me ha costado unos cuantos años encontrar el tono». Lo cierto es que en esta novela se ha deshecho de juegos y decorados literarios para contar la historia de sus padres desde su interior. «Me ha pasado algo tan sencillo como que me hago viejo y prefiero buscar la verdad alejado de cualquier retórica que será muy atractiva para la ficción, pero que no me interesa», aseguró ayer a SUR antes de la presentación de la novela en el Centro Andaluz de las Letras (CAL), acompañado del escritor Guillermo Busutil.
El libro lleva apenas cinco días en las librerías, pero la acogida de la obra ha sido tan abrumadoramente aplaudida que hasta el ‘GranVilas’ –su sarcástico seudónimo en Twitter– está entre sorprendido y «asustado». Y es que esa «verdad» de la que el propio autor habla en esta entrevista y se lee en su novela consigue traspasar los límites del narrador y contagiar al lector. Y lo hace a través de la vida de sus padres y ese parque de Ordesa en el Pirineo de Huesca que da título a la novela. «Es un valle que le encantaba a mi padre y uno de mis primeros recuerdos es precisamente el pinchazo que tuvimos a llí en el Seat 850 una mañana de verano», señala Manuel Vilas, que cuatro décadas después recorrió ese mismo lugar con sus hijos buscando su memoria. «De eso va el libro, de esa cadena temporal en la que eres hijo para convertirte después en padre», explica el también ganador del último premio de Poesía Manuel Alcántara con ‘Gran Hotel de las Islas Borromeas’.
Y aunque antes había hablado de sus progenitores, el fallecimiento de su padre hace una década y, especialmente, el de su madre en 2014 fueron determinantes para volver a Ordesa. «Ya había escrito sobre mi padre y le añadía cosas de la ficción, pero no acababa de aterrizar en la narración de la vida estricta y escueta tal y como lo he hecho en esta novela», manifiesta Vilas que transita por la nostalgia, la tristeza y la esperanza en estas páginas. «Pero también por el enigma porque algunos pasajes que no recuerdo bien, me digo que se lo tengo que preguntar a mis padres, pero ellos ya no están», relata el escritor que insiste en que no podía escribir sobre su vida y «decorarla».
«Aunque practiqué la autoficción ahora no me interesa nada ya que con el paso del tiempo prefiero un ejercicio muy austero de la literatura y la verdad», añade el escritor que no se oculta en las páginas tras el narrador, aunque tampoco lo termina de hacer evidente. Así, en las páginas del libro el relator es identificado como «Manolito» en una conversación con su tío, mientras que sobre su vida especifica que vive en una ciudad del Norte de España, «cuyo nombre no recuerdo ahora mismo». Un homenaje cervantino que también actúa como muro de contención y seguridad del propio autor.
«Evidentemente estoy yo, pero intento protegerme un poco porque la literatura confesional y de carácter autobiográfico todavía arrastra cierto pudor en nuestro país por el catolicismo o por el miedo a la confesión de la verdad», sostiene Manuel Vilas que sitúa su novela ‘Ordesa’ en la línea de ‘Coto vedado’ de Juan Goytisolo o, más recientemente, ‘La hora violeta’, de Sergio del Molino. «Estas novelas ya dibujan la necesidad de las letras españolas de enfocar este tipo de literatura», apostilla.
Autor: Manuel Vilas. Novela.
Editorial: Alfaguara. 392 páginas. España. 2018.
Precio: 18,90 euros.
La bonanza económica de los sesenta, la crisis del petróleo de los 70 o la democracia están presentes en la novela que recorren la historia de España a través de la vida de estos padres, un viajante de comercio y una mujer sabia que a los 12 años la sacaron del colegio. «Recuerdo que una vez me dijo mi madre: ‘Tal y como tú me tratas, te tratarán tus hijos’», afirma Vilas que también refleja en la novela el «eterno retorno» a través de los «errores que tienes con tus padres que acaban pasando a tus hijos».
La novela ‘Ordesa’ cuenta además con un epílogo curioso. Una antología de poemas del propio Manuel Vilas en el que también se ofrece su visión de la familia. «Es como darle al lector otro ángulo desde el que completar la historia», explica el autor aragonés que añade que esta selección bien podría actuar como el ‘spotify’ musical de una novela, aunque en este caso es una «playlist de poemas».
De la misma forma, una estrofa de la popular copla ‘Gracias a la vida’ de Violeta Parra antecede a toda la narración de ‘Ordesa’ como una declaración de intenciones. «Todo el libro es una carta de amor a mis padres, a los que les doy las gracias por traerme al mundo», resume Vilas, que transmite esa emoción de la mítica canción en las páginas de su obra más personal.
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