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El escritor mexicano Antonio Ortuño.
«La literatura da la posibilidad de revanchas tardías»

«La literatura da la posibilidad de revanchas tardías»

El escritor mexicano Antonio Ortuño presenta 'La vaga ambición', el libro de relatos cortos con el que se adjudicó el V Premio Ribera del Duero

Álvaro Soto

Jueves, 25 de mayo 2017, 00:31

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La experiencia «adulterada», los recuerdos «que engañan», son parte de la literatura de Antonio Ortuño (Zapopan, Jalisco, 1976). El autor mexicano acaba de ganar el V Premio Ribera del Duero con 'La vaga ambición' (Páginas de Espuma), donde reúne en seis relatos cortos las vivencias de Arturo Murray, una especie de alter ego de Ortuño que trata de abrirse paso entre las dificultades de la escritura y de la vida.

«En la literatura siempre hay un sustrato biográfico, pero lo fundamental no tiene que ver con eso, sino en cómo ese trasvase de la realidad a la ficción puede retener la vitalidad que pueden tener la memoria y la confesión. Los recuerdos están en la obligación de engañar y el loco es la persona que no se puede reconstruir a través de la memoria», sentencia Ortuño. Cree este escritor que los libros «dan la posibilidad de revanchas tardías, de reinterpretar los episodios vividos», aunque tampoco se dedica a idolatrar una profesión «que es digna, pero que también tiene mucho de patético». «El escritor como superdotado al que le ocurren cosas sin esforzarse y la literatura entendida como una ocupación trascendente no me interesan. Pero leer la actividad literaria desde la cotidianidad me parece divertido», asevera.

'La vaga ambición' es la nueva obra de Ortuño, que antes ha publicado tres libros de relatos ('El jardinero japonés', 'La señora Rojo' y 'Agua corriente') y novelas como 'Recursos Humanos', 'Méjico' o 'El rastro'. El autor ha encontrado en la mezcla de la negrura y el humor una seña de identidad en la que se encuentra cómodo y que resulta reconocible para los lectores, aunque sabe que por ella hay que transitar con prudencia para que una obra no escape del control de su autor. «Un escritor tiene que encontrar el punto en que combinan la ironía, los episodios absurdos y los momentos amargos. Existe el riesgo de fallar en el tono y de hacer chistes con lo que no se puede hacer chistes», asegura.

Ortuño trabaja desde hace dos décadas en medios de comunicación mexicanos, como editor y como responsable de secciones de cultura. Asegura no haber sufrido en primera persona las amenazas que reciben tantos colegas suyos (y que han dejado una ola de muertes; la última, la de Javier Valdez), pero subraya la vulnerabilidad de los periodistas en su país, sobre todo fuera de las grandes capitales. «Es delirante lo que está ocurriendo», asegura. En su opinión, el discurso de las élites mexicanas demuestra que están muy «alienadas» respecto al resto de la país. «Uno ve a muchos aristócratas mexicanos que se pasean por el mundo como príncipes de oriente diciendo que en nuestro país no pasa nada. No sé si es cinismo o caradura», se indigna Ortuño. «Solamente este año ya han muerto 8.000 personas y desde que comenzó la violencia, hay 200.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos», recuerda el autor, que no ve una «salida inmediata» a la situación. «La política está absolutamente corrompida, no hay horizonte al que asomar que no sea espantoso».

Tampoco tiene mejores perspectivas respecto a la relación de su país con Estados Unidos, pero no solo por la llegada de Trump al poder. «Trump es como el resto de los presidentes. Lo único es que los otros guardaban las formas y este nos insulta. Pero Obama, que nos llamaba 'amigus', deportó más gente que nadie antes y endureció las fronteras. Desde hace mucho tiempo Estados Unidos tiene tomado por los testículos al poder institucional mexicano», concluye.

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