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Ignacio Martínez de Pisón y Antonio Soler, ayer, en La Casa del Libro. :: francis silva
Martínez de Pisón: «En mi generación, escribir realismo era de lo más detestable»

Martínez de Pisón: «En mi generación, escribir realismo era de lo más detestable»

El escritor zaragozano traslada al lector «sin nostalgia» a la etapa de la Transición con su nueva novela, ‘Derecho natural’

PABLO MARINETTO

Jueves, 27 de abril 2017, 01:21

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La década de los 80 fue una época de cambios, donde afloraban los conflictos y en la que las familias españolas tuvieron que acostumbrarse a un nuevo país que miraba hacia el futuro pero al que le quedaba aún mucho camino por recorrer. Este es el contexto en el que el escritor, Premio Nacional de Narrativa, Ignacio Martínez de Pisón ambienta su nueva novela Derecho natural, que presentó ayer en la librería La Casa del Libro de la mano de su amigo, el también escritor, Antonio Soler.

La familia ejerce una importancia absoluta como eje central de una obra en la que los protagonistas buscan una armonía que no consiguen alcanzar con plenitud. El lector que se aventure a navegar entre las páginas de la obra encontrará un paralelismo entre personajes y ambientación, con una familia inestable y desordenada y en una etapa convulsa de continuos cambios. Todo ello ambientado en la Barcelona de los setenta y el Madrid de los ochenta.

Vocación purista

El padre es un actor de películas de serie B que tiende a la evasión; la madre, una mujer que intenta tomar las riendas de su propia vida y el protagonista, Ángel, un hijo que intenta llegar a la edad adulta intentando no cometer los errores de sus progenitores. «Con frecuencia existen padres desastrosos cuyos hijos son completamente opuestos», afirmó Pisón ayer en la presentación.

Según el autor, la novela tiene una marcada vocación purista que obliga al lector a plantearse qué reglas marcan la convivencia en una sociedad así como la complejidad de las relaciones humanas. Se trata de una obra que se enmarca dentro de la etapa madura de su autor, a la que asegura llegó con Carreteras secuntarias. Sus obras posteriores comparten el mismo estilo y el realismo es el nexo común de sus novelas en las que reflexiona sobre una realidad concreta que va perfilando y haciendo evolucionar a sus personajes. «En mi generación, escribir realismo era de lo más detestable, sin embargo, tiene éxito y a la gente le gusta», afirmó.

Pese a trasladarse a la década de los ochenta y la étapa de la Transición democrática, la nostalgia no es un sentimiento que aflore en la obra ya que según Pisón «no quería exportar el efecto Cuéntame en el que la televisión la utiliza sin escrúpulos». Para el autor, la nostalgia es un sentimiento muy traicionero que hace aflorar la falsa ilusión de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Las leyes, de ahí el titulo Derecho natural, aún estaban por escribirse en la nueva España democrática en la que se mueven los personajes. Una nueva realidad a la que cada uno debe hacer frente y de la que todosquieren ser partícipes, y todo ello contado con la pureza de quien escribe un trozo de la historia de su propia vida.

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