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Gerald Brenan, en la última etapa de su vida, y con su inseparable cigarro, observa una foto suya de juventud.
Cuando Gerald Brenan adelantó el final de Franco

Cuando Gerald Brenan adelantó el final de Franco

Un inédito del hispanista planteaba una monarquía constitucional treinta años antes de la muerte del dictador

Francisco Griñán

Miércoles, 18 de enero 2017, 00:57

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Profesores de la Universidad de Cambridge le propusieron que ocupara la Cátedra de Historia Contemporánea. Y con la misma cortesía británica con la que se lo ofrecieron, Gerald Brenan les dijo que él nunca había ido a la universidad y que su única aspiración era volver a Málaga. A esa tierra que tan bien había retratado y descifrado como si fuera un mapa en El laberinto español (1943). Tres años después de esta publicación, editó lo que Carlos Pranger, albacea de su legado, denomina un «panfletillo». Un spin off de aquel libro en el que indagaba aún más en el laberinto hispano y que se planteaba incluso cómo acabar con el problema de Franco. «Explicaba que eliminar al dictador provocaría otro derramamiento de sangre y vaticinaba que el futuro político de nuestro país pasaba por una monarquía constitucional», adelanta Carlos Pranger, que añade que el texto también hace referencia a un «partido socialista moderado» que favoreciera la modernización y permitiera igualar al país con el resto de Europa. Todo aquello lo dejó por escrito en 1946, casi treinta años antes de que así ocurriera.

Ese panfletillo, que fue encargado por una fundación y publicado originalmente por The Bureau of Current Affeirs, ve ahora la luz en español con una edición que incluye el facsímil del original en inglés y la traducción que ha realizado el propio Carlos Pranger con motivo del 30 aniversario de la muerte de Gerald Brenan que se cumple mañana, jueves 19 de enero. La casa del hispanista en Churriana, con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, publica La escena española que ahonda no solo en el conocimiento que el autor tenía de España, sino en su capacidad para desentrañar el alma de la sociedad y la política nacional.

El texto se publicaba además en un momento en el que el Consejo de Seguridad de la ONU se planteaba la situación del régimen de Franco y el país figuraba en el debate internacional. Y en ese contexto llegó el encargo a Brenan, que realizó este retrato de España que combinaba el carácter divulgativo con su mirada experta y competente de nuestro país.

La publicación de La escena española se une además a la reedición de El laberinto español, que la editorial Planeta presentará el próximo viernes en la propia Casa Gerald Brenan. Una novedad editorial que, a juicio de Silvia Grijalba, directora de la residencia del escritor en Churriana, está de «plena vigencia» por la situación política actual ya que el hispanista británico definía España como el país de la «patria chica» por la fuerza de los sentimientos regionales y municipales frente al Estado.

Esa visión de los nacionalismos o la anticipación del final de Franco no le acarrearon problemas al escritor con el régimen. Al menos, no más de los que le pusieron para volver después de la guerra civil. «Tuvo que negociar su vuelta e incluso se llegó a reunir con el embajador español en Londres para convencer al régimen», explica Carlos Pranger que añade que el esperado regreso fue casi un regalo de reyes magos: el 7 de enero de 1953. «Y ya de nuevo en Churriana, lo dejaron vivir a su aire», admite el albacea de su obra, que añade que todavía quedan algunos inéditos en el legado del hispanista británico.

Relatos y aforismos figuran entre esos escritos que nunca han visto la luz, aunque lo más desconocido y relevante es su correspondencia. «Se escribía con los amigos, contaba lo que le ocurría y le encantaban los chismes», asegura Carlos Pranger que añade que, tras su vuelta a Málaga, Brenan se convirtió en un personaje fundamental de la naciente Costa del Sol. Y su casa en parada y fonda numerosos extranjeros que acudían a España.

Virginia y Leonard Wolf, Ernest Hemingway, Bruce Chatwin, Lytton Strachey, Carmen Laforet o Paul Bowles no dejaron de visitarlo y algunos de ellos, como este último, dejó por escrito que, para conocer la Costa del Sol, había que llamar a la puerta de Gerald Brenan. No obstante, las grandes firmas no eran las únicas que buscaban al hispanista, sino que también se convirtió en un referente para todos los veintañeros de la generación beat que buscaban la libertad del litoral malagueño.

«Quemó esa juventud perdida entrando precisamente en contacto con los jóvenes despreocupados, poetas y músicos que acudían a él y que le insuflaron vida», recuerda Carlos Pranger, que recomienda pasar por la Casa Gerald Brenan y ver la colección de fotos privadas que muestran precisamente a ese divertido e íntimo escritor.

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