Secciones
Servicios
Destacamos
Francisco Griñán
Miércoles, 17 de febrero 2016, 00:07
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Se ha convertido en un gadget indispensable. En cada momento de la vida, siempre hay una cámara. Por lo menos. De hecho, tenemos la vida retratada en los álbumes digitales que llevamos en el móvil del bolsillo. Por eso extrañó tanto cuando ayer la médico y autora de la novela Dejarse llover, Paula Farias, afirmó que sus imágenes tienen palabras. «Cuando estoy sobre el terreno no hago fotos, pero guardo un cuento de cada guerra y misión», dijo. Fiel a su palabra, la expresidenta de Médicos Sin Fronteras España (MSF) convirtió su experiencia en su primer conflicto en Kosovo en un relato largo que acabó publicando como novela. Una historia que cayó en manos del cineasta Fernando León de Aranoa y que se transformó en argumento del filme Un día perfecto, que hace unos días se llevaba precisamente el premio Goya al mejor guión adaptado.
Para hablar de la novela y la película, Paula Farias ofreció ayer una conferencia en el Aula de Cultura de SUR. Aunque como las buenas historias, lo más revelador fue conocer el trasfondo de la trama, su experiencia como cooperante, esa Otra visión de los trabajadores humanitarios, como decía el subtítulo de la charla. Un colectivo acostumbrado a trabajar en guerras y desastres naturales, a convivir con el horror, «aunque ese mundo en el que descubres tanto sufrimiento es también en el que encuentras más luz», señaló la médico.
La lucha de MSF y las oenegés que trabajan a pie de conflicto es la de David contra Goliat, pero esa batalla a veces no parece tan desigual, aunque lo sea. «Lo que de verdad te hace seguir en una guerra es descubrir que eres parte de un equipo y ese subidón te permite afrontar cualquier marrón por grande que sea», recordó Farias que, como la formación en tortuga de las legiones romanas en los cómics de Asterix, los cooperantes se unen en un equipo y entonces son «imparables». «Esa sensación es bestial», remachó.
En este sentido, el personaje de Benicio del Toro en Un día perfecto aseguraba cada dos por tres que iba a abandonar esa vida. Un «prototipo» muy común en las misiones, pero que en el fondo nunca llega a dimitir, porque se siente parte del conjunto. «La guerra es horrible, pero el éxito es no bajar los brazos y enfrentarte al gigante, acompañado de tu equipo», insistió Farias, que ya tiene una nueva novela, que solo le queda pulir. Su título es Fantasmas azules y retrata la vida de una mujer en Afganistán durante la guerra de 2001.
La representante de MSF en Andalucía, Carmen Escalante, y el escritor y director del Aula de SUR, Pablo Aranda, presentaron ayer a la conferenciante, que actualmente dirige las operaciones marítimas de Médicos Sin Fronteras en el Mediterráneo. Una misión que se puso en marcha el año pasado ante la suspensión de las labores humanitarias por parte de UE y que en su primera edición consiguió rescatar a 5.000 personas. «El fracaso europeo ante la crisis de los refugiados es una vergüenza. Hay gente necesitada que está pasando frío con sus niños en las fronteras y la UE le ha cerrado las puertas», criticó Farias. «Europa puede decidir que la gente deje de morir en el Mediterráneo», sentenció la activista, por lo que animó a no bajar los brazos y alzar la voz contra esta decisión «política».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El juzgado perdona una deuda de 2,6 millones a un empresario con 10 hijos
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.