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Fernando Delgado cuenta el amor «intenso pero no carnal» de Santa Teresa por un joven fraile

La novela ‘Sus ojos en mí’, ganadora del último Premio Azorín, arroja luz sobre la cara más humana de la mística

Antonio Paniagua

Martes, 14 de abril 2015, 15:00

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Fernando Delgado, ganador del Premio Azorín de novela con Sus ojos en mí (Planeta), asegura que su obra es una historia de amor intensa pero no carnal entre una sexagenaria de Teresa de Jesús y el joven fraile Jerónimo Gracián. Nadie describe mejor su vida que la propia Teresa de Jesús, que en sus escritos da muestras de un gran sentido del humor, asevera el escritor.

Para el prosista canario, que da cuenta de las luchas de poder eclesiástico en la España de Felipe II, el amor que rezuma el relato es admirativo y obsesivo. No creo que fuera cierto eso que decían las habladurías de que los dos clérigos tuvieran trotes en la cama, señaló el escritor durante la presentación de la obra.

Esta historia apasionada surgió hace ya más de treinta años, cuando un librero luego metido a político le habló de lo poco novelesco que sería contar los avatares místicos y contemplativos de la monja. Fue algo que molestó al novelista pero que sembró la semilla de su interés. Sin embargo, cuando otro amigo le puso sobre la pista del enamoramiento entre Teresa de Ávila y Gracián quedó prendado por los avatares de la historia.

El amor de Teresa de Ávila por el fraile fue apasionado y entregado. El destinatario de su arrobo, el Jerónimo Gracián, un carmelita culto, refinado elegante y guapo, vivió múltiples aventuras y no escapó de las persecuciones terrenas. No es la novela de Teresa de Jesús, sino de dos personajes».

El escritor y periodista no ha pretendido manipular la historia y declara que se propuso desde el primer momento abordar la figura de santa Teresa como grande de las letras y no tanto como santa.

La novela escapa de los clichés y se ofrece al lector como un sofisticado artefacto que arroja luz sobre el perfil más humano de la santa, al tiempo que rescata del olvido la figura de su adorado Gracián.

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