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Serafín Quero, durante la presentación en La Térmica
Sorbos literarios al vino de la alegría

Sorbos literarios al vino de la alegría

Sefarín Quero presenta en La Térmica una amena investigación sobre el champán

Antonio Javier López

Viernes, 16 de mayo 2014, 10:00

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Decía Coco Chanel que sólo bebía champán en dos ocasiones: cuando estaba enamorada y cuando no lo estaba; es decir, siempre. Comparte la anécdota Serafín Quero durante la presentación del libro que dedica justo a ese tipo de caldo. «El champán es el vino más original del mundo. A grandes rasgos, todos los vinos tintos se hacen igual, pero con el champán no sucede eso», arguye Quero antes de remachar: «Además, el champán es el vino de la alegría. Nadie bebe champán estando triste, aunque tengo la teoría de que habría que beberlo también en los entierros, para darle otro aire al asunto...».

Quero está recién aterrizado en Málaga. Acaba de llegar de Alemania, donde es profesor de Lengua y Literatura Española en la Universidad de Dresde. Una profesión que compagina con su pasión por la gastronomía y los caldos nobles. El champán. Historias, personajes, anécdotas es su novena investigación sobre la materia, siempre aderezada con una notable amenidad. Quero presentaba ayer su nuevo libro en La Térmica acompañado de Lorenzo Saval, responsable de Ediciones Litoral, que brinda una vez más su habitual exquisitez en la edición impresa.

«Es resultado es magnífico, tanto por la prosa de Quero, sencilla y didáctica pero a la vez brillante, como por el diseño y las imágenes. Ha sido un trabajo de selección enorme, porque había muchas fotografías y obras de arte relacionadas con el champán, pero ha merecido mucho la pena», detalla el editor.

«El libro tiene una vocación muy didáctica, está pensado tanto para los técnicos como para las personas que no tengan un conocimiento especializado sobre la materia», sostiene Quero, quien repasa en su investigación la historia de esta bebida espumosa, su presencia en el arte plástico y la literatura, su relación con el cava o los ritos asociados a su ingesta.

Y ahí conviene una breve parada: ¿cuál es la mejor manera de descorchar una botella de champán? «Siempre hay que abrirla con delicadeza, la espuma es la esencia de esta bebida y, al abrirla, la botella tiene que suspirar», explica Quero. Así que nada de entusiasmos de piloto de carreras si se quiere disfrutar de una copa de champán como es debido. Y bebido.

La segunda fermentación

Quero también pone el acento en la labor de documentación previa a la redacción del libro. Una tarea que adquiere protagonismo en las páginas dedicadas a la historia de la bebida. El investigador malagueño recuerda que el champán nació en el siglo XVII en Francia: «En aquella época, se dieron cuenta de que las botellas explotaban al llegar la primavera. El calor provocaba una segunda fermentación del vino dentro de la botella y cuando aprendieron a controlar ese proceso dieron origen al champán».

El padre de la nueva bebida fue Dom Perignon, que con el paso de los siglos mantiene su nombre como selecta referencia en el mercado. Quero cita otras propuestas para bolsillos holgados: Salon, Krug o Cristal de Louis Roederer. «Aunque también hay posibilidades magníficas mucho más asequibles», quiebra. ¿Sugerencias? «Laurent Perrier, por ejemplo». Una cata seca en Internet confirma el precio: unos 20 euros la botella. Apuntado para la próxima excusa que traiga la alegría.

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