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LA GRACIA DECOROSA

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Lunes, 22 de enero 2018, 00:46

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A mediados de los años noventa los fines de semana en Canal Sur Radio llevaron el nombre de un programa aún recordado entre los aficionados al transistor: 'La vida alegre'. Aquellas mañanas festivas estaban llenas de información, ironía y sobre todo cercanía. La energía de Inmaculada Jabato era sin duda su secreto más poderoso, respaldada además por los textos de Jesús Calvo, las interpretaciones descacharrantes de Juanma Lara, las músicas escogidas, las entrevistas y un largo etcétera. Y justo en ese programa Antonio Garrido Moraga brilló también con su 'Tiovivo', una sección donde sacaba punta a la actualidad como nadie.

Durante esta primera semana sin Antonio Garrido, ay, se ha subrayado su gran preparación cultural, su sapiencia inacabable, su facundia inagotable. Una figura irrepetible, arrolladora. Una mente en continuo proceso de hallazgo parapetada tras su sonrisa maliciosa y sus chicos ojos chispeantes. Ayer SUR les contaba cómo su faceta de profesor y estudioso (de la Lengua, de la Literatura, de lo que le diera la gana) halló una extensión natural y precoz en la prensa. Pero ojito porque Garrido cuando saltaba a los medios no era el intelectual al uso ni iba en plan calino, sino que sabía ajustar su erudición al mensaje.

No solo en aulas y pregones: también ante los micrófonos o las cámaras era genial. Intuía cuándo debía quitarse el sombrero de fieltro o la pajarita con elegancia para así bajar al barro de lo popular y modular su verbo sin caer nunca en lo vulgar («¡El decoro!» hubiera bramado él en clase, superlativo). Muchas cadenas nacionales supieron aprovechar luego este afán entretenedor, como la COPE u Onda Cero, donde acompañó a Isabel Gemio varios años. Por no hablar de la televisión, donde igual animaba como nadie una tertulia (como en 'Mira la Vida', de Canal Sur), que comentaba la Semana Santa o los toros con fruición. O se despachaba él solito programas semanales en canales locales con una simple visita a un museo. Un tío vivo, listo, tierno tras todos sus personajes. Un verdadero e inolvidable maestro.

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