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Disruptivo total

La nube doble ·

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Lunes, 11 de junio 2018, 00:07

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Hoy arranca la primera semana laboral completa para el nuevo Gobierno de España. El consejo de ministras y de ministros ha comprobado este fin de semana cómo su agenda ya no es la misma, de manera que han atendido a entrevistas diversas o acudido diversos actos. Por de pronto su recibimiento ha sido sorpresivo. Ha recibido el equipo de Pedro Sánchez todos los epítetos posibles, pero en plan buen rollo: desde feminista a modernizador, desde europeísta a tranquilizador, desde contemporizador a ultracontemporáneo, desde inesperable a galáctico.

Aquellos o aquellas que por fijación o por la aceleración de la cosa política sólo esperaban de Sánchez una faena de aliño se vieron de bruces con un goteo de nombres cada cual más significativo, más polisémico. Y el anuncio que colmó el vaso fue el del nuevo ministro de Cultura y Deportes: Màxim Huerta. Tamaña osadía, como así fue vista, fue considerada además de como bombazo como una afrenta por parte de las señoras y señores bien, señores fetén. Porque de la televisión, del periodismo o de la literatura popular, pensarán ellos o ellas, nunca puede venir nada bueno. O quizá porque se olvidan de lo que algún día pasó por la mente de la profesión médica española cuando los consejos ministeriales para el añejo, ya recordarán; o cuando se nos anunció también una conjunción planetaria por parte de otra miembra de algún ejecutivo de La Moncloa.

Perdonen por la homilía de lunes, pero creo por sus obras las y les conoceremos. Por ahora no he leído nada de Màxim, pero valoro su afán, que se meta en el berenjenal del deporte sin practicarlo mucho, o que encima ya haya estado en 'La Sexta Noche', en la Feria del Libro de Madrid o rindiendo homenaje en París a Nadal, más partidario de nuevas elecciones. Es sin duda el ministro que mejor sintetiza otro adjetivo que le pega al nuevo Gobierno: disruptivo. O sea, que crea disrupción: una interrupción brusca. A ver si en este rollo disrupción total, ya puestos, el ministro empuja para traerse a Málaga los Goya de 2019, con Buenafuente y Sílvia Abril.

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