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Una espectadora durante la proyección de 'Grease'.
La nostalgia se gana a los cinéfilos

La nostalgia se gana a los cinéfilos

Madrid regresa a los años 50 con el estreno de un nuevo autocine con capacidad para 350 coches y elige 'Grease' para la puesta de largo

carlota ezquiaga

Sábado, 25 de febrero 2017, 18:17

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Es una escena ya clásica: Sandy va con Danny Zucko al autocine y ella termina huyendo enfurecida cuando él se abalanza sobre ella. Este viernes los madrileños pudieron verla en pantalla grande, precisamente desde sus coches: la película elegida para el estreno del nuevo autocine RACE de Madrid era, como no podía ser de otra manera, Grease.

En el distrito de Chamartín-Fuencarral, el nuevo autocine cuenta con 25.000 metros cuadrados de superficie y capacidad para 350 coches. Con un dinner para tomar algo antes o después de la película, food trucks de hamburguesas y perritos calientes y un carrito retro de palomitas, el ambiente es totalmente de película americana. En el estreno, además, una exposición de coches antiguos le daba un toque extra de años 50. Pero lo importante era Grease, y para verla simplemente había que aparcar el coche en el espacio asignado y sintonizar la radio en la emisora 93.7 FM.

Cristina Porta, una de las promotoras, se mostraba ilusionada con el estreno. La gente está buscando cosas diferentes, por eso creo que ha tenido tan buena acogida, explicaba. Esperemos que salgan contentos hoy, y que vuelvan. Tiene razones para ser optimista: ya están agotadas las entradas para toda la primera semana, en la que proyectan Grease, y están cerca de terminarse las de la segunda semana, con la película Logan.

En el estreno, el público (en su mayoría parejas, pero también grupos de amigos y alguna familia con niños) parecía disfrutar mucho del ambiente. Era la primera vez para Esther y Rafa, y estaban entusiasmados. Nos ha parecido una idea muy original. Ella ha venido por la película, y yo por el ambiente, decía Rafa. ¡Hombre, es que es un clásico!, le respondía Esther. Le viene al pelo a un sitio como este. Y la verdad es que te transporta. Te sientes muy retro, como muy de la época.

Efectivamente, el ambiente era muy similar al de la película Grease: con música cincuentera sonando por los altavoces, la gente comía sus perritos calientes y sus hamburguesas y bebía sus cervezas en la zona de restauración. Algunos llevaron la customización al atuendo, divisándose un buen número de cazadoras de cuero y pelucas rubias.

Otros llegaron al lugar incluso con perro, como Lourdes. Claro, hemos venido la familia al completo. Mi chico ha visto el rollo de las cervezas y tal y ha dicho: Me quedo. Y para mí era un sueño venir a un autocine; es la primera vez, contaba. Y añadía que tenía ganas de verlo en verano. No es de extrañar: los organizadores ya planean el período estival. En el estreno, una noche bastante fría de febrero, era mejor resguardarse en el coche, pero en verano la idea es habilitar una zona para poder ver la película al aire libre, con tumbonas o en el suelo.

De momento hay una sesión al día, pero planean extenderlo a dos en el futuro, cuando esté dominado el tema de la entrada y salida de coches. Alternarán estrenos con clásicos, que es lo que la gente pide, según señala Cristina Porta.

Parece que, frente a la caída de espectadores en las salas de cine, el pasado funciona: los autocines vuelven a estar de moda. El de Madrid se suma a los siete que ya existían en España: hay algunos en la costa mediterránea (el Star en Valencia, el Drive-in en Denia o el Sur en Mutxamel, Alicante), pero también al norte: en Gijón, Getxo, Torrelavega y Ribadesella. La nostalgia parece ganarse a los cinéfilos españoles.

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