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Isabelle Huppert en una escena de la película. :: sur
Diez películas de 2016
FLASHBACK

Diez películas de 2016

Txema Martín

Sábado, 31 de diciembre 2016, 00:27

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1. La llegada (Denis Villeneuve)

Esta es una de esas películas que te ronda en la cabeza durante días, y no se te escapa. El director canadiense no sólo ha firmado la mejor película de su ya de por sí sobresaliente filmografía, sino una de las muestras de cine de ciencia ficción más inteligentes de la historia del cine moderno. Tocada de cerca por Spielberg, por 'Interstellar' de Nolan, pero también por las instalaciones de 'land art' del artista James Turrell o por el relativismo lingüístico, todo ello impulsado por una banda sonora compuesta por Jóhann Jóhannsson que es capaz ella solita de ponerte los pelos de punta, pero que en la conjunción con las imágenes traslada al espectador al suspense y el sobrecogimiento.

2. El hijo de Saúl (László Nemes)

Este impresionante debut ha sido capaz de dejar mudo a todo aquel que lo ha visto. Nunca jamás una cámara ha llegado hasta lo más profundo de un campo de exterminio. Rodada con una tecnología que es a la vez asombrosa y obsoleta, es una muestra brutal de talento que no se parece en nada a lo que se ha hecho antes sobre el Holocausto; una obra maestra absoluta.

3. Elle (Paul Verhoeven)

Sin duda, 2016 ha supuesto la resurrección artística del holandés Paul Verhoeven, así como de su inquietante filmografía, pero también ha sido un gran año para la protagonista de esta película, Isabelle Hupert. Ella fue la responsable de que esta adaptación de la novela de Philippe Djian fuera rodada en Francia. No encontró en Estados Unidos a la actriz idónea. Su probable nominación a los Oscar será el culmen de su coronación como la mejor actriz europea del momento.

4. Anomalisa (Charlie Kaufman)

Esta cinta de animación, una comedia negra rodada en 'stop motion', es capaz de introducir al espectador en el retorcido universo de Charlie Kaufman. Ha sido aplaudida por la crítica y ganó el Premio Especial en Venecia, pero la recaudación no le ha hecho justicia. Es, pues, una joya que hay que reivindicar.

5. Cegados por el sol (Luca Guadagnino)

El italiano Luca Guadagnino vuelve a contar con la gran Tilda Swinton, que hace una interpretación estupenda casi sin mediar palabra, y nos lleva a un paraíso en Sicilia lleno de belleza, algunos excesos, suspense y muchísimo deseo. Es una adaptación muy libre de 'La piscina' (Jacques Deray, 1969) y su título original, 'A bigger splash', hace referencia a un cuadro de David Hockney que inunda el metraje hasta el último chapoteo.

6. La Doncella (Park Chan-wook)

Esta historia, basada en la novela 'Falsa identidad' de la escritora británica Sarah Waters, está contada con tal precisión y con tan buen gusto que disculpamos sus 145 minutos de duración. El director coreano, que también nos ha dejado algunas películas insufribles, realiza un drama erótico magistral y seductor que camina entre la contención y el exceso.

7. La habitación (Lenny Abrahamson)

La primera hora de este drama de terror debería enseñarse en las escuelas de cine; el resto es un incómodo disfrute. El irlandés Lenny Abrahamson le da a Brie Larson el mejor papel de su vida en una historia de la que no se puede contar nada. Sólo hay que verla.

8. Tarde para la ira (Raúl Arévalo)

Este tenso thriller sobre la venganza es el impresionante debut del actor Raúl Arévalo y una de las grandes campanadas del cine español en los últimos años. Las interpretaciones de Antonio de la Torre o de Manolo Solo funcionan a la perfección en un engranaje que apunta al mejor cine.

9. El Renacido (Alejandro González Iñárritu)

El tándem que une a Iñárritu con el director de fotografía Emmanuel Lubezki ha vuelto a proponernos una apabullante experiencia audiovisual en la que poco importa el argumento. DiCaprio consiguió al fin su Oscar en la quinta nominación gracias a un rodaje en el que estuvo cerca de morir de hipotermia.

10. No respires (Fede Álvarez)

Una película de terror fundamental que propone que nos agarremos a los asientos y tengamos el corazón en un puño. Su giro de guión pasada la mitad del metraje consigue que ya no sepas a qué debes tenerle miedo.

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