Maribel Verdú, una madre coraje contra el autismo en la Patagonia

La imagen de las orcas que el cine ha transmitido era la de un animal asesino. Y nada más lejos de la realidad. «Son inteligentes, simpáticas, carismáticas», cuenta Roberto 'Beto' Buba, una de las personas que más sabe de esta especie en todo el mundo. Sobre sus vivencias se levanta 'El faro de las orcas', la nueva película de Gerardo Olivares, que se estrena este viernes y que protagonizan Maribel Verdú y Joaquín Furriel.

Basada en una historia real, 'El faro de las orcas' narra las vivencias de una madre coraje (Verdú) que descubre que su hijo autista mejora cuando empieza a relacionarse con estos animales. «Puedo decir que esta es una de las películas que me ha cambiado la vida», cuenta la actriz, que no oculta su entusiasmo por la cinta. «El rodaje fue tan especial que lloraba de felicidad todos los días por poder estar en un lugar tan bello», relata.

Este lugar es la Península Valdés, en la Patagonia argentina, donde en la vida real Beto trabaja como guardafaunas y a donde acudió Agustín, el niño con autismo, para intentar mejorar su calidad de vida, algo que logró. «Claro que ha mejorado. Es un artista, le gusta jugar al fútbol...», explica Beto.

El actor que lo interpreta en la pantalla es el argentino Joaquín Furriel, un rostro muy popular en su país y que comienza a hacerse conocido en España, donde ya rodó 'Cien años de perdón', de Daniel Calparsoro y con Luis Tosar en la interpretación. «Beto es un tipo de líder de los que pueden cambiar el mundo y sin embargo, en mi país es un personaje casi anónimo», apunta Furriel.

En 'El faro de las orcas' Gerardo Olivares continúa explotando su pasión por la naturaleza. El director es un reputado documentalista que se ha recorrido el mundo en busca de los animales y los paisajes más espectaculares. Pero también en sus cintas de ficción el medio ambiente es un protagonista más de la trama.

«Las historias que me conmueven siempre tienen un vínculo con la naturaleza. Nosotros somos también animales. Llegamos a la ciudad hace muy poco y se nos nota en que, en cuanto tenemos un fin de semana, huimos al campo», destaca Olivares, que supo de la historia de Beto hace doce años, cuando su productor rodaba en la Patagonia 'La puta y la ballena' y se encontró al guardafaunas. «Ya entonces me dijo que había conocido a un personaje tan bestial que quería llevarlo al cine», rememora.

Pese a tener más de 70 películas en su filmografía y dos Goyas en sus estanterías, Maribel Verdú no pierde el entusiasmo ni la ilusión «por proyectos ilusionantes». Por eso, un rodaje que podía calificarse de incómodo, con frío, en el mar y con vientos de más de 80 kilómetros por hora, ha sido para ella «maravilloso». «Lo que me ha ocurrido con esta película no me ha pasado muchas veces antes. Que recuerde, con 'Y tu mamá también'. Gracias al lugar que he conocido he cambiado mi percepción de muchas cosas», agrega. Y además, insiste en que ha tenido la suerte de trabajar con Joaquín Furriel, al que no duda en recomendar a otros directores españoles y al que llega a comparar con una de sus parejas más queridas en el cine, Jorge Sanz.

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