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maría estévez
Lunes, 2 de marzo 2015, 00:37
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Tras Kingsman: Servicio Secreto se esconde una sociedad de espías millonarios que quieren salvar al mundo. Forman un grupo de agentes británicos que recuerdan a los caballeros de la tabla redonda peleando contra el crimen. Samuel L. Jackson interpreta a Valentine, un personaje megalómano y egocéntrico obsesionado con llevar a cabo sus planes cueste lo que cueste.
¿Cómo fue el trabajo junto a Colin Firth?
Cuando aparecí en el rodaje, el equipo llevaba trabajando un tiempo. El director Matthew Vaughn me enseñó una escena que habían rodado que me dejo con la boca abierta. Colin Firth es real, un actor de acción sensacional y creo que ambos estamos preparados para interpretar personajes como los de Kingsman.
¿Qué quiere decir?
Al leer el guión de Kingsman pensé que había estado toda mi vida esperando una historia como ésta. Es puro entretenimiento y ese es el corazón de mi trabajo. Colin y yo somos ante todo actores, hemos aprendido a sacar de dentro las emociones, a disfrutar con la interpretación, a vestir de forma distinta, a caminar como nuestros personajes, a representar la fantasía de los escritores. Somos indios, vaqueros, soldados, vikingos, lo que sea, y lo hacemos a gran escala. Nadie tiene que enseñarnos nada.
¿Se considera el mejor villano para un filme de espías?
Si me contratan es por dos razones. O quieren que sea el más duro de la historia o les interesa alguien diferente y creativo. En este caso consiguieron que fuera los dos.
¿Conocía el cómic?
Lo leí antes de recibir el guión y no sabía que estaban relacionados, porque tenían nombres distintos.
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